CEREMONIA LLUVIOSA 1.1 (SPANISH)

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- "¿Estas seguro de lo que vas a hacer?" - me preguntó Rome tras entrar por la puerta del pequeño despacho que ocupaba. 

Con un suspiro levanté el rostro y negué con la cabeza.

Cuando había abierto la empresa de planificación de bodas, había imaginado una lista inmensa de clientes, colas en la puerta del establecimiento y numerosas entrevistas para revistas y televisiones. Sin embargo aquí estaba, tres meses después de la apertura, haciendo cuentas para ver cómo iba a pagar el alquiler de la tienda y de la habitación que ocupaba desde que mis padres me habían echado de casa.

Y todo por ser un omega repudiado...

Mis ojos se posaron en el retrato que tenía sobre la mesa y en el que, con una sonrisa, salía yo con mi hijo adorado... mi pequeño, la luz de mis ojos.

Con un dedo recorrí su rostro, sonriendo a pesar del problema en el que estaba inmerso. Y es que.. si no era capaz de pagar las facturas, ¿cómo iba a hacer para que mis padres me entregaran a mi bebe?

Ellos se habían quedado con todo, con mis cuentas, con mis tarjetas  y con mi hijo cuando sólo tenía un par de días de nacido.


- "¿Cómo vas a encargarte de un niño si no puedes siquiera cuidar de ti mismo? Mira lo que te ha pasado... ¡embarazado y sin saber siquiera quién es el padre!"


Pero a mi no me engañan... A mis padres no les preocupa lo del embarazo, sólo el hecho de que, gracias a eso, la familia ha sido el hazmerreir de toda la sociedad por tener un hijo que no sabe mantener sus piernas cerradas. 

Un hijo abandonado por su prometido que, asqueado con la idea de que su omega no iba a ser tan puro como se requería, no había dudado ni un sólo día en romper nuestro vínculo. Todo ello sin importarle los años que habíamos estado juntos ni los miles de planes que habíamos preparado para cuando llegara el momento de mi primer celo.

Mi primer celo...

Acabé riendo al recordar todo lo que habíamos ideado para ese momento. Y es que, desgraciadamente para mí, éste se dio una semana antes de lo planeado. 

Cerré los ojos, sintiendo otra vez el dolor punzante en mi vientre.. la necesidad y el ardor que había corrido por mis venas esa noche. El deseo de ser montado como nunca.

Aunque tampoco es que tuviera con qué comparar...

Un par de lágrimas comenzaron a recorrer mis mejillas mientras recordaba el momento en el que había notado el aroma de los alfas que estaban en la habitación de al lado... su olor era embriagador y me habían vuelto loco haciendo que olvidara a Godt, a mi familia y a todo lo que no fuera una buena polla en mi trasero.

Así que, escuchando a mi lobo, había incrementado mis hormonas haciendo que los alfas del otro cuarto notaran mi presencia. Unos alfas que, inmediatamente, comenzaron a gruñir y a pelear entre ellos.

"¡Maldita sea!", me recriminé, pensando en lo idiota que había sido.. en lo fácil que le había resultado a Riu, mi loba, hacer que abriera la puerta de mi habitación de hotel para dejar entrar al macho que estaba, en esos momentos, llamando a la puerta.

Un alfa de gran poder, por lo que podía recordar de su aroma y musculatura, entró en el cuarto y, tras levantarme con sus brazos, había cerrado la puerta de una patada para dirigirse a mi dormitorio.


- "Hmm.. no han podido escoger mejor..." - había murmurado el hombre mientras me tiraba como si nada sobre la cama para luego colocarse encima mía.


Después... después sólo recordaba su olor... su sabor... sus manos desgarrando mi ropa para luego ponerme a cuatro patas y, de una embestida, entrar de lleno en mi interior. Sus movimientos, mis gemidos... sus dedos dejando marcas en mi espalda y brazos... mis labios sangrando mientras mi pelvis seguía el ritmo de sus embestidas a pesar del dolor que implicaba. 

Mi semen sobre la colcha de la cama mientras que, en mi interior, su miembro se expandía hasta que, con un gemido, se corría para después, con un gruñido, enterrar sus dientes en mi cuello.

Después sólo hubo placer... placer y sexo salvaje.


- "Arthit..."

Levanté la mirada de los papeles que tenía en la mesa y, con una sonrisa triste, asentí finalmente con la cabeza.

- "No hay otra salida... tendremos que aceptar el encargo..." 

Rome suspiró y, sentándose en una de las sillas vacías, me miró con expresión preocupada.

- "Pero se trata de Godt... del beta que iba a ser tu compañero. No creo que sea buena idea que te encargues de su boda.."

No bien escuché sus palabras, una risa irónica salió de mis labios.

- "No importa que lo haga yo o alguien más.. se va a casar y con un alfa de sangre pura" 

- "Pero... tan sólo ha pasado un año. ¡Ese maldito lo está haciendo a propósito!" - exclamó mi amigo y compañero de trabajo mientras daba un golpe en la mesa - "¡ y no intentes buscar escusas! Te aseguro que el muy idiota lo está haciendo para demostrar a todo el mundo que no le importas nada".

Sus palabras hicieron que se me encogiera el corazón pero.. ¿Qué podía hacer? Necesitábamos el dinero y... si Godt lo estaba haciendo como venganza pues... tampoco era como si no me lo mereciera. Al fin y al cabo yo era el que había aparecido en mi casa y en la fiesta de pedida con un nuevo vínculo y un hijo en mi vientre.

- "Rome..."

Éste, sin embargo, gruñó haciendo que me callara.

- "No Arthit... no voy a dejar que de nuevo te eches las culpas de aquello. Fue un accidente... nadie pensó que pudieras empezar con tu celo antes de tiempo. Además recuerda que Godt llevaba semanas retrasando vuestra unión... si se hubiera llevado a cabo cuando estaba planeado, nada hubiera ocurrido".

"Lo sé...", me dije, "claro que sé que no es culpa de nadie... ni siquiera de ese alfa que me montó aquella noche. Después de todo fui yo quien lo llamó, quien se ofreció a cualquier alfa que estuviera en el hotel sin pedir nada a cambio.

Nadie tenía la culpa...

Nadie salvo yo mismo...

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