AMOR MÁGICO 1 (SPANISH)

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Aquella noche las arenas del desierto brillaban gracias a la luz de la luna y de las miles de estrellas que lo iluminaban todo desde el cielo. Aunque, para el joven que estaba caminando.. o mejor dicho renqueando de una pierna entre las dunas de arena... poco importaba la hermosa y tranquila noche que hacía, tras tantos días de tormentas de arena.

No.. para Godt apenas si importaba eso.

Y es que lo único que realmente había llamado su atención desde hacía varios días era el recuerdo de Bass. Del joven que, tras rescatarlo de un tendero furioso, había resultado ser el príncipe del reino... el hermano del actual rey.

"Alguien que está muy alto para una persona como yo... una mera rata callejera", se dijo mientras suspiraba con tristeza, "si tan sólo lo hubiera conocido antes de que mi familia lo perdiera todo...".

Y es que podía imaginar cómo habría sido....

El con sus mejores ropas de gala, presentándose ante el rey y su familia, agasajándoles con ricos tapices y joyas incalculables... mientras que, a su vez, seducía al muchacho de piel blanca y mejillas sonrosadas que... con una simple sonrisa... irradiaba inocencia y timidez.

Sus gemidos, su piel suave... podía imaginarlos, podía incluso sentirlos contra su piel. Una piel tan cálida y tersa que... que él necesitaba tocar, besar... poseer.

Si... sin duda Bass hubiera sido perfecto para él, hermoso y, a la vez, de una posición social inigualable. Pero desgraciadamente eso era algo que no iba a poder ser...

O al  menos eso había pensado hasta el momento en el que había conocido a Kongpob, el visir y mano derecha del rey.

- "Sólo tienes que hacerme un favor... un pequeñísimo favor y te prometo que me aseguraré de que tu familia y tú recuperéis todo lo que un día fue vuestro.." - le había dicho tras sacarle de la celda en la que le habían metido por ladrón.

..

..

Godt gruñó mientras obligaba a su cuerpo a dar un paso más... todo ello mientras buscaba en la lejanía la montaña que Kong le había descrito, mil y una veces, antes de dejarle en la puerta de la ciudad.

Finalmente, cuando sus ojos encontraron lo que había estado buscando, dejó escapar un pequeño grito y, comenzando a caminar más rápido, se dirigió hacia ella sin notar que la arena comenzaba a desaparecer bajo sus pies.

Unos segundos después caía, rodando, por la ladera de la duna hasta acabar frente a un enorme rostro de león que.. con ojos abiertos y divertidos, le observaba fijamente.

- "Vaya.. ¿Qué tenemos aquí?" - exclamó, irónicamente, el enorme león sin hacer caso de la expresión asombrada del humano que estaba delante suya.

Godt, cerrando su boca, carraspeó mientras intentaba recordar las palabras que Kongpob le había dicho y que le permitirían entrar en la Cueva de las Maravillas.

- "Yo.... genio..."

El león comenzó a reír, claramente disfrutando de la situación mientras que Godt, con las mejillas sonrojadas, gruñía levemente y, sin pensárselo mucho, golpeaba sus mejillas con sus propias manos en un vano intento de obligarse a recordar.

Finalmente, ya más calmado aunque con las mejillas completamente rojas y levemente hinchadas, levantó la mirada y la fijó en los ojos del león.

- "Oh Gran Guardián, deseo entrar para así poder cumplir mi deseo..."

El león guardó silencio hasta que, finalmente, musitó un leve OK y abrió sus fauces dejando que el joven viera, por primera vez, una apertura estrecha que culminaba en una escalera que se perdía en el corazón de la montaña.

Godt tragó con dificultad y, con cuidado, comenzó a adentrarse en la Cueva.
Una cueva que... con cada paso que daba, se iluminaba con suaves luces ambarinas.

De repente, una suave melodía comenzó a oírse cuando ya estaba a mitad de la escalinata. Una melodía que.. para asombro del joven... provenía de detrás de una puerta dorada que estaba al final del camino.

"Vamos allá...", se dijo Godt mientras que, con el corazón latiendo a mil, empujaba la pesada puerta con ambas manos.

Las luces de neón, de brillantes colores, enceguecieron al joven por unos instantes. Sin embargo, en cuanto sus ojos se acostumbraron a la luz, se quedó completamente quieto... en shock con lo que estaba viendo.

Y es que decenas de cuerpos, apenas vestidos con gasas transparentes y joyas doradas, danzaban entre piezas de oro y telas de brillantes colores.

Risas, y gemidos vibrantes de deseo, se mezclaban con los acordes de la música que surgía del escenario donde.. con expresión indiferente, cantaba un joven de cabellos negros y piel pálida que hizo que Godt, por unos instantes, olvidara todo y a todos.. incluso el motivo por el que estaba en ese lugar.

- "Arthit..."- susurró haciendo que, desde una esquina, una mujer volteaba a verle con una  expresión indescifrable en su rostro.

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Oon levantó el rostro en el mismo instante en el que escuchó su nombre escapar de los labios del recién llegado que.. con expresión asombrada... se había quedado en mitad de la pista de baile y entre las parejas de genios que se deslizaban al son de la música.

"Por fin alguien ha venido a por mí...", se dijo mientras lanzaba una mirada irónica a la joven que, en esos instantes y con expresión descompuesta, se levantaba de su sillón al final de la sala.

- "Esta vez no, Nam..." - susurró el joven genio tras dejar inmediatamente de cantar - " ha pronunciado mi nombre, me marcho..."

Namtarn negó con la cabeza.

- "¡NO!" - exclamó, dando unos pasos hacia el humano que.. con expresión asustada, les observaba sin entender qué estaba pasando - " ¡No puedes hacer eso!"

Tras lo cual, levantando su brazo, invocó sus poderes con toda la intención de matar al joven.

Arthit frunció el ceño, pero no hizo nada.

Y es que no era necesario.

"Como si me lo fuera a tragar...Ella mejor que nadie sabe cuáles son las reglas", pensó mientras que.. con total tranquilidad.. dejaba el micrófono que tenía entre las manos y se dirigía a los escalones que le permitirían bajarse del escenario.

Sin embargo, y en contra de lo que había esperado, el fogonazo dorado que se produjo instantes después hizo que el joven retrocediera de un salto.

"Nam..."

La música se detuvo y todos voltearon hacia ellos, lo que hizo que Oon suspirara tristemente para después encogerse de hombros. Después, pasando al lado del cuerpo medio calcinado de la muchacha, se acercó al humano que le miraba ahora con expresión aterrada.

"Pobre imbécil... no sabe en lo que se ha metido", pensó mientras que.. al mismo tiempo... sonreía amablemente al humano que.. con las mejillas teñidas ahora de rojo.. le observaba con una mirada que el ya había visto antes.

Cientos de veces...

No... Millones de veces... a lo largo de sus casi 1000 años de vida...

Oon suspiró y, con gesto cansado, negó con un dedo.

-  "Lo siento.. pero no puedes pedir nada de eso. No beso ni me acuesto con mis amos... ni siquiera a cambio de uno de los deseos"

Godt enrojeció hasta las raíces de sus cabellos.

- "No... yo no... yo.."

Oon, sin embargo, sólo rio y...cambiando sus ropas transparentes por otras más normales... le indicó la puerta por la que acababa de entrar.

- "Será mejor que nos vayamos antes de que Nam se recupere.. o tendremos problemas"

El joven, por unos segundos pareció no entender lo que estaba intentando decirle... hasta que notó que el cuerpo de la genio que estaba tirado en el suelo comenzaba a recuperarse y que... de sus labios entreabiertos... un nombre estaba siendo pronunciado una y otra vez...

- "Oon..."




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