CEREMONIA LLUVIOSA 1.6 (SPANISH)

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Arthit's pov

Tras mi salida del hospital las semanas se sucedieron con rapidez. Kongpob venía a mi oficina todos los días para ultimar los detalles de la boda y, siempre que lo hacía, me traía una caja de chocolates o un vaso enorme de mi bebida favorita.

- "¡¿Es que no ves que está coqueteando contigo?!" - exclamaba, cada vez, Rome tan pronto como el alfa se iba.

Sin embargo, nunca creí en sus palabras. No por nada... Tal vez en otra situación lo hubiera hecho y hasta hubiera pensado en qué hacer pero..este caso era completamente diferente. Después de todo, el hombre venía a planear su boda con otra persona así que de ninguna manera podría estar tratando de seducirme mientras tanto.

Una leve sonrisa triste asomó a mis labios.

La verdad era que ya estaba casi convencido de que lo que el alfa sentía por mí era lástima, simplemente eso, mientras que en mi caso...

Suspiré mientras acariciaba, sin darme cuenta, la marca de mi cuello.

Y es que, desde que había descubierto que Kongpob era mi alfa, apenas sí podía contenerme. Mi omega sólo quería saltar a sus brazos mientras que yo apenas si era capaz de controlar todo lo que me entraba cada vez que sentía su aroma cerca mío.

Estaba volviéndome loco.

Y lo peor de todo era que ya no podía culpar de todo al vínculo que había entre nosotros. Mis sentimientos, poco a poco, habían ido cambiando.. haciéndose más profundos. 

Kongpob me gustaba, me gustaba como me trataba, me gustaba que siempre que venía a la oficina me traía un regalo o simplemente una flor recién cortada de su jardín privado. Incluso había tomado la costumbre de recogerme en su coche cada vez que teníamos que ir a algún lugar por el tema de su boda.

Nunca me habían tratado así.. ni siquiera Godt lo había hecho...

Y él iba a casarse con otra persona.

Un suspiro salió de mis labios nuevamente, haciendo que Rome me mirara con expresión enfadada.

- "En vez de estar ahí sentado, lamentándote, deberías ir a ver a Kongpob para decirle que es tu alfa, que lo amas y que tenéis un hijo en común"

Un leve grito salió de mis labios al mismo tiempo que, con rapidez, tapaba la boca de mi amigo con una de mis manos. 

Después miré a mi alrededor pero por suerte nadie había escuchado a Rome, mucho menos el alfa que estaba observando, en esos momentos, las tarjetas de invitación que la dependienta acababa de dejar delante suya.

- "No puedo hacer eso...¡es Godt! su familia es muy influyente y ya sabes que.. que mis padres no quieren saber nada de mí...no soy nadie"

Nadie...




Mientras Rome gruñía para después golpear a Arthit en un costado, Bright caminaba con rapidez por el hall del hotel en el que se habían hospedado aquella noche, hacía ya tantos meses....

Esa misma mañana había ido a la empresa donde había contratado a los omegas para la fiesta de su amigo y, para su estupor, le habían dicho que el joven no trabajaba allí. Que jamás lo había hecho.

- "Lo siento mucho pero ningún Arthit Rojnapat está en nuestra lista ... esa persona nunca ha sido uno de las escorts" - le había dicho la chica mientras le dejaba ver la lista de los omegas masculinos que habían enviado al hotel esa noche .

Así que, tras varios minutos pensando si debía llamar a Kongpob o no, había decidido acercarse al hotel y salir de dudas. Al fin y al cabo su padre era accionista mayoritario así que había pensado que no pondrían muchos problemas para darle las respuestas que necesitaba.

Y ahora... ahora no sabía si reír o llorar.

O tal vez lo mejor sería comprar un ataúd para su propio entierro porque, una vez que Kong supiera la verdad, seguro que iba a necesitarlo.

"Me va a matar...", se dijo mientras se acercaba a las puertas principales, "de ésta seguro que no salgo vivo..."

Sin embargo, instantes después, se paró en seco en mitad de la sala. Sus ojos se habían quedado fijos en el ascensor que se estaba abriendo en ese momento y del que salía un joven que abrazaba íntimamente a una muchacho que.. por el olor que podía percibir desde el otro lado de la sala... no podía ser otra cosa más que una omega.

- "No puede ser..." - murmuró mientras se escondía tras la espalda de uno de los empleados del hotel.

No podía creer lo que estaba viendo...

No podía ser cierto...

Pero si lo era... si por casualidad lo era... bien podría salvar su vida.

- "¡TÚ!" - exclamó al joven empleado que había usado como parapeto en cuanto vio cómo la pareja se perdía de vista en el interior de uno de los restaurantes - "quiero saber todo lo que esa pareja haga dentro del hotel... ¡y aseguraos de que no os ven en absoluto!"

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Kong's pov

El día de la ceremonia amaneció con densos nubarrones. Mis padres gruñían junto a los familiares de Godt mientras que yo, la verdad, sólo podía sonreír con tristeza. 

Y es que este tiempo era el vivo reflejo de cómo me sentía.

Night, notando mi malestar, levantó su rostro de entre sus patas y gruñó levemente. Una sonrisa asomó a mis labios... y es que era el primer sonido que había hecho mi lobo desde que nos habíamos enterado de que el joven omega que estábamos buscando había aceptado a un beta como compañero. Ni siquiera el hecho de volver a ver a Arthit había logrado que el lobo reaccionara, negándose incluso a desbloquear mis habilidades como castigo por haber abandonado al joven esa mañana en el hotel..

Fruncí el ceño levemente, recordando cómo casi había llegado tarde para ayudar a Arthit ya que ni siquiera había sido capaz de oler su aroma. Algo que no me ocurría desde mi despertar.

Hmmm.... Arthit....

Mis ojos se deslizaron hasta la esquina en la que estaba sentado el omega. El muchacho estaba pálido y, por las bolsas que tenía bajo sus ojos, no debía haber dormido mucho durante los últimos días. Por unos segundos quise acercarme a él y preguntarle qué lo tenía así de preocupado y nervioso, pero una leve mirada a los rostros de sus padres me lo impidieron.

Ellos, sentados al lado de su hijo, actuaban como si no lo conocieran... como si Arthit  no fuera hijo suyo sino un desconocido que estaba ocupando el mismo banco que ellos en la iglesia. La verdad es que no entendía cómo unos padres podían actuar así.

Un suspiró salió de mis labios, especialmente al sentir unos dedos que rodeaban mi muñeca y que comenzaban a tirar de mí hacia el centro de la sala.

Mi padre, en cuanto notó que tenía mi atención, me sonrió y señaló hacia Godt.

"Si tan sólo pudiera salir corriendo...", me dije mientras observaba al joven, vestido elegantemente de esmoquin, que esperaba por mí al lado del oficial que iba a oficiar nuestra unión.

Al menos la oficial ya que la real sólo ocurriría esa noche, cuando Godt y yo nos volviéramos uno. Sólo entonces, con mi marca en su cuello, sería considerado mi pareja. Mi otra mitad.

Mis piernas comenzaron a moverse mientras que, en mis labios, brillaba una leve sonrisa que esperaba que no se viera muy forzada.

La verdad... ya odiaba ese día y ni siquiera había comenzado.




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