Tn: Me viene bien. — Me contempla neutralmente, pero sé que está enojado. Respiro profundo. Esto no va a ser divertido.—¿Entonces qué puedo hacer por ti, Christopher?

Christopher: Sólo estoy inspeccionando mis activos.

Tn: ¿Tus activos? ¿Todos ellos?

Christopher: Todos ellos, algunos necesitan reposicionamiento.

Tn: ¿Reposicionamiento? ¿De qué forma?

Christopher: Creo que lo sabes. —Su voz es amenazadoramente suave.

Tn: Por favor, no me digas que has interrumpido tu día después de tres semanas fuera para venir aquí y pelear conmigo por mi nombre. —¡No soy un maldito activo! Él se mueve y cruza las piernas.

Christopher: No exactamente para pelear. No.

Tn: Christopher, estoy trabajando.

Christopher: Me pareció que estabas chismoseando con tu asistente.

Tn: Ja, ¿Disculpa?. Estábamos repasando nuestros horarios —digo bruscamente—. Y no has respondido a mi pregunta.

Alguien golpea la puerta.

Tn: ¡Adelante! —grito, demasiado fuerte.

Hannah abre la puerta y trae una pequeña bandeja. Una jarra de leche, una azucarera, café, ella ha hecho todo lo posible. Coloca la bandeja en mi escritorio.

Tn: Gracias Hannah —murmuro, avergonzada de a ver gritado tan fuerte.

Hannah: ¿Necesita algo más, Sr Vélez? —pregunta ella jadeando. Quiero poner los ojos en blanco.

Christopher: No, gracias eso es todo. —Él le lanza su sonrisa deslumbrante, baja- bragas. Ella se sonroja y sale con una sonrisa tonta en su cara. Christopher dirige su atención de vuelta hacia mí.— Ahora, Sra _____, ¿dónde estábamos?

Tn: Estabas interrumpiendo groseramente mi jornada laboral para  pelear conmigo por mi nombre.

Christopher parpadea una vez, sorprendido, creo yo, por la intensidad de mi voz. Con destreza, él recoge una pelusa invisible sobre su rodilla con dedos hábiles y largos. Distrae la atención. Lo está haciendo a propósito. Le entrecierro mis ojos.

Christopher: Me gusta hacer alguna que otra visita improvisada. Mantiene a los directivos alertas, esposas en su lugar... Ya sabes. —Se encoge de hombros, su boca se extiende en una arrogante línea.
¡Esposas en su lugar!

Tn: No tenía idea de que pudieras perder el tiempo —digo bruscamente y sus ojos se congelan.

Christopher: ¿Por qué no quieres cambiar tu nombre aquí? — pregunta, su voz mortalmente suave.

Tn: Christopher, ¿tenemos que discutir esto ahora?

Christopher: Estoy aquí, no veo por qué no.

Tn: Tengo un montón de trabajo que hacer, habiendo estado fuera las últimas tres semanas.

Él me mira fijamente, sus ojos fríos y evaluadores, incluso distantes. Me maravilla el que pueda parecer tan frío después de anoche, después de las últimas tres semanas. Mierda. Debe estar muy enfadado, realmente enfadado. ¿Cuándo aprenderá a no sobreactuar?

Christopher: ¿Te avergüenzo? —pregunta, su voz es aparentemente suave.

Tn: ¡No! amor, por supuesto que no. —Le frunzo el ceño—. Esto es sobre mí, no sobre ti. Caray, eres exasperante algunas veces.

Christopher: ¿Cómo es que esto no es por mí? —Inclina su cabeza a un costado, genuinamente perplejo, y me doy cuenta que está herido. Tengo que explicar mi razonamiento para mi decisión.

Tn: Christopher, cuando acepté este trabajo, sólo acababa de conocerte —digo pacientemente, luchando para encontrar las palabras correctas—. No sabía que ibas a comprar esta compañía... ¿Por qué es tan importante para ti? —pregunto, tratando desesperadamente de contener mi temperamento exaltado. Levanto la vista hacia su mirada imperturbable, sus ojos luminosos, sin delatar nada, su pena anterior ahora escondida. Pero aun mientras hago la pregunta, en el fondo sé la respuesta antes de que la diga.

Christopher: Quiero que todo el mundo sepa que eres mía.

Tn: Soy tuya, mira. —Levanto mi mano izquierda, mostrando mis anillos de compromiso y matrimonio.

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Hola bebés, ¿cómo están?
Ya casi se me olvidaba publicarles el capítulo🙊 pero aquí estoy, disfrútenlo y si les gusta no olviden votar y comentar, las leo👀
Besitos😘





Mi esposo...el diablo. (Christopher Vélez y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora