Destruida. (Draco Malfoy). [Libro#2]

11.¡Feliz cumpleaños!.

—¡Es hermosa! —Lo mire.

—Lo sé, la vi la otra vez que fui al callejón Diagon, pensé que sería un buen regalo de cumpleaños. —Sonrió nervioso.

—¡Es perfecto Ron!, ¡Gracias!. —dije abrazándolo de nuevo.

—Gre...Grego.

Ron se acercó a Harry.

—¡Eh!...¡Despierta! —Dijo dándole algunos golpetees en la cara.

Harry abrió los ojos rápidamente.

El sol no había salido aún y la habitación estaba todavía oscura. Pigwidgeon estaba dormida con la cabeza bajo su diminuta ala.

—Estabas murmurando en sueños. —Le dije guardando a la muñeca de nuevo en la caja.

—¿De verdad?.

—Si, "Gregorovitch". Estabas diciendo "Gregorovitch".

—¿Quién es Gregorovitch?—Pregunto Harry.

—¿Y yo que sé? Eras tú el que lo estaba diciendo.

Harry se frotó la frente, pensando.

—Creo que Voldemort le está buscando — Dijo por fin.

—Pobre tipo —dijo Ron fervorosamente.

Harry se sentó, todavía frotándose la cicatriz, ahora totalmente despierto.

—Creo que está en el extranjero.

—¿Quién, Gregorovitch?—pregunté.

—Voldemort. Creo que está en algún lugar del extranjero, buscando a Gregorovitch. No parecía ningún lugar de Gran Bretaña.

—¿Crees que estás viendo en su mente de nuevo?

Ron parecía preocupado.

—Háganme un favor y no se lo digan a Hermione —dijo Harry —. No sé como espera que deje de ver cosas en sueños...

Levantó la mirada hacia la pequeña jaula de Pidwidgeon, pensando...

—Creo —dijo lentamente —,que tiene algo que ver con el quidditch. Hay alguna conexión, pero no se me ocurre... no se me ocurre cual pueda ser.

—¿Quidditch? -pregunté —. ¿Seguro que no estás pensando en Gorgovitch?.

—¿Quién?.

—Dragomir Gorgovitch, Guardián, traspasado a los Chudley Cannons por un record hace dos años. El record  que mantiene es el de dejar caer más Quaffle en una  temporada. —dijo Ron.

—No —Definitivamente no estoy pensando en Gorgovitch.

—Yo intento no hacerlo tampoco —dijo Ron —. Bueno, feliz
cumpleaños, por cierto.

—¡Woo!... ¡Tienes razón, lo olvidé! ¡Tengo diecisiete!

Harry agarró la varita posada en mesita junto a su cama plegable, apuntó al desordenado escritorio donde había dejado sus gafas, y dijo "¡Accio Gafas!". Aunque estaban a solo unos cuarenta centímetros de distancia, y estas al llegar hacia el le pincharon el ojo.

—Muy astuto —bufó Ron. 

Celebrando el levantamiento de su Rastro, Harry envió
las posesiones de Ron a volar por la habitación, provocando que Pigwidgeon despertara y aleteara en su jaula. Harry intentó también atarse los cordones de las zapatillas con magia (el resultado fue un nudo que llevó varios minutos desatar a mano) y, solo por el puro placer de hacerlo, cambió el naranja de las túnicas del poster de Ron de los Chudley Cannons por azul brillante.

—Yo que tu me subiría la cremallera con la mano—le dije, resoplando cuando Harry lo hizo
—¡Feliz cumpleaños Harry!, Aquí está tu regalo —dije entregando mi pequeña caja.

El sonrió y lo tomó.

—¡Feliz cumpleaños _______! -Sacó de abajo de su cama una caja de regalo —Esto es para ti. —y me abrazó.

Sonreí y le bese la mejilla.

—Los veo abajo Chicos.

Ellos asintieron.

Al salir de la habitación me encontré con Fred y George.

—¡Ahí estas! —Gritaron juntos. —¡Feliz cumpleaños! —.

Los dos caminaron hacia mi para abrazarme.

—Ya 17, vaya —rasco su nuca —Ya te puedes vengar.

—No había pensado en eso —sonreí.

—¡IDIOTA! — le pego en las costillas.

—No me pegues Fred —le regresó el golpe.

La puerta del frente se abrió y Ron y Harry salieron.

—¿Bajamos? —pregunté.

—Espera... —George y Fred entraron a la habitación y sacaron dos cajas con lo nuevo de "Sortilegios weasley" y nos las entregaron a Harry y a mi.

—Para ti —Dijo George entregandome una.

—¡Esto es fantástico! —Dijimos Harry y yo.

—Lo sabemos, ahora bajemos, tengo hambre.

Cuando llegamos a la cocina encontramos una pila de regalos esperando sobre la mesa. Bill y Monsieur Delacour estaban terminando su desayuno, mientras la Señora Weasley estaba de pie canturreando sobre la sartén.

—Arthur me dijo que les deseara felices diecisiete, Niños.-dijo la Señora Weasley, sonriéndo—. Tuvo que irse a trabajar temprano, pero volverá para la cena. Ese de encima es nuestro regalo.

Harry se sentó, tomó el paquete cuadrado que ella había indicado, y lo desenvolvió. Dentro había un reloj muy parecido al que el Señor y la Señora Weasley habían regalado a Ron por su decimoséptimo cumpleaños; era de oro, con estrellas en vez de
manecillas y a un lado había un brazalete de oro también y con piedras incrustadas, realmente era muy bello.

—Es tradicional regalarle a un mago un reloj o un brazalete en el caso de una Maga cuando llega a la mayoría de edad —dijo la Señora Weasley, observando ansiosa mente desde detrás de la cocina -.Me temo que este no es nuevo como el de Ron, en  realidad era de mi hermano Fabián y él no es que fuera terriblemente cuidadoso con sus posesiones, está arañado por detrás, pero...

El resto de su discurso se perdió. Harry se había levantado conmigo y la abrazábamos. Nos palmeó la mejilla torpemente cuando la soltamos, después ondeó su varita de forma ligeramente aleatoria, causando la caída de un trozo de beacon de la sartén al suelo.

—¡Feliz cumpleaños, chicos! —dijo Hermione depositando su regalo en la mesa.

El tiempo siguiente nos la pasamos abriendo los regalos.

¡Todos eran geniales!.

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¡Hola!.

Pregunta:

¿Que libro están leyendo en este momento? (Si es que están leyendo alguno), si no es así, ¿Cuál fue el último libro que leyeron?.

Yo eh estado leyendo: "Narraciones extraordinarias", de Edgar Allan poe.