Christopher: No— susurra.

Tn: Sí, lo hacías.— Mis lágrimas caen ahora libremente— Claro que lo hacías. No era una opción. Es por eso que estás tan herido. —Me mira fijamente, su expresión cruda. —Es por eso que puedes amarme — murmuro—
. Perdónala. Tenía su propio mundo de dolor con el cual lidiar. Fue una madre de mierda, y la amabas.

Me mira fijamente, sin decir nada, ojos encantados... por recuerdos que no puedo empezar a comprender. Oh, por favor no dejes de hablar. Finalmente dice:

Christopher: Solía peinar su cabello. Era hermosa.

Tn: Una mirada a ti y nadie dudaría de eso.

Christopher: Era una madre de mierda.—
Su voz es apenas audible. Asiento y él cierra sus ojos.— Tengo miedo de ser un padre de mierda. —Acaricio su amado rostro. Oh, mi Diablo, Diablo, Diablo.

Tn: Christopher, ¿pensaste por un minuto que te dejaría ser un padre de mierda? —Abre sus ojos y me mira por lo que se siente como una eternidad. Sonríe mientras el alivio lentamente llena su rostro.

Christopher: No, no creo que me lo permitieras. — Acaricia mi rostro con la parte de atrás de sus nudillos, mirándome con asombro— . Dios, eres fuerte, Sra. Vélez. Te amo tanto.— Besa mi frente— No creí que fuera capaz.

Tn: Oh Christopher— susurro, tratando de contener mis emociones.

Christopher: Ahora, es ése el final de tu cuento para dormir.

Tn: Ése es casi un cuento para dormir...—
Sonríe con nostalgia, pero creo que está aliviado.

Christopher: ¿Cómo está tu cabeza?

Tn: ¿Mi cabeza?— ¡En realidad, está a punto de explotar con todo lo que me has dicho!

Christopher: ¿Duele?

Tn: No.

Christopher: Bien. Creo que deberíamos dormir ahora — ¡Dormir! ¿Cómo podré dormir después de todo eso? —Duerme— dice con severidad — Lo necesitas. —Hago puchero.

Tn: Tengo una pregunta.

Christopher: Ah, ¿sí? ¿Qué? — Me mira con cautela.

Tn: ¿Por qué te has convertido de repente en todo... accesible, a falta de una palabra mejor? —Frunce el ceño.— Me estás diciendo todo esto, cuando obtener información de ti normalmente es una experiencia bastante angustiosa y fastidiosa.

Christopher: ¿Lo es?

Tn: Sabes que lo es.

Christopher: ¿Por qué estoy siendo tan accesible? No puedo decirte. Verte prácticamente muerta en el frío suelo, tal vez. El hecho de que voy a ser padre. No sé. Dijiste que querías saber, y no quiero que Elena se interponga entre nosotros. No puede. Ella es el pasado, y te he dicho esto tantas veces.

Tn: Si ella no hubiera hecho un paso hacia ti... ¿aún seguirían siendo amigos?

Christopher: Eso es más que una pregunta.

Tn: Lo siento. No tienes que contestarme.—
Me ruborizo — Ya has ofrecido más de lo que pensé que harías. —Su mirada se suaviza.

Christopher: No, no lo creo, pero se sentía como un asunto pendiente desde el día de mi cumpleaños. Ella sobrepasó la línea, y he terminado. Por favor, créeme. No voy a verla de nuevo. Has dicho que ella es un límite duro para ti. Eso es un término que yo entiendo—
dice con sinceridad. Bien. Voy a dejar esto ahora. Mi subconsciente se hunde en su sillón.
¡Por fin!

Tn: Buenas noches, Christopher. Gracias por el esclarecedor cuento antes de dormir. — Me acerco a darle un beso, y nuestros labios se tocan brevemente, pero se echa hacia atrás cuando trato de profundizar el beso.

Mi esposo...el diablo. (Christopher Vélez y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora