3 años después.
Curiosamente uno nunca sabe lo que puede pasar en la vida, a veces inclusive quieres saber lo que pasará antes de que pase pero ¿cuál sería el chiste de vivir entonces?
Aprendí muchas cosas a lo largo de todo este recorrido, una de ellas es que la gente puede cambiar, si lo sientes será así, prueba de ello es Scott.
Mi vida no había sido la misma desde que aquella vez me encontré con Alex, pero mi destino era el que siempre estuvo marcado.
El de todos.
Habían pasado ya tres años desde nuestra lucha contra DarkBan, había perdido a Ethan, pero aún así estaba tranquila porque sus recuerdos y su espíritu estaban aún conmigo.
Mis padres se encargaban del reino, debía ser así hasta que decidieran coronarme, solo que decidieron que me relajara y despejara lejos de todo y todos primero, así que así lo hice. Había estado dos años fuera de la ciudad y alejada incluso de mis amigos, no nos habíamos visto pero aún así estaba enterada de todo.
Thea se había convertido en la líder general de todas las tropas, hizo junto a todos los guardias un homenaje a los guerreros caídos, y por fin, pudo suspirar en paz al poder despedir a sus padres como era debido.
Peter ahora tenía un brazo robótico, tenía múltiples funciones, inclusive era la mano derecha de Thea, que por cierto, habían quedado finalmente juntos.
Angélica estaba en paz consigo misma, a pesar de que sus hijas ya no se encontraban, convivía mucho con Jordan y Finn, los únicos recuerdos vivos de sus madres.
Alex y Tripp quedaron solos al mando de la organización, juntos habían estado bajo las órdenes del gobierno haciendo lo que mejor sabían hacer: proteger a las personas. Estaba feliz porque además de sus múltiples acciones, habían creado el movimiento de los 4, que consistía en llamar a los elementos si necesitasen de nuestra ayuda, finalmente éramos legales.
Micaela ayudó mucho en la lucha, y gracias a eso pudo retomar su vida sin repulsiones o críticas por parte de la gente. Ahora era tipo Angélica, Flavina y Laryna; se había vuelto consejera única de los reyes. Pronto la tendría como consejera. Además rompió el contrato que habíamos hechos con ella dejándonos libres.
Scott había decidido seguir con su vida. Era un solitario vengador en todas las dimensiones, si algo pasaba, él lo sabría y detendría, aún había muchos demonios y criaturas que había que controlar, la rebeldía se desataba en cada momento. Además juró seguir haciendo lo que Ethan hacía: proteger.
Henry y Emma tampoco se habían visto en los últimos 2 años, ambos habían estado ocupados dirigiendo a sus reinos, sus padres aún eran los reyes, pero ya les estaban enseñando todo lo que tenían que hacer, inclusive aún reparaban daños, era difícil porque ellos eran pareja, pero decidieron soportar todo ahora que podían retomar nuevamente sus vidas, además tenía entendido que Emma y sus padres adoptivos habían estado juntos varías veces dentro de su dimensión.
Alan ahora vivía solo, constantemente le enviaba mensajes de texto o lo llamaba para que no sintiera esa soledad, no faltaba mucho para visitarlo, él entendía que necesitaba mi tiempo. Iza, por otra parte, se quedó completamente sola, había perdido después de todo a su hijo de sangre, y claro, me culpaba por eso.
Miré por la ventanilla del avión, las nubes y el cielo azul que tenía frente a mi. Era sumamente hermoso, pero aún así, ya quería llegar a mi destino.
Blake me estaba esperando.
El avión aterrizó y bajé pronto a buscar mi maleta, una vez con ella caminé hasta encontrar a mi novio.
<<Cada vez más ciega amor, mira a tu izquierda.>>
Giré y encontré por fin a Blake. Corrí hacia él y justo al instante me recibió con un fuerte abrazo durando así un buen tiempo.
—Dos malditos años mujer —dijo.
Me acerqué hasta él y lo besé dejándolo sorprendido.
—Pero valió la pena —susurró contra mis labios.
Me separé de él admirándolo. Después de todo no nos habíamos visto.
—¿Cómo te sientes ahora?
El viaje lo había tomado para despejarme, ahora venía con la mente más clara sobre lo que quería hacer de mi vida.
—Viva —dije con lágrimas en los ojos.
Él sonrió con admiración.
—Me alegra.
Empezamos a caminar fuera de la central siendo vistos por todas las personas que pasaban por ahí. Muchos lograban reconocernos.
—Cada vez se viene más pronto el día —comentó nervioso.
—Vamos mi príncipe de Tierra, ¿acaso esta nervioso por ser Rey?
—No si te tengo a ti —sonrió.
Tomó mi mano y las entrelazamos.
Dejamos de caminar cuando mi bolsillo vibró. Lo tomé y vi que era un video enviado por... ¿Pablo?
Le piqué en reproducir y me ruboricé al ver a Emma y Henry besarse bajo la lluvia. De fondo, escuché la voz del papá adoptivo de Emma decir:
—Si, si, dos años sin verse pero ya sepárense. Les tomé una foto, ¿cómo se la envió a tu mamá?
En el video Emma se despegaba de Henry y caminaba hacia su papá, miró la pantalla y empezó a reír.
—¡Papá estás grabando!
—Que no se lo envíe a tu mamá Emma, si no me mata... —acotó Henry.
—Pero ella te ama.
—¿Qué? Eso lo sé. Hablo de que se enojara por estar bajo la lluvia, seguro dice que nos dará gripe.
Justo al instante, el video acabó.
Después de eso tenía una llamada entrante de Emma.
—¡Hola Keitlyn! Lamento lo que te envió mi papá, no le sabe a esto de la tecnología.
—Me he dado cuenta.
—¿Es Emma? —preguntó Blake.
—¡Ya llegaste! Pensé que era mañana. ¿Cómo está Blake?
Reí.
—Bien, está afortunadamente conmigo.
—Son los chicos —escuché decir a Henry—. ¡Eh! ¿Cuándo nos juntamos otra vez?
—Cuando llegue para ver lo de nuestra coronación —acoté divertida.
—Les queda una hora para disfrutar de su estadía juntos, nos vemos en tu reino Keitlyn —informó Emma.
—De acuerdo.
Colgué y miré a Blake. Estaba mirando hacia un lado pensativo, fruncí el ceño y tiré de su mano levemente.
—¿Ocurre algo?
Él asintió y empezó a sacar algo de su bolsillo. Empecé a ponerme sumamente nerviosa. ¿Iba a proponerme...?
Pero cuando sacó otra cosa y me lo mostró me quedé sorprendida. Tomé una hoja que aparentemente Ethan había escrito hace mucho.
"Desearía a veces tener poderes como Scott, o el valor que tienes Keitlyn. A veces me siento inútil al no poder protegerte porque no tengo alguna habilidad mágica, pero aún así quiero que sepas que te quiero bastante, eres muy especial para mi, siempre te cuidaré, siempre.
Nota: entregarle esta carta para que nunca se olvide de mí cuando regrese a su reino." «Borra la nota Ethan»
Sollocé y cuando vi un marco de foto delante de mí siendo sostenido por Blake, sonreí aún llorando.
Era una foto de todos. La habíamos tomado en Navidad, estábamos Emma, Henry, Blake, Scott, Ethan y yo en ella felizmente.
—Pensé que te gustaría.
Asentí y tomé el cuadro en mis manos.
—Ethan siempre estará contigo.
—Gracias Blake.
Nos subimos al carro y Blake empezó a manejar mientras me perdía por completo en la ventana del coche.
Después me puse a pensar en muchas cosas.
La vida es diferente para cada uno de nosotros, siempre es buena, hay claramente cosas malas pero de ti depende verlo como algo malo, o como un aprendizaje. Es difícil lidiar con los problemas, inclusive llega el tiempo en el que piensas que no puedes más; lo pensaba cuando recordaba a DarkBan, pero aquí estoy.
El poder que nosotros cuatro poseemos fue una bendición y desgracia al mismo tiempo, todo esto sirvió como un aprendizaje de que al final, y como todos dicen, el mal nunca gana.
Mi hermano Ethan se sacrificó por quienes ama, fue algo heroico, y estaba dispuesta a seguir sosteniendo eso, luchar por quienes amo. Me enseñó muchas cosas, una de ellas es que no hay que tener la misma sangre para querer a una persona, ni mucho menos el poder para luchar contra un ser poderoso.
Solo hay que tener valentía y hacerlo de todo corazón.
A partir de ahora todo iba a cambiar, nada iba a ser igual por siempre, es así, nuestra vida era así.
Ya no debíamos de temer, ahora sabía realmente que no había ni habrá monstruo, demonio, brujo, o cualquier otro mal que pueda contra los elementos, porque lucharemos siempre y hasta el final, sencillamente nosotros...
Somos 4.
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