Somos 4

Capítulo 71|Recompensa.

Todos caímos rendidos y cansados sobre sofás, era el tercer día en el que no encontrábamos nada, empezaba agotar el no encontrar alguna pista o texto que nos pudiera ayudar a estudiar el pasado de DarkBan.

Con eso de verdad teníamos una posibilidad, una después de lo que nos hizo.

Era difícil de aceptar que todo este tiempo estuvimos cayendo en su plan, debía de admitir que aquel demonio no era tan estúpido como creía. Tenía todo fríamente calculado.

—¿Y si buscamos en Google? Pongan, DarkBan, demonio arrogante, seguro y aparece en primera —bromeó Henry.

Los tres giramos a verlo sin expresión alguna.

—No quería iniciar esta conversación pero me obligaron —dijo seriamente—. ¿Enserio creen que la conexión es la causante de que estemos juntos? Vamos, me gusta Emma. Blake, a ti Keitlyn, los sentimientos son correspondidos, aún trabajamos como equipo. Sería estúpido creer que nos caemos bien solo por esa conexión, me niego a creer que solo sea porque somos los elementos.

—Bueno, entonces explícame porque no me has visto directamente a los ojos —acotó Emma a un lado mío—. Porque lo he notado, ¿sabes?

Henry chasqueó la lengua.

—No es nada en realidad.

—También dinos porque Blake no parece más nuestro compañero —volvió a decir Emma impaciente—. No comparte con nosotros.

—¿Ahora resulta que esto es mi culpa? —preguntó ofendido—. Por eso no hablo más.

—Nadie lo está diciendo —lo calmé.

—Pero sé que lo piensas —me apuntó.

—Lees mi mente, sabes que ni siquiera lo he pensado mentiroso —afirmé.

—Dejen de pelear ustedes dos —exhaló Henry cansado.

—Mira quien habla, tú lo iniciaste —respondió Emma—. Si no hubieras...

Varios toques a la puerta dados por Scott hicieron que todos nos calláramos al instante. Nos miró a todos detenidamente achicando los ojos, después bufó.

—No puedo irme ni minutos porque empiezan a pelear, es un milagro que no luchen.

—Henry ha estado un poco malhumorado —hablé.

Henry rió irónicamente.

—Habla la novia del chico amargado.

—Se supone que estás contra ella, no contra mí —respondió fastidiado.

—Uy, ¿estoy sola acaso? —alcé las cejas.

—Él es así, no da apoyo —mencionó Emma fulminándolo con la mirada.

—Ya, ya está —alzó la voz Scott sobándose la sien—. Dejen de estar peleando, en verdad.

Scott suspiró y se restregó la cara viendo la cara de fastidio de todos.

—Vamos a ir a donde Ethan está y quiero que no discutan. Si los demonios ven que ya no tienen esa conexión se aprovecharán de ello y más porque indica que los poderes de fuego de Keit son débiles ahora.

—¿Dónde está Ethan? —pregunté.

—Lo dejé en el infierno —respondió naturalmente.

—¡¿Qué?! —exclamé.

—Sabe cuidarse solo, también manipula, está con su equipo abajo, solo vine para asegurarme de que los cuatro solos no se estuvieran matando.

—Gracioso —ironizó Henry.