Somos 4

Capítulo 72|DarkBan, el demonio.

—Es ridículo, Angélica es buena persona, quiere ayudarnos —dijo Henry apuntando a la mujer del video—. Eso es una farsa.

—Esa mujer ha vivido más de lo que puedes imaginar —contestó Bestier a la defensiva—. Y a menos que quieran irse sin saber nada, será mejor que me dejes continuar.

Henry se cruzó de brazos y le hizo una señal para que prosiguiera.

—Angélica, todos la querían como a una Diosa. Se decía que podía curar enfermos, encontrar perdidos y acabar con el mal. Todos la respetaban, otros le temían, pero solo uno fue capaz de retarla. DarkBan era seguidor del demonio líder del infierno, quería ser como él, pasó años de su vida estudiando magia negra, hechizos prohibidos y conjuros. Quería retar a Angélica, ella poseía el poder de la naturaleza, toda la vida misma; y DarkBan quería eso, ser capaz de controlar los dones.

>>Un día Satanás se dio cuenta de las acciones de DarkBan, lo desterró del infierno condenándolo a pasar su vida entera en el único lugar en donde para esos tiempos, la magia solo la tenía una persona. La observó durante un lustro, buscando debilidades, algo con lo que pudiera acabarla, pero lamentablemente lo que él no sabía era que Angélica sabía que él estaba ahí, ella solo esperaba cualquier mínimo movimiento para acabarlo. Y así fue, porque un día DarkBan mató a un niño para obtener sangre humana y mezclarla con sus pociones.

>>Angélica se culpó por eso, ella debió hacer algo contra él desde que supo que estaba ahí. Se enfrentaron, cada quien dio todo su poder en esa lucha, se dice que fue indudablemente una de las peleas más fantásticas y poderosas en todo este tiempo. El mal perdió. DarkBan quedó altamente herido en la batalla, sin contar las altas quemaduras que sufrió en todo su cuerpo, era inservible. Pero la Diosa, esa persona tan compasiva, después de la pelea lo refugió lejos como pudo, quería darle una segunda oportunidad para que pudiera cambiar, lo cuidó por muchos años, lo alimentó y medicó lo suficiente para que se sintiera cómodo. Fue gracias a ese gesto tan gentil de Angélica que empezó el caos. Porque DarkBan, el demonio que conocen como tal, se enamoró de Angélica.

Volteé a ver a los chicos. Blake y Henry parecían estar asqueados cuando Bestier dijo lo último, sin más, continuó:

—Se enamoró... pero las ganas de poder tener el poder absoluto pudieron con él. Angélica también se enamoró de él, vio un cambio significativo en su persona, luego tuvieron después de décadas dos niñas. DarkBan suponía que al tener herederos podría matarlos para obtener el poder que tenía Angélica, eso suponía considerando que fuese hereditario. Pero falló. Ya que las niñas no nacieron con los dones de la naturaleza, sino que tenían diferentes habilidades. Los nombres de esas niñas, eran reconocibles como Flavina y Laryna.

Todos giramos a ver a Jordan. Él estaba en shock, no se movía, no parpadeaba, su mirada estaba clavada en la imagen que había de dos bebés juntas y unidas.

—¿E-Ese demonio es mi abuelo? —preguntó con el ceño fruncido—. Debí morir cuando pude.

Iba a decirle algo pero el híbrido siguió hablando.

—Angélica decidió que tener todo el poder no era justo, así que entrenó a varias personas para la preparación de un plan que tenía en mente. DarkBan aprovechó esa distracción para intentar matar a las niñas y obtener aunque sea ese poder, pero aquellas pequeñas lograron protegerse solas gracias a un campo de energía que salió solo de sus cuerpos. Como mujer de todo el poder, Angélica percibió ese rastro de magia y energía. Regresó a casa y vio a DarkBan inconsciente, pensó que lo habían atacado, pero al cargar a sus niñas para llevarlas a un lugar seguro, pudo ver, gracias a las habilidades de ellas, todo lo que pasó.

>>Angélica quedó totalmente pasmada, no sabía qué hacer o cómo reaccionar, intentó matarlo, pero no lo logró; ella aún seguía amándolo. Por lo que solo pudo enviarlo lejos de ella y de todos. Aceleró su plan, creó otras dimensiones, tenía que adiestrar a otras personas para que la ayudaran en caso de que DarkBan regresara, creó los cuatro reinos. Reinos en los que la magia pura reinó, no quería exponer mucho a la Tierra, ya que no era un lugar para la magia. Dio un poco de su poder en cada reino para entrenar. Es ahí, en ese momento en donde decidió que habría portadores de magia de los dones en cada reino. No sería en si todo el poder, pero les daría algo para que hubiese control y estabilidad; un orden. De cada reino, salía la magia de cada don, y éste escogía al portador, lamentablemente no contó con que los reinos tuviesen rivalidades y desataran diversas guerras a lo largo del tiempo.