Capítulo 73|Separados.

9.3K 804 313
                                    

POV Henry Cooper.

Tal vez no era buena idea hablar, o por lo menos no ahora. ¿Qué se suponía tenía que hacer en momentos así? Animar está vez no era correcto, ni siquiera me salía.

Observé como Keitlyn sollozaba en el pecho de Scott desahogándose por completo, me agradaba que dejase de ser tan frío, pero a su vez no dejaba de pensar en Blake.

—Fue mi culpa —dijo Emma a mi lado, abrazando sus rodillas mientras se mecía de atrás hacia adelante—. Blake desapareció por mi culpa.

—Emma, cariño, no digas eso —aclaré en voz baja.

—Si él...

—Emma —dije con voz firme—. Blake quiso ayudarte y nada más. Si buscas un culpable soy solo yo, en primera no debí provocar a DarkBan.

—Pero...

—¿Qué ganas culpándote? —le pregunté mirando hacia los hermanos.

Keitlyn se había despegado de él, giró en nuestra dirección mirándonos con los ojos rojos.

—No lo sé —dijo Emma de repente.

Suspiré. Quería abrazarla, darle besos en esas perfectas mejillas que tenía, ¡quería besarla! Con tal de que no se sintiera así. Pero no podía...

Keitlyn y Scott llegaron hasta nosotros, ambos permanecían en silencio mientras nos observaban con atención. Keitlyn se agachó hasta quedar a nuestra altura, apoyó sus codos en sus rodillas para sostener su cabeza.

—Keitlyn yo...

—No fue tu culpa —le dijo—, ni la de Henry. Si quieren un culpable, es DarkBan. Bajaré para buscar a Blake, quédense aquí y...

—No —aseguré con enojo—. Si piensas que te dejaremos sola, olvídalo.

Keitlyn suspiró, giró su cabeza para ver a Bestier, quien no estaba tan lejos de nosotros.

Todos agrandamos los ojos cuando vimos como de repente su pecho subía y bajaba. ¿Seguía con vida?

Nos acercamos hasta él para verlo de cerca, tenía los ojos abiertos, pero sangraba por la boca, nos miraba en busca de ayuda, pero creo que a estas alturas él ya sabía que no tenía salvación.

—Mátenlo... —dijo muy a penas—. Busquen... su punto débil.

—Dijiste que no tenía —aclaró Scott.

Bestier sonrió.

—No es alguien... es algo...

Todos fruncimos el ceño ante sus palabras. ¿Qué sentido tenía? Iba a hablar pero él abrió la boca nuevamente.

—Su... poder...

De repente, de quedó totalmente quieto, no se movía, y su pecho también dejó de hacerlo. Había muerto.

—Claro —sonrió Scott—. Su punto débil es su poder. Si demuestran que tienen más, se hará cada vez menor.

—Genial, eso nos ayuda mucho —bufé.

Keitlyn se acercó hasta el borde para mirar hacia abajo. Lo sabía. Su mente no pensaba en otra cosa más que en Blake.

—¿Cómo bajaremos...? —murmuró Emma.

Alcé el puño en alto listo para impactarlo contra el suelo, pero Scott me detuvo.

—¿Qué crees qué haces?

—Golpearé la tierra para que nos llevé hacia abajo —respondí como si fuera obvio.

—Se derrumbará y caeremos.

Somos 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora