Capítulo 21|Nuevo cambio.

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Al ser succionados giré a los lados para tratar de localizar a los demás, pero no los veía, es como si el espejo nos hubiese separado. Estaba en un espacio blanco, paredes, pisos, no había ni ventanas y mucho menos alguna puerta.

Estaba completamente sola.

Enfoqué mi vista viendo un espejo de cuerpo completo frente a mi. Era lo único que había en el cuarto. Me paré. Esta cosa era peligrosa, totalmente, te hacía adentrar a él a la fuerza, creí que con verlo todo se resolvería.

Me acerqué al espejo lentamente, solo veía mi reflejo. Sonreí con nostalgia al recordar cuando Ethan me regaló un espejo, todo porque en un programa de televisión de esos que anunciaban productos decían que aquel espejo era el mejor por sus múltiples accesorios. De niña me creía todos los cuentos de la televisión, le quité mucho dinero a Ethan con todo lo que pedía, y aún así lo gastaba por mi.

Me palmeé los pómulos. Tenía que encontrar a los chicos, ni siquiera sabía si ya habían salido. Fruncí el ceño cuando vi mi reflejo sonreír con malicia, me separé y ella me seguía con la mirada. Comencé alejarme asustada, pero al girar ya no era blanco, sino negro, totalmente oscuro.

—Que ingenua eres —rió ella, bueno, yo en el espejo. ¿Acaso tenía sentido?—. Apestas.

Vamos Keitlyn, era la magia del espejo, no podías creerte esto.

—Pues en dado caso también eres ingenua —me crucé de brazos—. Eres yo.

Alzó una ceja.

—Leo —musitó esperando mi reacción.

¿Qué había con Leo? ¿Por qué lo mencionaba? Evidentemente me estaba jugando una pésima broma.

—Leo es tu principal preocupación.

—Claro que lo es, porque no deja de hacer maldades —miré al espejo.

—¿Quieres decir que eres mejor que él?

—Pues no, nadie lo es. Pero no soy malvada como él —exclamé.

—La oscuridad que hay en ti dice otra cosa —sonrió.

—¿Cómo sabes de ella? —fruncí el ceño.

—¿No lo comprendes? —me miró divertida.

Negué lentamente confundida. Comencé a alejarme cuando vi emanar de ella energía oscura, muy, muy maligna.

—Yo soy tu oscuridad.

—No... —bufé—. No puedes ser mi maldad, no tengo tanta...

—Claro que si, soy tu reflejo, soy lo malo que hay en ti.

—¡Solo eres un maldito espejo!

—¿Lo crees así? —bufó—. Si así fuera, no sabría todo lo que sientes y piensas. Como que por ejemplo quieres rendirte frente a Leo, quieres que cambie y vuelva a ti. Quieres proteger a tus amigos, pero por cada paso que das ellos ya avanzaron tres. Admítelo, sabes que eres frágil, posees el elemento más dañino y peligroso de todos... dañas a la gente.

—¡Cállate! ¿Qué vas a saber de mi?

—Pues soy tu —dijo estirando los brazos emanando energía oscura.

Caí al suelo por un dolor de cabeza insoportable, el fuego empezó a salir de mi cuerpo sin control. Me dañaba. Alcé mi mirada para tratar de ver al reflejo, pero ya no estaba, ahora si me veía a mi, lo malo era que... lograba ver mi oscuridad, yo lo era.

Leo, Ethan, Blake, Henry, Emma, Alex, Jordan, F, DarkBan...

Quería protegerlos, a todos ellos, a excepción de DarkBan claro. También mi reflejo tenía razón, a pesar de que siempre esté con la frente en alto con el tema de Leo, me dolía. Quería que volviera a hacer mi hermano, no soportaba que hubiese oscuridad y sed de venganza en él.

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