Somos 4

Capítulo 61|Inténtalo.

Exactamente había pasado una semana desde lo de Navidad, indudablemente fue agotador todo el festejo, faltaban de hecho siete minutos para el año nuevo, nos encontrábamos festejando con cerveza y esperando con ansias el siguiente año.

Blake, Emma y Henry habían pasado los días pasados en sus respectivos reinos, conviviendo con su pueblo, y sobre todo explicando ellos mismos lo sucedido. Lógico hubo mucho alboroto y contras por parte de muchas personas, pero al final, resultó todo perfecto. Ahora estaban aquí para festejar el año nuevo juntos.

Abracé más a Blake, él empezó a darme pequeños besos en la nariz, yo reía, me ocasionaba muchas cosquillas. Se separó repentinamente de mí, o más bien dicho lo alejaron.

—Podrás tener mi permiso de salir con ella, pero nada de cariñitos en mi presencia —aclaró Ethan cruzado de brazos.

Blake rió yendo en dirección a Henry.

—Al inicio del primer día del año me tendré que ir —dijo—, aún tengo pendientes que hacer, reparar la enfermería y asegurarme de que Emma no haya mojado los documentos importantes en papel.

—Está bien Ethan, es tu trabajo.

—¿Estarás bien? Realmente no quisiera dejarte pero...

—Que estoy bien —dije mientras le palmeaba la espalda—. Blake está conmigo.

—Sigo insistiendo, no sé si sea malo o bueno.

—Es bueno... ¿cómo te sientes?

—Yo bien, ¿por qué...?

—Por Scott —lo interrumpí.

—Él ahora se ve diferente, si te sientes segura con él a tu lado, estoy tranquilo sabiendo que te cuidará.

Sonreí al momento. Miré en dirección al reloj.

—Nueve —alcé la voz para que todos me escucharan.

—Ocho —continuó Ethan captando mi conteo.

—Siete —prosiguió Emma feliz.

—Seis —continuó Tripp.

—Cinco —dijo Henry contento.

—Cuatro —habló Blake.

—Tres —secamente habló Scott siguiéndonos la corriente.

—Dos —dijo Jordan.

—Uno —acabó Alex.

—¡Feliz año nuevo! —gritamos todos al unísono.

Ethan me abrazó alegremente, realmente no quería que se fuera, esta semana me la había pasado bien con él, había salido a conocer mi reino, tuve que explicarles que era mi hermanastro, todos quedaron impresionados, aún así logró ganarse la confianza de muchos en tan pocos minutos. A mi hermano no le había costado tanto hacer amistades nuevas, en cambio, a mí si.

Y eso que era una princesa.

—Siempre me pregunté, ¿te costó tanto aceptar quién eras? —me preguntó Tripp borracho.

Misteriosamente todos habían acabado en un círculo, hasta la mismísima Emma se encontraba ebria.

—La verdad es que si en un principio, luego con todo lo que pasó lo fui aceptando —contesté feliz.

Tripp asintió bebiendo una vez más.

—A mi sí.

Todos giramos a Emma.

—Me costó mucho aceptar que no era hija de sangre de mis padres, que reinaba una dimensión, y que tenía como poder un elemento. Me costó tanto aceptar quién era... Y luego ustedes siguieron buscando las respuestas que tanto anhelaba y me ayudaron con mis asuntos, nunca les dije algo pero realmente les agradezco el haber entrado a mi vida.