Somos 4

Capítulo 67|Vistazo al pasado.

POV Thea Cox.
Hace 17 años.

30 de Abril.

—Oye mamá —la llamé nerviosa.

—¿Si, hija? —respondió mientras agarraba unas cuantas verduras de un puesto.

Mordí mi labio inferior viendo el enorme castillo que resaltaba todo el lugar. La reina estaba embarazada, por fin tendríamos una princesa y me sentía realmente entusiasmada por ello, siempre se celebraba en grande algo que tuviese que ver con los reyes.

—No sé que usaré para la celebración —solté algo indecisa—. Tal vez deberías comprarme un nuevo vestido.

—Buen intento hija —ladeó la cabeza con una sonrisa—. Pero tú papá dijo que no te compraríamos otra cosa más.

—Es un evento altamente importante —aclaré sujetando más mi bolsillo.

Mi madre sonrió y negó con la cabeza.

—Te lo compraré mi niña, solo por favor Thea, saca a bailar a tu padre.

Reí.

—Jamás logras sacarlo, ¿verdad?

—Definitivamente no —negó divertida.

Pagó por las verduras que había elegido y las metió dentro de la canasta que llevaba colgada en su antebrazo.

Ella empezó a caminar y yo la seguí por detrás alegre, adoraba tanto a mi mamá, era mi modelo a seguir, podría resultar algo cliché pero admiraba tanto a esta mujer.

Llegamos por fin a casa exhaustas debido a tanto caminar, nos sentamos en el sillón después de haber dejado nuestras cosas en la mesa y suspiramos al mismo tiempo.

—¿Cómo crees que sea la princesa? —pregunté imaginándomela. Los reyes eran muy apuestos, ella crecería siendo una belleza.

—No tengo idea, pero estoy segura que será una niña adorable como tú.

—Mamá, tengo diecisiete años, no soy más una niña.

—Oye, los padres siempre verán pequeños a sus niños por más grandes que sean —acotó en respuesta lanzándome unos besos.

Ambas empezamos a reír en un ambiente cómodo después de eso.

La puerta se abrió de repente y las miradas de nosotras se dirigieron a ella.

—¡Papá!

Grité de emoción corriendo y lanzándome hacia él.

Me recibió feliz y me apretó aún más contra él impidiéndome respirar un poco.

—Papá, ya —dije riendo.

Él rió y quitó sus brazos de mí.

—¿Dónde estabas, Harry? —preguntó mamá.

—Comprando esto —dijo alzando dos cajas—. Sé que sería mejor darlos el mero día, pero estoy muy ansioso. Este es para ti, Cristal —dijo extendiendo una caja a mi mamá—, y este para ti mi Thea.

Ambas agarramos las cajas con duda, miramos a papá y luego entre nosotras.

—Tu primero mamá, me da miedo —dije y papá me reprendió con la mirada.

Mamá rió y abrió su caja quedando realmente sorprendida.

—Pero... Harry, este es...

—El vestido que querías pero no podías comprar —prosiguió papá—, habías dicho que estaba demasiado caro, así que me quedé trabajando tiempo extra para poder comprártelo.