Capítulo 44|Hasta pronto.

14.1K 1.2K 316
                                    

POV Ethan Carter.

—¿En posición?

—En posición.

Alcé los binoculares hacia el almacén que tenía enfrente. Era grande, una buena base para nosotros, estaba escondida y era nuestra mejor opción.

¿El problema?

Pain pensaba lo mismo.

Estaban almacenando nuestras cosas allí dentro, nos superaban en número, así que era necesario entrar y tomarlo sigilosamente. No sólo tenían armas, sino también archivos confidenciales de rango Z, los cuales eran de gran importancia recuperarlos.

—Alex, ¿cuánta munición tienes? —Le piqué el botón de mi comunicador.

—Tengo un rifle lleno, los demás solo tienen pistolas de combate simples, ¿crees que deberíamos darles más? —cuestionó.

—No —respondí restregándome la cara—. Tripp, ¿me oyes?

—Fui yo quien armó y programó los comunicadores para hablar a larga distancia, claro que te escucho —fanfarroneó.

—Bien —sonreí nervioso, aunque no pudiera verme—. Sé que eres un agente de informática, tecnologías y todo eso, pero necesito que nos apoyes en el campo, tenemos que tomar ese almacén. Jordan, te harás cargo de él y por favor, enséñale a usar un arma.

—Entendido —respondieron Jordan y Tripp al unísono.

Empecé a caminar al almacén sigilosamente. Nos habíamos dividido en diferentes posiciones rodeando el almacén por completo, evitando ser un solo blanco.

Tomé el megáfono que tenía y lo pegué a mi boca.

—¡Están rodeados! ¡Salgan con las manos en alto! —grité.

—¡Los superamos con diez! —gritaron desde dentro.

Nosotros éramos cuatro, pero aún así podríamos con todos. No sabía porque simplemente se encontraban diez de ellos en una misma base, ellos eran más.

—Vaya, vaya, ¿qué tenemos aquí?

Cerré los ojos con fuerza con fastidio y volteé para darle cara.

—Pelirrojo... que milagro volver a verte. ¿Cómo te llamabas...? Claro, imposible olvidar tu nombre; Javier. El chico que intentó secuestrar a mi hermana.

—Se te olvidó mencionar que mi hermana le disparó a la tuya —sonrió divertido—. Por cierto, será mejor que todos los demás bajen sus armas, solo son cuatro, deben rendirse.

—Podemos con esto.

—No si hay francotiradores apuntando directo a tu corazón —agaché mi cabeza a mi pecho y vi un punto rojo—. ¿Qué sería de un equipo sin líder? ¿Qué serías tú sin tu equipo?

—¿Cómo supiste que estábamos aquí? No creo que hayas adivinado cuantos éramos y exactamente en qué posiciones —apreté mis manos en puños—. ¿Quién te lo dijo?

Realmente solo podía pensar en una sola persona: Scott.

Nos había utilizado, seguramente esto era un gracias de su parte.

—La ventaja de que la PATFS cayera fue que logramos conseguir muchas cosas, una de ellas es la cámara de visión térmica; muy buena para detectar a través de estructuras cualquier movimiento que se pueda —tronó sus nudillos—. Ahora, podría matarlos aquí mismo, pero no sería divertido —se tocó el mentón—. Mejor tomaré mi venganza contra el rayo azul ahora mismo —me apuntó con una pistola—. ¿Algunas últimas palabras?

Somos 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora