Capítulo 35|El poder de la mente.

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Los tres estábamos escondidos detrás de una pared gigante. Según Thea, el castillo estaba frente a nosotros. Antes de la destrucción (según lo redactado por Thea) el castillo tenía una gran entrada para llegar a la estructura, lleno de árboles, tal cual un castillo real, la diferencia es que poseía un campo de fuerza, y si no eran habitantes del reino, o invitados de los reyes la entrada estaba prohibida para cualquiera.

Habían alrededor de quince espectros en formados en una "U". Por lo que un lado quedaba expuesto, vulnerable y eso era ventaja para nosotros. Lo que inquietaba era que muchos estaban en esa zona.

¿Estarán cuidando algo en específico?

¿Por qué no querría DarkBan que alguien entrase al castillo? A pesar de lo dicho por Blake, no sabía si el hechizo se podría destruir y hacer visible al castillo.

¿Cuál era el secreto que DarkBan quería mantener oculto?

—¿Entonces...? —preguntó Thea rascándose la nuca.

—¿Crees poder con los de la izquierda? —le pregunté esperando que si.

Thea me volteó a ver y arrugó la nariz.

—Sin ofender princesa, pero he pasado aquí mucho tiempo lidiando con esas cosas. Mi padre fue líder del escuadrón de élite de la guardia real. Sería decepcionante no poder con unos cuantos más —guiñó su ojo derecho.

Le sonreí con orgullo.

—De acuerdo Blake, encárgate de la derecha, yo iré por los de enfrente —me giré a Thea nuevamente—. Cúbrenos la espalda de ser necesario.

Thea asintió y sacó una espada de la guardia real de su cintura, Blake hizo lo mismo y yo preparé mi arco con mis flechas.

<<Cuando derrotemos a todos tenemos que buscar la manera de entrar al castillo y regresar a casa, Keit.>>

<<Lo sé, ¿pero por qué me lo dices?>>

<<Porque no podemos quedarnos y ayudar con los congelados. Entiendo el punto de Thea pero aquí no conseguiremos nada. No quería decírselo en voz alta, pero debes de hablar con Thea.>>

Giré a ver a Blake.

Tenía razón, si quería salvar a todos debía mantenerme lo más lista y astuta posible.

Y quedarnos aquí no era la mejor idea.

—Andando —ordenó Blake.

Los tres nos lanzamos por arriba de la pared y empezamos a atacar a los espectros. Lancé tres flechas juntas dándole a tres de los espectros. Tras mi pelea anterior, descubrí que su punto débil era la cabeza, quien lo diría:

¡Como los Zombies!

Blake estaba luchando contra tres al mismo tiempo, se movió por debajo de ellos y acabó atravesando con su espada la espalda de uno de ellos.

Thea, por su parte; no tenía ninguna dificultad con ellos. Aún así logré darme cuenta que uno de ellos agarró una espada del suelo, estaba tomando impulso para lanzarla con fuerza y que ésta fuera contra Thea, pero fui más rápida y alcé el arco con una flecha creada de fuego, la cual impactó acertadamente contra la cabeza de aquello.

Aunque logré darle él lanzó la espada con la poca fuerza que tenía.

Ahora la espada se aproximaba a una velocidad increíble hacia Thea.

En estos momentos no logré pensar con claridad. Henry podría ahuyentarla, pero no estaba aquí. Thea ni siquiera se había dado cuenta de nada, si le gritaba no ayudaría en nada.

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