POV Ethan Carter.
Cerré la puerta detrás de mi, cansado.
Ya era la sexta vez que lográbamos recuperar nuestras armas y varios documentos otra vez. Tripp respaldaba toda la información en un disco duro, lo demás era quemado o eliminado.
Había cambiado el orden de seguridad, ahora quienes teníamos acceso a la información éramos solo Tripp y yo, no era por querer hacer a un lado a Jordan y Alex, era solamente para saber y evaluar a Tripp más.
Alex entrenaba con Tripp diario, él se había propuesto en ser más que un agente de computación, quería estar en campo.
Jordan y yo éramos quienes salíamos a explorar diversas zonas, los demás se pasaban más tiempo entrenando que nada.
Habíamos avanzando mucho, ahora teníamos camiones blindados, ya no una simple furgoneta, estábamos en un almacén más aislado de la ciudad a salvo. Tripp había instalado muchas cámaras de seguridad y sensores por si alguien se encontraba en los alrededores, además ahora cada quien tenía su propia oficina.
Sentía lástima por Jordan, en ocasiones se encontraba triste y desorientado, creo que ninguno de nosotros se adaptaba completamente a nuestro estilo de vida, no estaba aquí porque haya jurado lealtad a la PATFS, estoy aquí por haber jurado lealtad a F.
Suspiré escuchando como tocaban la puerta.
—Pase.
Vi como Alex cerraba la puerta, estaba sudado y no quería ser malo, pero hasta podía olerlo.
Y vaya que no olía a rosas.
—Tripp avanza muy rápido, ¿quién diría que un nerd podría ser tan ágil? —rió—. En fin, ahora con estas nuevas reglas que has implementado... por lo menos dime el reporte de la última misión a la que fueron tú y Jordan.
—Trece francotiradores, una docena de carabinas, dos cajas repletas de minas de proximidad y otras dos docenas de granadas —suspiré nuevamente cansado—. No fue mucho, pero algo es algo.
—Te estás esforzando demasiado —dijo mientras se sentaba en una silla delante de mi, mientras se desataba las vendas de sus manos—. Deberías dejar de salir a las misiones.
—Necesito a más gente, sería mucho mejor si Tripp pudiera cuidarse solo.
—Pues está consiguiendo avances favorables. —dijo contento.
—Siempre se te dio ser más maestro que nada —reí y el frunció el ceño—. Eres un buen agente.
—Eso lo sé —dijo orgulloso—. Por cierto, ten.
Deslizó por el escritorio varios periódicos mostrándome mucha información.
—¿Qué es? —pregunté.
—Léelo.
Agarré uno mientras lo extendía.
—¿Estás buscando empleo? —pregunté indignado.
Él me arrebató el periódico rápidamente, lo leyó, negó con la cabeza y giró el papel.
Lo agarré nuevamente leyendo cuidadosamente.
"Skousen. Desaparecido."
No es ningún misterio la desaparición de este gran hombre. Según la última emisión por televisión dada por él, fue en busca de los terroristas a los que persigue, se dice que se les citó a las diez en punto, después de esa hora, nadie sabe dónde se encuentra, ni siquiera sus propios hombres, que a pesar de estar ahí en todo momento, no recuerdan nada. Dicen haber sentido una especie de control, además de que no recuerdan nada después de bajar de las camionetas en aquel edificio derrumbado. ¿Qué tan peligrosos pueden ser estos terroristas?
—¿Qué mierda...? —murmuré—. ¿De qué emisión habla?
—No tenemos televisión desde que nos instalamos aquí, pero encontré el video en internet.
—Así que Skousen está desaparecido... —dije recargándome en mi asiento—. ¿Crees que ellos se lo hayan llevado?
—Probablemente, me hubiera gustado ver su cara cuando se topó con ellos —dijo mientras se perdía en su mundo.
La puerta se abrió de golpe dejando ver a Tripp agitado y cansado.
—Los sensores se desactivaron, alguien lo hizo.
Me levanté de mi asiento velozmente, tiré el periódico en el escritorio mientras salía de mi oficina.
Jordan ya estaba en el centro de computadoras tratando de re conectar la conexión.
—¿Alguna idea de quién es? —cuestioné.
—Desactivó los sensores del perímetro, es ágil —dijo Jordan seriamente.
La puerta empezó a azotarse fuertemente, tenía un sistema de seguridad avanzando, era difícil el simple hecho de intentar abrirla.
Todos sacamos nuestras armas apuntado a la puerta, no iba a permitir que un idiota entrase para robar lo que tanto nos había costado recuperar.
En un segundo las puertas se abrieron de golpe, la luz del amanecer me cegó impidiendo ver quién era, parpadeé girando nuevamente a la puerta.
—A-Ayuda —tartamudeó.
Todos bajamos el arma.
Henry traía en brazos a Emma, se veía mal, no estaba consciente, parecía no tener fuerza alguna.
Todos nos quedamos en shock, literalmente nadie se movía. Era diferente de cuando te enfermas, ella... realmente estaba en mal estado.
Divisé detrás de Henry varias personas más que entraban también.
Keitlyn...
—Jordan... —suspiró Keitlyn—. Necesitamos ayuda.
Jordan salió del estado de shock y se aproximó hasta Henry.
—¿Qué pasó? —le preguntó palmeando la frente de Emma.
—Magia negra, veneno dirigiéndose a su corazón.
Apunté con el arma a esa voz, la conocía tan bien como para no saber quién era.
—Está con nosotros ahora Ethan —confirmó Blake calmándome un poco.
Guardé mi arma en el pantalón, mi mirada se centró en la de Keitlyn. Ella me veía algo agotada, caminó hacia mi enrollándome en un fuerte abrazo.
—Te he extrañado.
—Yo igual —respondí separándome de ella—. ¿Cómo pasó lo de Emma?
Mi hermana agachó su cabeza, todos lucían molestos y distraídos.
—Fue DarkBan —respondió Scott de repente.
—Henry, acuéstala en el cuarto de enfermería —pidió Jordan.
Henry siguió a Jordan decidido, creo que no había visto a Henry muy preocupado.
Miré a Keit, mantenía los ojos cerrados. ¿Qué le pasaba? Puede que DarkBan sea fuerte, pero esto no tendría porque detenerlos.
—Le cortó el brazo a Peter —escuché la voz de Blake. Abrí los ojos ampliamente ante lo dicho—, y entregó a Thea al congreso.
Thea era sostenida por Scott, quien parecía disgustarle ser el encargado de cuidarla.
—Llegamos a rescatar a Thea, pero Skousen no estaba solo, DarkBan lo acompañaba. —Vi a Keit apretar los puños—. Como siempre con una miserable capucha.
—La golpeó con magia oscura y ahora depende de lo que Jordan sepa —continuó Blake cansado.
Les indiqué que me siguieran, empecé a caminar, llegamos a una puerta y sin pensarlo dos veces la abrí.
Jordan estaba pensativo mientras veía a Emma tirada en la camilla de la enfermería provisional que teníamos, nuestros recursos si eran muchos, teníamos ya varias cosas, pero para mí no eran suficientes.
—Dicen que ese veneno está llegando a su corazón —escuché decir a Jordan.
—Es lo que dije —sostuvo Scott.
Realmente aún sentía desconfianza por él, también envidia. Era obvio que había estado al lado de Keitlyn desde que nos separamos aquella vez.
Jordan asintió y se acercó a Emma, palmeó su frente con su mano derecha, ella parecía estar sudando demasiado, sus ojos los apretaba con fuerza, era como si luchara contra el veneno.
—En su reino existe una fuente —dijo Jordan de repente—, es como un agua curativa, solo sirve para la realeza, pero hay un problema. Esa fuente fue destruida en el ataque contra DarkBan, si pudieran encontrar aunque sea un poco de agua solucionaría todo, con tan solo una gota bastaría.
—Fácil —habló Henry—. Keit, Blake, vamos. Los demás se quedarán a cuidarla —siguió hablando desesperado—. Por favor protéjanla, ella es...
Un gran chorro de agua golpeó a Henry mandándolo a volar fuera de la habitación.
Giré abruptamente a la camilla donde se supone estaba Emma.
Me sorprendí al verla parada de pie en la camilla, sus ojos estaban diferentes, parecían inyectados en sangre negra. No tenían iris, todo era negro con pequeñas cicatrices marcadas debajo. Casi como si solo una pupila gigante se extendiera por completo.
Me tiré al suelo cuando empezó a disparar más chorros de agua.
—¡¿Qué pasa?! —gritó mi hermana.
—Tomó su cerebro y corazón —dijo Scott también desde el suelo—. Está bajo su control.
Vi como Blake se paró del suelo tratando de encerrar a Emma con una celda de tierra, ella simplemente lo mojó derrumbándolo.
Dio una vuelta en el aire cayendo delante de la puerta.
Henry se encontraba prohibiéndole la salida con su cuerpo.
—Emma, estás dentro, lo sé. Por favor no nos ataques, somos tus amigos.
Emma alzó su mano derecha haciendo salir una inmensa cantidad de agua. Henry desesperado con sus dos manos hizo salir su poder de aire a tiempo alejando su ataque.
Sus poderes estaban en una gran batalla. El ceño de Henry se empezó a fruncir, ya no podía más, de las manos de Emma empezó a gotear algo, no era agua... era sangre.
Henry se preocupó descuidándose al instante, el poder de Emma se incrementó intensamente hasta llegar a Henry, su cuerpo se pegó a la pared.
Maldición, estaba prohibiendo que Henry respirará debido a la intensidad del agua oprimiendo su pecho.
—¡Emma basta! —gritó Blake formando una mano de tierra.
Emma simplemente alzó su otra mano formando una gran esfera de agua, de ella salió un tentáculo tomando desprevenida a Keitlyn metiéndola dentro.
Me paré llegando a la esfera de agua, las manos de Keit se encontraban en su cuello, sus ojos empezaron a cerrarse lentamente.
—Agua y fuego mala combinación —dijo Jordan buscando algo en un cajón—. Los poderes de los elementos no afectan si ellos no lo quieren así, es por eso que antes no pasaba nada si Emma y Keitlyn utilizaban sus poderes, pero ahora Emma no tiene voluntad propia, ella quiere hacerle daño a Keit y sus poderes están afectando la naturaleza de ella.
Keitlyn abrió los ojos de golpe al igual que su boca, estaba tragando mucha agua.
—¡Emma!
El puño de tierra formando por Blake golpeó con fuerza el suelo haciendo tambalear a Emma, perdió la concentración y sus poderes se vinieron abajo.
La esfera desapareció, Keitlyn cayó de ella, pero Scott la alcanzó a tiempo cargándola en sus brazos.
Thea estaba resguardada con Jordan, quien le había inyectado algo a ella en su brazo.
Henry cayó al suelo mojado sin fuerzas, su rostro se veía perdido, levantó un poco la cara escupiendo algo de agua.
Blake se quedó quieto en un instante.
—Ni se te ocurra idiota —dijo Scott—. Si te metes en su mente, o piensas en querer controlarla, DarkBan podrá controlarte a ti también. Ambos están conectados, recuérdalo.
Blake gruñó por lo bajo poniéndose enfrente de todos para cubrirnos de Emma.
Ella se encontraba quieta mirándonos con atención.
Escuché a alguien toser sin parar, Keitlyn empezó a escupir agua. Scott la bajó con cuidado al suelo mirándola con preocupación.
Giré a Emma nuevamente, ella se encontraba flotando, podía percibir la oscuridad alrededor de ella, alzó ambas manos al aire formando una inmensa cantidad de agua rodeada por algo oscuro.
Bajó sus manos enviándonos su ataque, Blake actuó rápido formando un escudo hecho por tierra. El agua empezó a dañarlo y Blake intentó hacer una capa más, pero por un orificio entró un chorro que lo mando directamente al suelo.
—Caerá —dijo Tripp preocupado.
El escudo se rompió, el agua con energía empezó a entrar, pero tan rápido como lo vi filtrarse hacia nosotros, desapareció.
Junto con Emma.
Keitlyn cayó nuevamente al suelo arriba de un gran charco de agua, empezó a respirar con dificultad, sus ojos ahora regresaban a la normalidad.
—¿Estás bien? —Blake llegó a su lado tocando su rostro, la giró hacia arriba quitando varios mechones de cabello mojados—. No debiste de hacer eso.
Ella tragó saliva mientras sus ojos se cerraban lentamente hasta quedar completamente inconsciente.
Blake suspiró mientras la abrazaba, la cargó en brazos y la puso sobre la camilla, que después de todo lo sucedido estaba empapada.
Toda la enfermería y aseguro el lugar, estaban mojados.
—¡Joder!
Henry se paró sosteniéndose de la pared mientras negaba con la cabeza.
—¡¿Y el sacrificio de Finn?! —gritó—. ¡Ese demonio enserio que...!
Sus piernas se tambalearon, Tripp corría para auxiliarlo, pero él negó con la cabeza mientras luchaba por mantenerse en pie.
—Henry, Keit y Thea necesitan ayuda —dijo Blake agachando su cabeza—. Y creo que aquí no podremos auxiliarlos.
Blake se paró enfrente de la puerta, con sus manos hizo un extraño movimiento, después simplemente señaló.
—Sé que no pueden ver nada, sólo pasen por ahí.
Alex se me adelantó sosteniendo a Thea por los hombros.
—Le he administrado un tranquilizante, estaba demasiado mal —dijo Jordan poniéndose a la par mía.
Alex pasó junto a Thea.
Giré hacia Keitlyn, Scott la traía en brazos, por un momento nuestras miradas se cruzaron, él simplemente pasó de mi y caminó hacia la puerta desapareciendo al instante.
Tripp pudo por fin traer a Henry cómo pudo, y juntos pasaron por ahí también.
Suspiré cansado.
Primero eran las armas, nos habíamos establecido en un buen lugar, y ahora estaba perdido.
Jordan palmeó mi espalda, caminó y cruzó.
—Sé que probablemente te moleste que Scott te quite a Keit.
Di un brinco en mi lugar girando hacia atrás.
—Pero ya te acostumbrarás. Es decir, desde que se unió a nosotros me considera una amenaza para Keit —habló Blake frunciendo el ceño.
—No es el único —musité antes de cruzar por la puerta.
Parecía estar en algún tipo de portal, estaba siendo conducido rodeado por luces amarillas. Vi una luz blanca al final y al llegar, aterricé en tierra.
—Insisto en que esto es increíble.
Juraría que de no ser porque estábamos en una situación seria, hubiese corrido por todos lados explorando los alrededores.
¿Dónde rayos estábamos?
—Estamos en el reino de Keit —dijo Blake al leer mis pensamientos.
—¿Cómo es que creaste un portal? —preguntó Alex a Smith.
—Larga historia —confesó.
Un chico de unos 25 años se acercó a nosotros, detrás de él unas enfermeras trayendo camillas consigo.
—Dios, la princesa —dijo una enfermera con preocupación.
—Spencer —lo llamó Blake—. Cuídalos, ha sido DarkBan nuevamente.
Scott acomodó a Keit en la camilla con delicadeza, Henry se negaba a acostarse, pero Tripp cansado lo empujó a la camilla, Henry no pudo oponerse por falta de fuerza y se dejó caer arriba, Alex ayudó a subir a Thea a la suya.
Las tres enfermeras corrieron en dirección opuesta apresuradas.
En mi campo de visión aparecieron varios guardias con espadas en las manos apuntando hacia nosotros.
Me deslicé a la izquierda para asegurar algo, la espada me siguió.
Si era a nosotros.
—Vienen con nosotros —dijo Blake alzando los brazos.
—No podemos dejarlos pasar, seguimos órdenes —contestó un guardia.
—Bien, en ausencia de la princesa quiere decir que la segunda autoridad al mando de este reino soy yo. —Scott dio un paso a los guardias—. Poseo también el elemento fuego, así que deben de seguir una orden directa mía. Déjenlos pasar.
Los guardias se miraron entre sí mientras asentían con la cabeza, hicieron una pequeña reverencia saliendo al instante del lugar.
—¿Un gracias... tal vez? —agregó con burla.
Rodé los ojos empezando a caminar por donde las enfermeras habían corrido. Arrogante.
—Príncipe Blake —llamó el que parecía llamarse Spencer—. Peter se ha recuperado rápidamente, se encuentra en perfectas condiciones para caminar.
Blake asintió mientras seguíamos caminando.
Llegamos a un hospital. Se suponía que el reino de Keit estaba totalmente destruido, o por lo menos solo quedaban algunas estructuras en pie, y la gente estaba bajo un hechizo congelador... ¿cómo es que ahora todo funcionaba bien?
Era evidente que Scott se había librado del demonio que lo consumía, y que poseía el poder de fuego, sin mencionar el repentino cariño hacia Keit.
Todo era diferente desde entonces. Un hombre ahora reformado estaba frente a mi.
—Scott logró romper el hechizo congelador, además restauró las estructuras de todo el reino —mencionó Blake con algo de alegría—. Él era la clave y gracias a él todo aquí volvió a la normalidad después de la batalla contra DarkBan.
Todos entramos al hospital, muchas enfermeras corrían de un lado a otro.
—¿Así que el generoso Scott le ha regresado el reino a su hermanita? —comentó Alex ahora con burla—. Muy gentil de tu parte.
Scott lo fulminó con la mirada.
—¿Por qué te pones así? Ahora estamos del mismo lado —bufoneó nuevamente Alex palmeándole el hombro derecho.
—No vuelvas a tocarme —siseó Scott.
—¿Por qué? ¿Andas chido?
—Yo creo que así es él.
Todos volteamos a ver a Peter.
—Vaya... —murmuré viendo a Peter sin un brazo.
Blake ya lo había dicho, pero realmente tenía que verlo con mis propios ojos para creerlo mejor.
—Si, cruzarse con DarkBan no deja buenos resultados, ni siquiera Henry y Keit salieron bien, y a juzgar por sus rostros algo grande pasó.
—Emma es controlada —soltó Blake de golpe—. El veneno llegó a su corazón y a su cerebro. Scott pensó que moriría, pero realmente el veneno enrolló su corazón obligándola a hacer cosas que ella no haría.
—Utilizó sus poderes contra Henry y Keit —agregó Scott.
—¿Y dónde está...? —preguntó Peter.
—Iba a matarnos a todos con una intensa concentración de su poder, así que Keit utilizó su poder de la luz morada clara y la hizo desaparecer, creo que ella solo sabe dónde está, pero como sigue inconsciente no lo sabremos —explicó Blake.
Peter agachó su mirada tristemente.
—Entienda príncipe Henry, no puede levantarse tan abruptamente, sus heridas...
—¡No me importa!
Henry empujaba a una enfermera que le impedía salir de una habitación.
—¿En que piensas? —espetó Blake enojado—. ¿En ir a buscarla a dónde? Solo Keitlyn sabe.
—Entiendo porque la desapareció, es decir, DarkBan iba a matarlos, porque era él. Sé que no es Emma, pero quiero recuperarla, ese maldito demonio no me quitará lo único bueno en mi vida —insistió con desesperación.
—Tenemos que esperar a que Keitlyn despierte.
—Podrás esperar tú, pero yo no.
—Henry...
—¡Esto no lo quería! —gritó Henry—. No quería que Emma saliera lastimada, ni Keitlyn, ni nadie.
—No fue tu culpa Henry... —repuso Blake.
—Si no me hubiera separado de Emma en el instante en que apareció DarkBan, ella...
—No hay que pensar en el hubiera...
Keitlyn estaba parada en el marco de la puerta en la habitación de a un lado. Se veía pálida, también estaba siendo reprendida por una enfermera.
—Ella está bien Henry —susurró Keitlyn—. Ella...
Keit empezó a caer, pero justo al instante Henry la sostuvo de los hombros ayudándola a reincorporarse nuevamente.
—Todo fue mi culpa, Keit —murmuró Henry abrazándola—. No quiero perderla, no quiero perderte, no quiero que nadie más salga herido.
Keit negó con la cabeza.
—No fue culpa de nadie...
—Ánimo Henry —me acerqué hasta ellos—. Ahora que estamos por así decirlo juntos los ayudaremos a buscar a Emma.
Henry sonrió, giró a ver a mi hermana y le revolvió un poco el cabello.
—Te quedarás aquí, enana.
—Ni lo pienses, iré —aseguró Keit.
—Yo no recibí el intenso poder del agua que estaba combatiendo contra tu elemento de fuego, y mucho menos utilicé un poder potente para teletransportarla a otro lugar, no estoy tan débil como tú —agregó con inteligencia Henry—. Sólo dinos dónde está, nosotros nos encargaremos del resto.
—En su reino.
—Ya está —dijo Blake—. Henry y yo iremos.
—También yo. —Scott dio un paso al frente.
—Jordan, Tripp, se quedarán junto a Keit, Peter y Thea. Si algo sucede, o al estúpido demonio se le ocurre hacer algo en nuestra ausencia, deben cuidarlos cómo se pueda, y en el peor de los casos; esconderse —ordené.
—Eso quiere decir que también tendré que acompañarlos al reino de agua —musitó Alex con cansancio.
Blake negó con la cabeza haciendo nuevamente ese movimiento con sus manos, creando seguramente un portal al reino de agua.
—Emma es controlada, ¿no creen que ya debió de haberse ido de ese lugar? —preguntó Tripp deteniendo a todos de golpe.
—Utilizó una gran cantidad de su elemento hace rato, no debe de tener energía suficiente como para crear portales ahora —argumentó Scott cruzando por el portal.
Henry y Alex lo siguieron cruzando por el también.
Blake se regresó hacia Keit para besarla, cuando iba a cruzar por el portal le puse el pie y cayó en el de cara.
—Ethan —me reprendió Keit.
—¿Qué? Nada de besos frente a mi —exclamé alzando los hombros.
—Celoso.
—Te diré algo, la verdad es que ya los extrañaba.
Keitlyn sonrió, yo le sonreí de vuelta.
—Suerte —me dijo.
—Ustedes tengan cuidado —contesté mirando a Jordan y a Tripp.
Keitlyn me tomó desprevenido abrazándome con las pocas fuerzas que tenía.
Le regresé el abrazo mientras le acariciaba el cabello.
—Te extrañé tanto Ethan —admitió.
—Yo también pequeña.
Besé su frente, Jordan se apresuró en llegar hacia Keit sosteniéndola cuidadosamente.
—Otra cosa Keit...
—¿Sí?
—¿El portal sigue ahí? —pregunté.
Keitlyn rió y asintió con la cabeza apuntándome la dirección del portal.
Caminé hasta llegar hacia el, introduje una mano por donde se supone que se encontraba el portal, ahora ya no la veía.
Seguí caminando y por última vez giré a ver a Keit.
Me miraba preocupada, así que le sonreí antes de pasar completamente por el portal.
Entendía su preocupación, pero ahora podía ayudarla con algo al fin.
Ya sabía que tan peligroso podía ser DarkBan, definitivamente no quería exponerla a más problemas, no ahora que por fin nos habíamos encontrado.
Salí del portal encontrándome con el reino de Emma destruido, todo el suelo se encontraba cubierto por agua.
Sentí mis pies quemarse al instante, pero una gran torre de tierra me levantó hasta quedar en el aire.
—El agua quema —me avisó Blake algo tarde.
—Emma nos estaba esperando —agregó Henry molesto—. Sabe que estamos aquí.
Gracias una vez más por todo su apoyo.
¡Los quiero bastante!