Después de un par de canciones, Dulce María abandona a sus hermanas al ver a su novio solo en un sofá de aquella discoteca.
- Mi amor, ¿qué ocurre? ¿Por qué no bailas?; preguntaba la pelirroja bebiendo de la copa que él traía.
- ¿Porque no conozco a nadie?; ironizaba el greñudo apartando su vista de ella.
- Me conoces a mí, y a mis hermanas, y a Andrea...; decía la joven intentando quitarle hierro al asunto.
- Andrea está con sus cuates italianos, además sólo he hablado con él un par de veces. Y tú estabas muy entretenida con Blanca y Claudia celebrando la noticia. No quería interrumpir...; respondía seriamente el muchacho.
- Bebé, sabes que nunca interrumpes. Ya quita esa cara y vamos a bailar...; pedía la chica tirando de sus manos.
- No me apetece...; comentaba el greñudo sentándose de nuevo.
- Menos mal que sé cómo convencer a los chiquitos berrinchudos como tú...; reía dulcemente la pelirroja, sentándose sobre sus piernas mientras comenzaba por besar su cuello.
- ¿Tienes que convencer a muchos, o qué?; preguntaba Uckermann haciéndose el celoso mientras se dejaba querer.
- Sólo a uno, pero me trae loca, en todos los sentidos...; le susurraba Dulce mordisqueando su oreja.
Tras un par de minutos, el berrinche del joven se había esfumado, y él y su novia ya caminaban rumbo a la pista de baile.
- Y ahora, todos busquen una pareja porque suena una canción muy especial para la novia...; anuncia el DJ de la fiesta.
- La mato...; refunfuñaba la muchacha cuando ya se abrazaba a la suya.
- Disfrutémosla, aquí podemos ser nosotros mismos...; susurraba el chico cuando ya sonaban los primeros acordes de 'Este Corazón'.
La música terminó, pero ellos continuaban en su abrazo eterno, ese en el que se habían perdido mientras sonaba aquella canción, su canción...
- ¿Foto?; preguntaba el fotógrafo que Claudia había contratado para la ocasión.
- ¡Claro! Pónganse todos; decía Blanca mientras Dulce y Christopher salían de su ensimismamiento.
- Oye, ¿esto no saldrá publicado en ningún lado, verdad?; preguntaba el greñudo preocupado.
- Tranquilo cuñado, esto se quedará en mi álbum privado. Nadie podrá decir que te ha visto en una fiesta con tu familia política. Y ahora sonríe para la foto; carcajeaba Claudia.