Capítulo 278

762 61 1
                                    

Había pasado poco más de un mes y medio desde su partida, y para no perder viejas costumbres, Christopher y Dulce María se telefoneaban cada noche, a las diez en punto, justo en el momento en el que sonaba aquella canción, su canción.

Tras ponerse al día de lo ocurrido en sus últimas veinticuatro horas y ofrecerse un millón de palabras bonitas, el muchacho realizaba la misma pregunta de siempre, sabiendo que obtendría idéntica respuesta a la de las últimas semanas...

- Mi amor, ¿cuándo vendrás a verme?; insistía el joven.

- Chris, aún es muy pronto. Nos pueden cachar...; rechazaba la chica por temor a los odiosos paparazzis.

- Si no nos descubrieron en estos años, no van a tener ahora esa suerte...; rebatía el greñudo, intentando convencerla.

- Además, para el mundo soy una recién soltera. No estaría bien que la gente me viese tan feliz...; comentaba ella, intentando excusarse.

- Prométeme que lo pensarás al menos...; decía él nuevamente.

- Te lo prometo...; suspiraba la pelirroja.

- Bueno, ya tengo que colgar. Los chavos de la producción me están esperando; informaba Uckermann.

- ¿Sólo chavos? Espero no ver ninguna imagen subidita de tono con ninguna muchachita colombiana...; amenazaba Dulce en tono burlón.

- Lo mismo digo, señorita...; reía el joven.

- Te quiero; se despedía la muchacha.

- Yo más...; respondía el chico.

Cuando habían colgado...

- ¿Están listas?; preguntaba Dulce a sus amigas, que llegaron a su cuarto durante aquella llamada, dispuestas a destruir la noche mexicana.

- Tú estás lista, ¡pero para volar a Bogotá en un par de días!; informaba Samantha extremadamente ilusionada, mostrándole la laptop que reposaba sobre su escritorio.

- ¿Qué?; preguntaba la pelirroja sin dar crédito a lo que habían escuchado sus oídos, a lo que habían visto aquellos ojos color chocolate que miraban fijamente aquella pantalla.

- Te tardaste demasiado y digamos que hemos tomado alguna que otra decisión por ti...; aclaraba Paty escondida en una sonrisa picarona.

- ¡Las mato!; chillaba la mujer plenamente feliz.

- Las amo, dirás; apostillaba Fran abrazando a su amiga.

2.2. Before the moon... (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora