2.2. Before the moon... (2)

Capítulo 291

Al regreso de aquella idílica luna de miel en la Polinesia Francesa, la distancia de nuevo separó los caminos de Dulce María y Christopher Uckermann. Él regresó a Los Ángeles, dónde ultimaba los detalles de su primer disco como solista. Ella viajó a Chile, dónde rodaría su primer protagónico en una película de calibre internacional, "Alguien ha visto a Lupita".

Se habían despedido un día después de aquellos Premios Juventud del año 2010, en los que habían preferido refugiarse en la soledad de su hotel de Miami, antes que irse de fiesta con Anahí y sus amigos.

Habían pasado varias semanas de aquella noche, y la pelirroja ya sobrevivía al invierno chileno en la soledad de su cuarto de hotel tras un día de intensas grabaciones.

- ¿Y si salimos a disfrutar de un buen vino chileno?; preguntaba la joven entrando al cuarto de su amiga Fran, con la que había viajado hasta Santiago.

- Marujita, hoy no puedo. Debo terminar esto...; respondía la muchacha señalando su computadora.

- ¿Y no lo puedes dejar para mañana?; insistía la chica.

- Dulce, soy asistente de producción, tengo ciertas obligaciones... Y no quiero que te sientas mal, pero me gustaría trabajar sola. Esto es muy importante y lo debo entregar mañana a primera hora; rechazaba Fran su proposición.

- Está bien, cambiaré nuestra copa de vino por un baño relajante...; respondía Dulce, despidiéndose de su amiga con un tierno beso.

Cuando la pelirroja abandonó la habitación de su compañera...

- «La presa ya está en el redil. Puede comenzar con la operación»; escribía Fran en su teléfono.

Ya en el cuarto de su amiga...

- ¿Por qué no contestas, maldito?; refunfuñaba la joven en el interior de aquella bañera, viendo cómo su novio no respondía a sus llamadas.

Tras varios intentos fallidos, se decidió por la compañía de un buen libro, "Los Amorosos: Cartas a Chepita". Lo había escogido hacía unos días antes en un mercadillo bohemio, aquella descripción le había recordado demasiado a su particular historia de amor: «Es difícil creer en el amor a distancia, hay muchas situaciones por las que crees que no funcionará. Pero... ¿qué pasa si es tu verdadero amor, si es la persona que te acompañará toda la vida?».

Tras unos minutos de lectura, cerró el libro, dejándolo sobre su mesita de noche. No podía continuar leyendo. Llevaba un día sin hablar con él, y su novio aún no le había devuelto aquella llamada hecha un par de horas antes.

Se entretuvo con la televisión, luego con su computadora, con un lienzo y, más tarde, con su pequeño cuaderno. Ninguna actividad duró más de quince minutos, algunas incluso mucho menos. Sentía un reconcome en su estómago que le impedía concentrarse en ninguna de ellas, por lo que decidió llamar al room service y pedir para ella esa botella de vino chileno que no había podido disfrutar con su amiga.