Capítulo 214

1.2K 76 7
                                    

Tras unos minutos, Dulce y Christopher rebuscaron entre los asientos del auto del greñudo con la única intención de recoger la ropa que habían perdido en las últimas horas... Cuando la encontraron, emprendieron el rumbo hacia el hotel que los acogía.

- Qué buena piel que traes hermanita...; reía Blanca, con la que se encontraron mientras esperaban el elevador.

- No seas envidiosa mi viejita; decía Dulce mientras la abrazaba.

Un par de minutos más tarde, la pareja ya se encontraba de nuevo en su cuarto...

- Levántese de la cama y quítese esa ropa, cochinota; reñía Uckermann dulcemente al ver cómo su novia se había dejado caer sobre el edredón que cubría aquel colchón.

- Quítamela, estoy muy cansada...; remoloneaba la muchacha.

- A sus pies, alteza; bromeaba el greñudo desprendiéndola de las sandalias y el vestido que traía.

- Esto también, es incómodo dormir en bikini...; comentaba la pelirroja sensualmente.

- Eres insaciable...; reía el greñudo desatándole los cordones.

- ¡No quiero hacer nada idiota! Es que hace calor y prefiero dormir así... ¿Acaso te desconcentro?; carcajeaba la muchacha escondiéndose bajo las sábanas.

- Veamos quién desconcentra a quién...; decía el joven sugerentemente mientras se desnudaba, perdiéndose bajo las mismas sábanas que segundos antes había ocupado su novia.

Entre cosquillas, risas y dulces besos terminaron por quedarse dormidos con sus cuerpos entrelazados...

A la mañana siguiente, pasaban ya de las doce del mediodía cuando Dulce María abría sus ojos, volviéndolos a cerrar para evitar que la luz que entraba por aquellos grandes ventanales cegase su vista. Estiró su brazo buscando a quien ya no se encontraba a su lado... Desconcertada se sentó sobre su cama, mirando a su alrededor en busca de respuestas. De repente, frente a ella, se encontraba una pequeña bandeja. La destapó, y ahí apareció una deliciosa macedonia de frutas acompañada de un rico jugo de naranja. Mientras degustaba su desayuno, la muchacha echó un vistazo a la revista que él había colocado estratégicamente. Al hojearlas, descubrió una entrevista que le habían realizado a ambos hacía unas semanas. Un par de párrafos estaban subrayados...

- Christopher: En la playa, a la orilla del mar, o en un barco en medio del mar. Definitivamente cerca del mar, eso me queda claro. La verdad es que no la he llevado a cabo.

- Dulce María: Me encantaría estar en una playa con antorchas, flores, vino y la luna. Obviamente, que haya amor, pero ése sería el escenario más lindo.

La pelirroja, sonrojada,sonreía al pensar lo compenetrados que estaban sin ni siquiera planearlo... Suscachetes se volvieron más colorados al leer la nota que le había dejado sunovio: «Chiquita dormilona, si decides cumplir mi fantasía, ven al Club deYates. Allí te estaré esperando... PD: ¿Bikini verde?».

2.2. Before the moon... (2)Where stories live. Discover now