Capítulo 246

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Aún al compás de aquella melodía...

- Primera cita, ¿verdad?; susurraba Christopher en su oído.

- Ajá...; suspiraba Dulce.

- Me gustas, me gustas mucho...; decía el joven sin separarse de ella, pasando su mano sobre su brazo, haciéndola estremecer.

- Chris...; exhaló la muchacha.

- Vamos...; pidió el chico, tirando de ella hacia la salida de aquel salón, subiendo a uno de los elevadores que los llevaba a una de las suites de aquel parador.

- Chris...; reía la pelirroja, sintiendo cómo la tomaba por el cuello con sus manos, besándola una vez más.

En apenas segundos Uckermann juntó su boca con la de su novia, abriéndola con la única intención de meter su lengua buscando la de ella, entrelazándolas con pasión incontrolada. Dulce María se incorporó, abrazándolo por el cuello, acercándolo más y más, dejando que hiciera lo que estaba deseando hacer.

El greñudo respiraba agitado, no tenía intención alguna de detenerse, quería estar completamente dentro de ella. Quería tener su lengua en su garganta, y cuando con una mano la tomó de la cintura, gimió realmente excitado. Sin duda, parecía que aquella era su primera vez.

Ya no soportaba aquella situación, aquella erección bajo sus pantalones ajustados. Comenzó por besarle el rostro, el cuello... Comenzó a lamerla, olerla, sentirla por todas partes... Sin poder controlarse, tiró de su mano, llevándola hacia el sillón situado bajo una de las ventanas principales de aquella habitación. Se sentó y atrajo a la mujer, haciendo que cayese sobre él. La pelirroja lo besó, totalmente ajena a lo que hacía, rogando en silencio para que su novio hiciese lo que estaba a punto de hacer.

El hombre besó su boca con ardor, con fuego contenido, y antes de que ella se diese cuenta, ya bajaba los tirantes de su vestido, buscando sus pechos, dejando escapar un suspiro de satisfacción cuando notó que no llevaba sujetador, soltando un gemido de excitación al ver sus senos, extremadamente complacido con lo que sus ojos veían. Como niño chico, jugueteó con ellos. Los tocó, los acarició, los saboreó... Con lentitud empezó a cubrirlos de besos, paseando su lengua por sus pezones erectos, hasta que finalmente se los llevó a la boca, succionando con ansia incontrolada.

Dulce se escuchó gemir, y antes de darse cuenta, acabó por bajarse el vestido, colocándose a horcajadas sobre él, besando sus labios, jugando con él... Repartió besos por su cuello, pasando por su pecho cuando ya lo desprendía que aquella camisa que empezaba a sobrar. Cuando llegó a su cintura, lo miró traviesa, y con una sonrisa pícara le abrió el pantalón, buscando su miembro.

Cuando el muchacho sintió sus manos sobre él, se tensó y resopló, llevándose las manos a la cabeza...

- Hazlo...; imploraba Christopher en un hilo de voz.

La chica lo miró y abrió su boca, comenzando por pasear su lengua por su miembro, que se engrandecía a cada segundo que pasaba. Mientras, escuchaba los jadeos del hombre que se retorcía bajo su cuerpo y pedía que no se detuviese...

Uckermann respiraba agitado, estaba por correrse en su boca y no quería hacerlo. Imprevisiblemente se alejó de ella, quien lo miró sorprendida. La besó rápidamente mientras la hacía volverse de espaldas contra el sillón que habían ocupado durante los últimos minutos...

2.2. Before the moon... (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora