Capítulo 248

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«Tour del Adiós», leían a principios del mes de noviembre en el boliviano Estadio Hernando Siles, donde ofrecerían el primero de sus últimos conciertos como grupo...

El nombre, sin duda, era premonitorio. El adiós de la banda, el adiós de sus giras, el adiós de su vida en común, ¿el adiós de su felicidad?

Los primeros rumores sobre la nueva pareja de Dulce María ya se habían lanzado entre bastidores y estaban corriendo como la espuma entre bambalinas. Por el momento, dejarían correr el asunto, tenían prohibido confirmar o desmentir nada, simplemente le darían largas a esos chismorreos. Jugarían con el público, aumentarían su expectación. Aún no era el momento de las fotografías, simplemente dejarían entrever que se estaban conociendo con sonrisas picaronas y cachetes colorados...

Tras su concierto en La Paz, visitaron el país donde se fraguó su historia de manera inconsciente. Sin Pablo y Marizza, probablemente Diego y Roberta nunca habrían llegado a sus vidas, y nada de lo que sucedió desde el momento en el que cruzaron sus miradas en aquellos castings se hubiera vuelto realidad. Argentina y sus ciudades ya los estaban esperando. Buenos Aires, Córdoba y Rosario serían las afortunadas.

Durante una comida en ésta última...

- Dulce, en nuestro regreso a México, tomaremos las primeras fotografías; informaba Pedro Damián sin ningún miramiento.

- ¿Qué?; respondía la joven realmente sorprendida.

- En menos de un mes comenzaremos con las grabaciones. Y para ahí ustedes ya estarán de lo más enamorados... Será tu regalo de cumpleaños; reía el productor.

- Por favor, sean discretos. Aunque si nos quieren dar una ayudadita, pueden hablar de su nuevo novio con alguno de los paparazzis que los atosiguen a preguntas; carcajeaba el hombre.

Sin previo aviso, Christopher se levantó haciendo un ruido estruendoso, saliendo de aquel comedor como toro desbocado. Dulce siguió sus pasos muy de cerca.

- ¿Era necesario?; preguntaba Poncho seriamente.

- ¿El qué?; rebatía Pedro molesto.

- ¿No podrían haber tenido una reunión con ella? ¿Lo tenías que hacer aquí delante de todos, delante de él?; regañaba Maite visiblemente enfadada.

- ¡Ay ya, si todos saben lo que estamos haciendo!; respondía el productor quitándole importancia al asunto.

- Una cosa es que lo sepa, y otra muy distinta es que no le duela; decía Anahí inmiscuyéndose en aquella tensa conversación.

- La verdad es que la están cagando. Sigan haciendo lo que están haciendo. Luego no se sorprendan si Christopher os echa el negocio a la basura; decía Christian irónicamente.

- No se atreverá...; rebatía Luis Luisillo.

- ¿Por Dulce? Lo conozco. Por ella haría cualquier cosa...; insistía la güera.

- Quiero ver cuánto duran tras el 21 de diciembre...; carcajeaba el hombre.

- No jueguen con fuego, se pueden quemar...; avisaba Alfonso con extrema cordura.

2.2. Before the moon... (2)Where stories live. Discover now