Capítulo 277

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Segundos después, Dulce y Christopher ya se habían desnudado el uno al otro entre tiernos arrumacos, ocultando su amor tras aquellos arbustos que los escondían de posibles miradas indiscretas...

- ¿Dónde vas?; gritaba el joven, viendo cómo su novia corría hacia el Río Papaloapan.

- Sólo intento martirizarte en agua dulce; reía la muchacha adentrándose en aquellas aguas.

El chico corrió tras ella, dejándose caer sobre su novia tan pronto como logró atraparla.

- Veamos quién de los dos termina más martirizado...; rebatía el greñudo, atrapándola contra su cuerpo con una mano, jugueteando con los dedos de la otra bajo el agua de aquel río en la que la temperatura comenzaba a subir, mordisqueando sus pezones endurecidos.

- Maldito... ¿En qué momento dejé que conocieras mis puntos débiles?; se preguntaba la pelirroja, gimoteando mientras se aferraba al cabello de su pareja, evitando que la corriente la llevase en esos momentos en los que ni sus fuerzas podía controlar.

- En el momento en el que te enamoraste de mí...; susurraba él, callándola con un beso apasionado.

Y así, sin previo aviso, Dulce María sintió cómo las manos de aquel hombre que la volvía completamente loca elevaban sus nalgas, haciendo que sus caderas se levantasen. A los pocos segundos sintió cómo su pene ya rozaba su vagina humedecida, entrando en ella en una embestida letal que la hizo estremecer, continuando durante un tiempo con aquel baile de dos.

- Te amo...; dijeron al unísono, sintiendo cómo un escalofrío atravesaba sus cuerpos, rompiendo con los remolinos que se formaban a su alrededor.

Y continuando con aquel amor en el que no importaban las fronteras, Christopher regresó a Los Ángeles, mientras ella retomaría nuevamente su noviazgo en Tlacotalpan. Por suerte, un mes más tarde Pablo y Dulce anunciarían su ruptura definitiva, coincidiendo con el final de aquella novela que no había logrado el éxito que todos habían augurado.

Así, a finales del mes de julio Dulce María alcanzó aquella liberación que tanto deseaba, y su felicidad creció cuando firmó un próspero contrato con Universal Music Group, que la llevaría a lograr el gran sueño de su vida: publicar su primer disco como solista.

La pelirroja viajó a Santa Mónica, California, donde su disquera tenía su sede principal, aprovechando aquellos primeros días del mes de agosto para disfrutar de las calles angelinas al lado de su amor. Aquella plenitud que sentía al ver que su vida recobraba sentido, se resquebrajó cuando un par de semanas más tarde, a Christopher lo convocaron a un casting en el que le ofrecían protagonizar una nueva serie de televisión. El greñudo no tuvo mucho tiempo para meditarlo, aunque ella siempre estuvo a su lado y lo apoyó en todas sus decisiones. Fue así cómo Uckermann se convirtió en Luca, trasladándose a Bogotá en menos de una semana para comenzar a filmar Kdabra.

2.2. Before the moon... (2)Where stories live. Discover now