Capítulo 310

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Un par de semanas más tarde, a inicios del mes de abril, Dulce María ya aterrizaba en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, ciudad en la que esa misma noche ofrecería un pequeño concierto en "The Highlands", un conocido club nocturno de la ciudad.

Sin saberlo, a unos seiscientos metros de ese local, se situaba "King King", el club nocturno en el que Christopher Uckermann interpretaría algunos de los temas protagonistas de su primer disco como solista.

A eso de las diez y media de la noche, recién salida de su actuación en aquella sala, la pelirroja ya paseaba por Hollywood Boulevard, acompañada de Luis Luisillo, buscando un lugar en el que cenar, antes de regresar a su hotel. Tranquilamente caminaban por el Paseo de la Fama, entreteniéndose con aquellas estrellas extendidas a lo largo de la avenida por la que transitaban, topándose frente a frente con unos viejos conocidos...

- ¡Don Luis! ¿Qué hace usted acá?; saludaba Guillermo Rosas, haciendo que la muchacha se girase al escuchar su voz.

- ¡Hola!; decía Dulce, recibiéndolo con una gran sonrisa, aunque ésta pronto se borró al comprobar de quién venía acompañado.

- Buenas noches...; comentaba Christopher, quien ya se soltaba de la mano de su novia para estrechársela a Luis, dudando qué hacer con aquella muchacha que le apartaba su mirada, y a la que finalmente saludó con un tímido beso en el cachete.

- Ella es...; titubeaba Uckermann sin saber cómo presentar a la mujer que permanecía a su lado.

- Soy Marian, su novia. Un gusto...; comentaba ella distendidamente, regalándole un beso a Luis, acercándose a Dulce con una sonrisa pletórica, saludándola con otro beso en su mejilla.

- Y bueno, ¿qué hacen ustedes por acá?; preguntaba Guillermo, intentando romper con aquella tensión que ya se notaba en el ambiente.

- Dulce ha ofrecido un magnífico concierto en el "Highlands"; explicaba Luis.

- Ay, qué coincidencia. Mi Chris también ha tenido un concierto acá en el "King King"; explicaba Marian, abrazándose a su novio.

- Sí, ahora buscábamos un lugar para cenar...; comentaba Guillermo, incómodo por la actitud de Marian.

- Igual que nosotros...; apostillaba Luis.

- ¿Y por qué no cenamos todos juntos?; proponía el güero, sin pensar demasiado su proposición.

- Va, por los viejos tiempos...; aceptaba Luis, ignorando las miradas que le ofrecía su pupila, emprendiendo camino junto a Guillermo, haciendo que Dulce María quedase relegada a caminar al lado de aquella pareja con la que sentía que no podía convivir ni un segundo más.


( * En realidad, el concierto de Christopher en ese club se realizó tres días después del de Dulce, pero el encuentro y esa cena sí se produjeron)    

2.2. Before the moon... (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora