Capítulo 250

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Durante las dos semanas que permanecieron en la Ciudad de México, cada uno se dedicó a sus proyectos personales: Maite a su novela, Poncho a su película, Christian a su obra de teatro, Christopher a su primer disco en solitario... Por su parte, Dulce María y Anahí habían aprovechado su estancia en la capital para grabar una colaboración con el italiano Tiziano Ferro.

Las muchachas habían decidido pasar la noche en el departamento de la güera, recordando esas viejas reuniones de amigas que hacía un tiempo que no ocurrían.

Tras una cena entretenida, se tumbaron en uno de los sofás de la anfitriona. Dulce pretendía ver una de las películas que Annie guardaba en su departamento. Las intenciones de la güera eran otras...

- Hadita... ¿Te puedo hacer una pregunta?; decía Anahí acariciando el cabello de su compañera.

- Claro...; sonreía tiernamente Dulce.

- ¿Qué tal estás?; preguntaba la joven preocupada por su amiga.

- Cansada... Mucho trabajo hoy; respondía la muchacha.

- Sabes que no me refiero a eso...; regañaba dulcemente la chica.

- Ah... Pues cómo puedo...; suspiraba la pelirroja.

- ¿Y con Christopher?; insistía la güera.

- Con él todo bien, es un amor. Me apoya en todo. El otro día hasta se le presentó a Pablo cuando sacamos nuestras primeras fotos. Pero...; exhalaba su compañera.

- ¿Pero qué?; continuaba su amiga.

- Pero yo sé que él no está tan bien como intenta aparentar. La otra semana, cuando me fui corriendo tras él en Argentina, me lo encontré llorando en nuestra cama. Está muy inseguro de lo nuestro. Llegó a preguntarme si podría seguir acerándose a mí en los conciertos...; titubeaba nerviosa la joven.

- ¿Y tú qué le respondiste?; la cuestionaba la muchacha.

- Que sí... ¿Qué le iba a decir? No puedo negarme a eso...; respondía la chica.

- Muy bien hecho. Él se lo merece, los dos se lo merecen... Y si alguien los regaña, siempre pueden decir que todo era parte del show; sonreía la güera intentando animarla.

- Ya...; decía la pelirroja agachando su vista.

- Mi amor, no será fácil. Claro que no lo será, mucho menos cuando empiecen a salir fotografías, cuando se lancen mil y un rumores. Discutirán, dudarán de algunas de esas noticias, pero ambos deben ser conscientes del mundo en el que nos movemos. Acá lo único que interesa son los pesos con los que unos cuantos pretenden llenar sus bolsillos. Aun así, ustedes deben confiar en su amor. Él te ama Dulce, lo conozco y jamás lo había visto así. Y tú lo amas más que a tu vida, más de lo que tú puedes llegar a imaginar. No dejen escapar su oportunidad de ser felices por un simple contrato que se terminará en pocos meses. Disfruten escondidos de los flashes, y háganlo también para ellos. Tienen la excusa perfecta, sigan con su show. Arriba de un escenario será el único lugar donde realmente puedan ser ustedes dos frente al mundo; aconsejaba Annie acogiéndola entre sus brazos.

- Gracias...; sollozaba Dulce envuelta en el tierno abrazo de su amiga.

2.2. Before the moon... (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora