Capítulo 267

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Tan pronto como entraron por aquella puerta acristalada, la cumpleañera recibió a las tres hermanas verdaderamente entusiasmada. Tras los saludos de bienvenida y algunas presentaciones, Samantha arrinconó a su amiga en una esquina:

- Me ha llamado Chris. No puede llegar a tiempo...; susurra la joven.

- Gracias...; respondía Dulce María, tan triste como aliviada.

Un par de horas más tarde, las copas que rápidamente había ingerido la muchacha comenzaban a surtir efecto. Claudia, preocupada por el estado de su hermana pequeña, la sentó en uno de los pocos sofás que quedaban vacíos en aquel local.

- ¿Qué estás haciendo?; pregunta la mujer muy seria.

- Echar mi vida a perder...; suspira la chica.

- Dul, mi amor, esta no es la solución...; decía Claudia, acariciando su cabello, quitándole la copa que llevaba en su mano.

- Ya lo sé, pero no aguanto más, no puedo soportar más esta situación. Hay días en los que no sé ni cómo logro levantarme...; lloraba Dulce en brazos de su hermana.

- Y si no puedes estar sin él... ¿Por qué no lo buscas?; aconsejaba Claudia sin soltar sus manos.

- Porque no puedo, no quiero que sufra más...; sollozaba la pelirroja.

- ¿De verdad crees que él está mejor sin ti?; insistía la muchacha.

- Sí...; respondía Dulce María en un susurro.

- Blanca me matará por esto, pero te puedo asegurar que no, Chris no está mejor sin ti. Te echa de menos más de lo que puedes imaginar. Nuestra hermana y él platican muy a menudo, y platican de ti. Está muy preocupado por cómo te encuentras, es lo único que le interesa, y si no se acerca a ti es porque no quiere hacértelo más difícil de lo que ya está siendo...; confesaba Claudia, despertando en ella una estupefacción de la que no lograba salir.

- Sigue a tu corazón. Si tú no puedes estar sin él, y él pretende esperar a que termine la novela, da tú el paso, hermanita. No me gusta verte así...; continuaba la chica, secando las lágrimas que corrían por el rostro de la joven, estrechándola entre sus brazos.

- ¿A qué se debe tanto amor?; preguntaba Blanca acercándose a sus hermanas.

- ¿Por qué nunca me dijiste que estabas hablando con él?; preguntaba Dulce María, despertando la sorpresa de su hermana mayor y las risas inocentes de la mediana.

- Te dije que te arrepentirías de esa decisión, y yo no quiero ser cómplice de ella. El muchacho está destrozado, y si saber de ti lo aliviana, ahí estaré yo para decirle todo cuanto quiera saber...; rebatía Blanca sin miramientos.

- ¿A qué esperas para buscarlo?; preguntaba Claudia zarandeándola con dulzura. 

2.2. Before the moon... (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora