Capítulo 313

904 66 5
                                    

Dulce María regresó a su mesa destrozada por dentro, pletórica por fuera, deseosa de contar su hazaña a aquellas amigas que la seguían atosigando de mensajes. Al tiempo que ella se sentaba de nuevo, Marian lo hacía también, preguntando por aquel hombre que ya regresaba, tratando de enmascarar su pesadumbre como buenamente podía.

Tras el postre y un buen café, todos ellos se despidieron amigablemente, disimulando cualquier tensión que pudiese quedar en el ambiente.

Minutos después, en la habitación de un hotel angelino...

- Ya están tus amigas intenseando...; protestaba Marian desde la cama.

- ¿Quién?; preguntaba Christopher desde el baño.

- Vondys...; suspiraba la mujer.

- No sé cómo hacen, pero esas loquitas siempre se acaban enterando de todo...; carcajeaba el joven mientras cepillaba sus dientes.

- Habrá que hacerles un regalito...; decía la muchacha en un susurro lleno de rabia, agarrando el teléfono de su novio, intentando trastocar los maltrechos sentimientos de aquella otra mujer a la que le había declarado la guerra la misma noche en la que conoció a Christopher Uckermann.

Unos quilómetros más allá, en otro cuarto de hotel, Dulce platicaba con algunas de sus amigas, cuando un grito de Fran la apartó de sus explicaciones.

- Corre a Twitter. Es un auténtico imbécil...; chillaba la mujer.

- «¡Me dio gusto verte Dul! Besos»; leía la pelirroja, completamente estupefacta.

- ¿Qué? ¿Pero en qué chingados está pensando? ¿Es tarado?; se preguntaba Samantha, alzando su voz.

- No se preocupen, tengo la respuesta perfecta... Si él pretendía reírse de mí, yo sé dónde están sus puntos débiles; comentaba Dulce María, tecleando algo en su teléfono.

De nuevo en el cuarto de aquella pareja...

- ¿Qué es esto?; se preguntaba Christopher leyendo la respuesta de su ex-novia.

- ¿Qué ocurre?; preguntaba Marian, sabiendo que algo tenía que ver con aquel mensaje que ella mismo había escrito minutos antes.

- «A mí también, y verte feliz»; leía el greñudo, clavándosele aquella última palabra en lo más profundo de su ser. No era feliz, y él mismo era consciente de ello.

- ¿Qué tiene?; lo cuestionaba la mujer escondida tras una risa irónica.

- ¿Me puedes explicar cuándo escribí este mensaje?; chillaba Uckermann enfurecido, sabiendo el daño que le había podido causar a su destinataria.

- Un regalito para vuestras fans. Como te hacen tanta gracia sus locuras...; explicaba su novia enojada.    

2.2. Before the moon... (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora