Capítulo 35: Demonio loco
Traductor: Traducción de Dragon Boat Editor: Traducción de Dragon Boat
Balor, que solo tenía ojos para Caroline y el contrato en sus manos, miró a su alrededor y se dio cuenta de que había unas diez personas de pie en la sala privada. Todos lo miraban con incredulidad.
Por su ropa, no parecían ser personas comunes. En este momento, estaba acostado sobre la mesa en una posición muy desagradable.
Balor podía imaginar que después de hoy, probablemente habría otro extraño rumor sobre él.
Balor, que se sentía muy avergonzado, quiso levantarse, pero se dio cuenta de que Caroline seguía sujetando con fuerza el documento. Los dos estaban en un callejón sin salida.
Balor apretó los dientes con tanta fuerza que los músculos de su rostro temblaron. "Criatura malvada, ¿por qué no te sueltas?"
“Si quieres levantarte, puedes soltarte primero”. Caroline no aflojó su agarre sobre el documento.
“¿Por qué están ustedes dos todavía parados ahí? ¡Date prisa y sácala!” Como ya había perdido todo su rostro, Balor también había abandonado su dignidad. Se dio la vuelta y les gritó a Kelly y Aubrey.
Los dos quedaron atónitos por un momento antes de reaccionar y correr a ayudar.
Inesperadamente, después de que irrumpieron en la habitación, Caroline, que había estado muy tranquila, atacó de repente. Se volvió hacia un lado y pateó a Balor.
"¡Ay!" Balor se cayó de la mesa y su gordo cuerpo se estrelló contra un jarrón decorativo en un costado, haciendo un fuerte ruido. Yacía entre los pedazos grandes.
La pila de documentos que originalmente estaba entre ellos dos fue lanzada directamente al aire por la fuerza de la liberación de Balor y cayó al suelo como copos de nieve.
Kelly, que había querido correr para verificar la situación de Balor, se detuvo en seco. Inmediatamente se tumbó en el suelo y se apresuró a recoger los documentos dispersos. Además, no solo lo recogió ella misma, sino que también jaló a Aubrey para que lo recogiera con ella, ignorando por completo al herido Balor.
La escena estaba en silencio. Todos miraron a las tres personas que actuaban como locos. Por un momento, no supieron qué palabras usar para expresar sus emociones al ver esta divertida escena.
En este momento, Kelly no sabía y no tenía tiempo para preocuparse por cómo la veían los demás. Sólo tenía ojos para el contrato. Solo había un pensamiento en su mente. Mientras obtuviera el contrato, Caroline no podría vender sus acciones. Entonces, ella podría obtener las acciones.
Había docenas de páginas en el contrato. Mientras Kelly luchaba por él, se dio cuenta de que algo andaba mal. Miró la página que tenía en la mano. ¿Las palabras en él parecían no tener nada que ver con las acciones? Su corazón tembló mientras pasaba otra página. En comparación con el contrato de transferencia de acciones, ¿por qué se parecía más a un contrato de venta de una casa?
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“Aunque sé que no les agrado, no esperaba que estuvieran tan desesperados por detenerme solo porque quiero comprar una casa. A ustedes ni siquiera les importa su cara”. Caroline negó con la cabeza con una expresión de 'No puedo entenderte'.
Entonces, ¿lo que acaba de firmar es un contrato de venta de casa? Los tres que habían escuchado claramente las palabras de Caroline quedaron atónitos. Entonces, ¿cuál era el punto de todo esto?
Kelly, que sintió que la habían tomado por tonta, finalmente rompió su fachada. Todavía sostenía los papeles con fuerza en la mano. Abrió mucho los ojos y miró a Caroline con una expresión torcida. “¿Dónde están las acciones del 40%? ¡Dijiste que ibas a renunciar a ellos!
Después de ver un espectáculo tan emocionante, Caroline, que estaba a punto de irse, vio que todavía tenían malas intenciones y les explicó amablemente: “Naturalmente, haré lo que prometí”.
Después de haber sido engañados varias veces, los tres no le creyeron. Como era de esperar, Caroline continuó: “Sin embargo, tengo dudas sobre la capacidad de gestión del Sr. Balor, por lo que temo que si le entrego las acciones, lo perderé todo. Entonces, después de pensarlo, encontré un maestro más competente para hacerse cargo de ellos. De esta manera, todos pueden estar tranquilos”.
Los tres tardaron de dos a tres segundos en reaccionar antes de darse cuenta de lo que quería decir Caroline.
"¡En realidad vendiste tus acciones!" dijeron los tres al unísono.
"Sí, acabo de firmarlo unos minutos antes de que irrumpieras". Caroline sacudió la cabeza con pesar. “Si tan solo hubieran llegado unos minutos antes, habrían podido presenciar este momento histórico”.
Caroline volvió a estrechar la mano del responsable del banco de inversión. "Tendré que molestarte por hoy".
La persona a cargo, que acababa de ver un buen espectáculo, también estaba de buen humor. "Ha sido un placer trabajar contigo. Espero que tengamos otra oportunidad de trabajar juntos la próxima vez”.
“¡Bestia malvada, te voy a matar hoy!” Balor, que había perdido la cabeza por la ira, saltó del suelo. Al final, su visión se volvió negra y se tambaleó. ¡Sus ojos se pusieron en blanco y cayó hacia abajo!