capítulo 6

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Capítulo 6: Conocido

Traductor: Traducción de Dragon Boat Editor: Traducción de Dragon Boat

Tan pronto como Caroline se sentó, un leve olor a medicina le invadió la nariz. No venía de ella, sino del hombre a su lado. Sorprendentemente, no fue desagradable.

Combinado con el rostro pálido del hombre, Caroline concluyó que era un paciente a largo plazo.

"Oleg, ¿no la escuchaste?" El hombre miró al conductor en el asiento delantero.

Al escuchar la señal peligrosa del hombre, Oleg se estremeció.

"Lo siento señor." Inmediatamente puso en marcha el coche y siguió adelante.

Caroline los miró a los dos y luego miró al hombre a su lado.

Antes de que pudiera decir algo, el hombre volvió la cabeza y se presentó. "Mi nombre es Edwin".

¿Por qué estaba tan familiarizado con ella?

Caroline se atragantó por un momento. "... Puedes llamarme Caroline".

Edwin extendió su mano. "Encantado de conocerlo."

Caroline bajó la cabeza y miró el par de manos delgadas, blancas e impecables frente a ella. Subconscientemente se frotó los dedos en los muslos, pero no sintió los gruesos callos como antes. Su corazón dio un vuelco antes de darse cuenta de que sus manos ya no eran las manos que habían pasado por innumerables entrenamientos y batallas.

Caroline se rió entre dientes y se estiró para estrecharle la mano. "Estoy encantado de conocerte también."

Sin esperar a que Edwin le devolviera el apretón de manos, Caroline apartó la mano y cambió de tema. "Soy curioso. ¿Detiene su automóvil para ayudar a las personas que necesitan ayuda en el camino?"

Edwin retiró su mano con algo de pesar. Respondió con un tono ligeramente astuto: "No creo que nadie haga la vista gorda ante una dama esbelta y hermosa parada sola en la calle sin poder hacer nada".

Sentado en el asiento del conductor, Oleg miró por el espejo retrovisor y vio la expresión habitual de Edwin. "Eres una persona amable y de buen corazón".

Sin embargo, cualquiera que conociera y tuviera un poco de comprensión del demonio, Edwin, no estaría de acuerdo con este juicio.

Pero era obvio que la señora del asiento trasero no sabía nada de Edwin.

Al ver la apariencia amable y erguida de Edwin, Oleg sintió un poco de simpatía por la notoria señorita Lambert.

Después de todo, cada vez que Edwin actuaba así, debía tener algún motivo oculto, y no era pequeño. Desafortunadamente, siempre que fuera una presa lo que tenía en mente, nunca había fallado.

Desafortunadamente, lo que no sabía era que la señorita Lambert no era tan inocente y crédula como había imaginado. Aunque Caroline no conocía a este Edwin de origen desconocido, sus instintos del campo de batalla le advertían que aunque este hombre parecía noble y frágil, en realidad era una persona extremadamente peligrosa. Por lo tanto, ella siempre había estado en alerta máxima.

El coche llegó a Rika Apartment en poco tiempo.

El auto acababa de detenerse y antes de que Oleg pudiera salir para abrir la puerta, Caroline saltó ágilmente. "Gracias por su ayuda."

Sin embargo, Edwin la siguió fuera del auto y se encontró con la mirada confundida de Caroline. Miró al edificio Diantong de al lado y dijo: "Voy al edificio Diantong para resolver algo".

"Oh", dijo Caroline arrastrando las palabras, "esa es una gran coincidencia". Ella agitó su mano.

"Amable señor, le deseo un buen viaje y un feliz día".

Después de eso, Caroline se dio la vuelta y entró en el Apartamento Rika.

Edwin se aferró a la puerta del auto mientras observaba cómo su figura desaparecía en la distancia. A su lado, Oleg vio que algo andaba mal en sus ojos y que tenía el corazón en la boca.

Oleg no pudo evitar mencionar: "Esta dama de la familia Lambert no tiene muy buena reputación en la sociedad de clase alta. Dicen que es melancólica, poco sociable, muda, grosera y que le gusta intimidar a la gente".

"¡Hmph!" Edwin se burló, su tono lleno de sarcasmo. "¿Cuándo te convertiste en un chismoso, escuchando y difundiendo chismes vulgares y contradictorios que son como un melodramático programa de televisión de las 8 pm?"

Oleg sonrió torpemente. "Creo que debe haber hecho muchas cosas malas en público para ganarse las palabras de esas personas".

La sonrisa en el rostro de Edwin desapareció por completo. Miró a Oleg con frialdad. "Si esto es todo lo que puedes hacer, entonces no tienes que quedarte conmigo".

Oleg tembló y bajó la cabeza, su rostro palideció. "Lo siento señor. Se que me equivoque. Por favor dame otra oportunidad."

LA HIJA DÉBIL Y RICA SE CONVIERTE EN UN GRAN PROTAGONISTA Where stories live. Discover now