E x t r a 5

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La puerta metálica se deslizó a un costado con un ligero chirrido y las luces se prendieron automáticamente una a una hasta iluminar todo el interior de la estancia. Soltó un suspiro mezcla de cansancio y resignación e ingresó al estrecho y corto pasillo que mostraba la puerta, dejando que esta se cerrara a sus espaldas.

La pequeña sala, la cocina y un par de puertas más era todo lo que se podía ver; las puertas deslizables de vidrio al otro lado de esta estaban completamente cubiertas por cortinas empolvadas, al igual que el sofá, la mesa de centro y la alfombra que estaba debajo de ambos. Dio un par de pasos más y pensó que, si iba a pasar un par de días allí, tendría que limpiar y desempolvar todo al menos.

"Acogedor, sin duda".

— No empieces, Rhaast.

Kayn tomó la hoz que descansaba en su espalda y la apoyó contra la pared, luego se dirigió a la sala y se estiró maldiciendo mentalmente el tener que perder el tiempo allí en lugar de ir tras la basura de la Morning Star.

"Pues realmente es una perdida de tiempo estar en este decrépito departamento de soltero en lugar de tener la sangre de esas ratas espaciales escurriéndome por la hoja".

— Es el primer descanso que me dan, no puedo levantar aún más sospechas de Jarvan y mis hombres al salir a "deambular" por quién sabe dónde en lugar de hacer lo que toda persona aburrida y normal haría: quedarse en casa a tomar un respiro de todo.

"Cobarde", hizo una ligera pausa en la que ninguno habló. "¿Podemos  al menos matar a...?"

— No, no podemos darnos el lujo de destripar personas estando en Demaxia — dejó caer la bolsa que llenaba por equipaje al suelo, levantando algo de polvo.

"¡Eres un maldito Ordinal, Kayn! ¿Qué no puedes usar eso como excusa para que partamos a alguien por la mitad?"

— Claro, los Ordinales amamos desprender cueros cabelludos cual salvajes personalmente de algún condenado a muerte — bufó.

Toc, toc.

Ambos "miraron" hacia la puerta.

"¡Perfecto! Sea quien sea: destripemoslo. Este lugar está tan carente de vida que un buen toque de rojo sangre le..."

¡Toc! ¡Toc! ¡Toc!, los golpes eran más violentos ahora.

Kayn cruzo el pequeño pasillo y, cuando estaba a punto de abrir la puerta, tuvo un mal presentimiento ¿Ahora ya ni podría estar en paz en su propio descanso obligado? ¿Quién klags vendría a importunarlo cuándo ya casi caía la noche? Bueno, fuera como fuera, abrió la puerta.

Un enorme "ramo" de cuchillas, algunas lanzas de láser, rifles fotónicos y municiones altamente inestables se presentaron a centímetros de su rostro. Detrás de todo ese "modesto" arsenal, estaba una conocida pelirroja con una gran sonrisa, dando saltitos alegremente. Al verlo, se abalanzó sobre él gritando a todo pulmón.

— ¡Hol...!

Kayn dejó que la puerta se cerrara tan rápidamente, que casi cercena la nariz de Jinx.

"Llegamos hace como cinco minutos y ya tienes compañía para esta noche... debe ser bueno ser tu, Kayn", Rhaast se reía con aquel sonido más animal que humano suyo.

¡Al demonio con Jarvan y sus hombres! ¿A quién le importaba que despertase o no sospechas? ¡Se largaba de Demaxia en ese mismo instante!

— Rhaast, ¿dónde dijiste que sentiste la presencia de la templaria por última vez?

Blanco y negro (Kayn x Jinx) (Yasuo x Sona)Where stories live. Discover now