Capítulo 76

621 59 74
                                    

Sona caminaba con pasos apresurados en medio del gentío que la llovizna no había podido disuadir de detener su agitada forma de vida. Estaba determinada a encontrar el mejor lugar para abrir un portal y volver a casa, sólo que aún no definía bien lo que ella entendía por "casa". ¿Era el templo Central de la Orden? ¿Quizá otra de sus tantas localizaciones? Volver con sus hermanos y maestros también podría ser problemático, pues no estaba segura de como habrían tomado su fracaso en Jonan.

Chocaba con otros seres, a veces ellos chocaban con ella; pero seguía caminando con buen paso entre toda esa multitud. Solo quería volver a su hogar y estar en paz; sea cual sea su recibimiento en la Orden, lo afrontaría en su momento, no antes. Su mente ya no podía soportar ningun pensamiento más, hasta se había desconectado del ora. Por ahora solo era consciente de la lluvia que caía sobre ella, nada más.

Súbitamente, se estrelló contra alguien y salió despedida hacia atrás por la fuerza del impacto; pero antes de que cayera al suelo, la sujetaron de la muñeca, evitando su caída. Sona bajó la cabeza como gesto de agradecimiento y siguió adelante... o al menos lo intentó: su muñeca seguía atrapada.

"¿Y-Yasuo?", levantó su mirada.

Sabíamos que te encontraríamos aquí — Zed la miró.

Antes de que ella pudiera hacer nada, él tiró de su muñeca y la atrajo hacia sí.

— Puedes resistirte y ganar algo de tiempo para tí, pero no para todos estos patéticos seres que deambulan en este atestado lugar.

Ella frunció el ceño y se apartó de él.

"Así que realmente estás aquí".

— El ora nos indicó el momento exacto de mostrarnos — respondió tranquilamente.

"Hazlo", se paró firmemente ante él y lo miró directamente a los ojos. "Mátame, pero no lastimes a nadie más".

A su alrededor, nadie parecía darles importancia. Los seres iban y venían en todas direcciones, entreteniéndose con algo de vez en cuando, y luego retomando su camino. Todos continuaban con sus vidas, todos ajenos al peligro que corrían.

— El ora dice que no es tu momento... aún.

Sona lo miró interrogativa, luego volvió su atención al ora... pero no podía escuchar más que muchas voces al mismo tiempo y agitación de fondo. ¿Qué? ¿Por qué no podía escuchar al ora? Sabía que, generalmente, había muchas formas de ora, tantas como formas de vida, pero siemre había podido escucharlo como si fuera uno solo. ¿Qué estaba...?

— Ya no puedes oírlo, ¿verdad? — Zed no estaba sorprendido.

"¿Qué me has..?"

— ¿Nosotros? — la soltó. — Nosotros no tuvimos nada que ver.

Sona parpadeó un par de veces y bajó su cabeza.

— ¿Confundida? A nuestro modo de ver, nunca antes habías estado tan despierta.

Ella cerró sus ojos y se quedó quieta unos instantes, luego volvió a abrirlos y levantó su mirada llena de angustia en su rostro, pero dio un paso hacia él y puso su mano en su brazo con determinación.

"¿Qué es lo que quieres?", su voz volvía a ser calmada.

— No estamos seguros de lo que el ora demanda que hagamos contigo.

La templaria desvió su mirada y lo soltó. Al parecer nada estaba claro en ese preciso instante, salvo que Zed le estaba dando algo más de tiempo. Definitivamente, algo estaba mal con el ora o ellos eran los del problema.

Blanco y negro (Kayn x Jinx) (Yasuo x Sona)Where stories live. Discover now