Blanco y negro (Kayn x Jinx) (Yasuo x Sona)

Capítulo 22

3° y última parte de la MARATÓN! No se salten los caps. 20 y 21!!!! (Llevo horas frente al computador como para que se salten todo XD, pero valió la pena)

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— D-debiste haber visto la cantidad de ¡hic! botellas que había.

— De-bí haberlo visto.

— Sí. Nunca ¡hic! pensé que hubiera tal c-cantidad.

— ¡Hic!

— Y él hizo que to-das se rompieran ¡maldito hic loco!

— Y-ya tranquila, Jinx.

— F-fui rechazada hoy, Malphite. ¡No me digas que me hic calme!

— Ya me callo.

— ¿D-dónde está Yasuo? Ha-ce horas que ¡hic! debería haber llegado con S-Sona.

Jinx y Malphite estaban en un bar en el centro de la ciudad. Primeramente Yasuo les había dicho que lo esperarán cerca a aquel lugar, iría por Sona y luego podrían ir al "infinito y más alla" en la Morning Star, como en los viejos tiempos... pero luego de 20 minutos de espera se habían aburrido y Jinx había decidido divertirse a la única manera que sabía cada vez que Yasuo le prohibía volar cosas.

— U-un momento ¿cómo que te rechazaron?

— Así es. El ¡hic! asesino guapo me dijo que n-no le agrado.

Ambos arrastraban las silabas y estaban sentados en la barra, bebiendo alegremente.

— ¿Kayn te dijo eso?

— Sssshhhh — Jinx soplo escandalosamente. — N-no digas su nombre, no quiero ¡hic! oírlo nunca más.

— ¡Esto es un escándalo! ¡N-nadie le hace eso a mi mejor ami-ga!

— Ya, ya Malphi — ella se apoyó en el enorme brazo de su amigo y le dio palmaditas. — Todo está bien, ya, ya.

— Sí, es cier...

— ¡Pero tienes razón! — Jinx extendió los brazos a los costados, dejando salir su energía reprimida y dándole un manotazo en la cara a Malphite, lo cual ni siquiera sintió. — N-adie debe tratarme ¡hic! así.

Malphite tomo su pequeño vaso y se lo bebió de un sólo golpe, luego lo colocó fuertemente sobre la barra.

— Qué bueno que ¡hic! te lo estés tomando bien, Jinx

Repitió lo mismo con otro vaso. Notó que no recibía respuesta.

— ¿J-Jinx? — giró hacia todas las direcciones pero no vio a la pelirroja en ningún lado. — Genial, Yasuo me va a matar.

En otra parte de la ciudad, Kayn caminaba por la amplia calle iluminada. Estaba completamente concentrado e ignoraba las diferentes charlas y personas que se cruzaban en el camino; todo le parecía un paisaje vago.

"Sí, así. Ya estamos muy cerca".

— Más te vale que sea el camino correcto, Rhaast — le respondió en susurros.

"La siguiente pieza de este rompecabezas está muy cerca. Mientras más ora asimiles, más poderoso serás y yo contigo. Ahora puedo distinguir fácilmente otras fuentes de ora".

— Y todo sólo por aquellos traficantes.

"Sus vidas no valían nada, hiciste bien en escucharme Kayn. De todos modos el ora saldría de su poder y sus vidas acabarían tarde o temprano, solo adelantaste lo inevitable".