Blanco y negro (Kayn x Jinx) (Yasuo x Sona)

Capítulo 62

Yasuo caminaba lentamente de vuelta hacia el improvisado campamento, arrastrando los pies, llevandose el cabello para atrás constantemente y preguntándose si realmente debería detener a Jinx o simplemente dejar que volara todo el planeta junto con ellos. De pronto vio unos cuántos matorrales moverse a su lado izquierdo; volteó perezosamente hacia ellos y se topó con su piloto emergiendo lentamente de entre las hierbas altas, con misma postura y rostro que él, cabello alborotado y mirada perdida en el más profundo rincón de su mente.

— Jinx — saludó Yasuo con voz plana.

— Yasuo — le imitó.

— Creí que estabas, ya sabes — se llevó una mano a la cara, intentando despabilarse, — haciendo estallar cosas o algo así.

— Estaba, pero ahora solo quiero recostarme.

El cansancio de Yasuo se desvaneció junto con su desgano y fueron reemplazados por asombro.

— ¿Qué acabas de decir?

— Que quiero dormir — Jinx le gruñó.

— ¿Está... todo bien?

— Sí, sí — Jinx se acomodó el cabello y sus ropas. — Es sólo que creo que la sopa de Malphite me cayó mal o algo así.

— ¿Dónde estuviste? — Yasuo no quería dar crédito a lo que acababa de oír.

— Sólo fui al bosque por un poco de privacidad, ya te lo dije, esa sopa...

— ¡Jinx! — Malphite interrumpió dando un gran salto entre los dos y se lanzó sobre Jinx, haciendo que ambos rodaran por el suelo mientras la abrazaba fuertemente. — Cuándo ese Ordinal volvió solo creí que...

— Estoy bien, estoy bien, Malph.

Yasuo observó a Jinx levantando una ceja inquisitiva, que al notar su mirada, le hurtó los ojos mientras intentaba zafarse del agarre de su amigo. ¡Vaya! Al parecer no era el único que no había tenido una buena noche; bueno, no podía dejarse superar por la situación, no ahora que su tripulación lo necesitaba.

— ¿Saben algo, muchachos? — los separó y se sentó en el suelo, junto a ellos. — No todo en este planeta fue tan malo.

— ¿Ah no? — preguntaron los dos, Jinx incrédula y Malphite confundido.

— Nop.

Los dos se miraron y luego miraron a Yasuo, Malphite se rascaba la cabeza y había hecho un puchero, a la vez que Jinx ponía blancos sus ojos.

— Jinx, sé que estas pensando: "Aquí va otra vez Yasuo, con su extraña filosofía oriental hippie".

— Suena aburrido si lo dices así — se cruzó de brazos.

— Vamos chicos, hablo en serio — pasó su brazo por los delgados hombros de Jinx y le dio un golpe jugueton al grandullón. — Malphite, ¿recuerdas todo el ora que te hice recolectar en el claro esta mañana?

— C-claro.

— Les dije que tenía una idea, ¿no?

— ¡Sólo escúpelo Yasuo! — Jinx se jalaba las trenzas. — Estoy que me hago pipí del suspenso.

— Se podría decir que tenemos suficiente ora con pureza nivel 10 como para consentirnos durante un tiempo — apretujó a Jinx contra su costado y dibujó una media sonrisa de autosuficiencia.

— ¡Esas sí que son buenas noticias! — Malphite se frotaba las manos.

— ¿Hablas en serio, Yasuo? — Jinx intentaba separarse de él inútilmente.