Blanco y negro (Kayn x Jinx) (Yasuo x Sona)

Capítulo 47

Abrió los ojos lentamente, parpadeando repetidas veces e incorporándose como pudo para ver alrededor. Cuándo hubo constatado que no había peligro, se llevó las manos al cuello y la muñeca, palpándolos minuciosamente para ver si había algún daño en ellos, por suerte no había sufrido ningún daño, más que piel algo enrojecida.

¿Cómo pudo ser tan ingenua? Había descuidado su guardia y por poco pierde la vida. Le costaba admitirlo, pero Yasuo y el resto de la tripulación tenían razón: Zed ya no era la persona que había conocido y puede que lo hubiera perdido para siempre, pero "lo último que se pierde es la esperanza". Se incorporó, avanzó hacia un desvanecido Yasuo que aún yacía en el suelo y lo sacudió suavemente.

— ¿S-Sona? — dijo él mientras recobraba el sentido. — ¿Qué pasó con Kayn?

"No puedo sentir su presencia, además hay algo que no está bien, algo pasó con el ora".

— Ew, ¡mírame! — Yasuo puso cara de asco. — ¡Estoy cubierto de tierra de pies a cabeza!

"¿Yasuo?"

— ¡Inaceptable! Esto es completamente inaceptable  — se puso de pie de un salto y torció la mandíbula petulantemente.

"¿Qué ocurre?", preguntó ella estando sentada en el suelo.

— ¿Cómo que qué ocurre? Así no es como alguien como yo debería verse. ¡Ese Ordinal me las pagará! ¿Cómo se atreve a hacerme pasar por esto? — su tono sonaba muy airado.

"Démonos prisa en encontrar a Malphite y..."

— ¿Cómo se supone que te invite a salir estando tan desaliñado? — dijo el capitán mientras apoyaba una rodilla en el suelo para estar a su altura y se le acercaba sugerentemente.

Sona lo miró extrañada mientras levantaba una ceja. Aquello era raro, no había notado antes que Yasuo tenía semejante actitud.

"¿Te sientes bien, Yasuo?"

— Tu también estas algo desarreglada, querida — la sujetó de la mandíbula suavemente — pero aún así te ves tan hermosa como siempre. En cuánto a tu pregunta: claro que me siento bien, algo raro, pero bien.

Ella lo contempló con el cejo completamente fruncido por la duda. Definitivamente algo estaba mal con Yasuo. ¡Tenía que estar mal! No era posible que Yasuo fuera así en realidad. Él le sonrió de lado con una expresión sumamente confiada y luego se enderezo y le ofreció su mano.

— Como sea, debemos encontrar al resto de mi amada tripulación antes de que alguien les corte el cuello o algo así.

Sona tomó su mano y asintió, luego los dos salieron del "campamento" y se dirigieron al bosque. Muy lejos de allí, Jinx caminaba sola por en medio de la neblina, sus pasos eran cortos y se abrazaba a si misma.

— ¿Mal-Malphite?

Solo el silencio le respondió.

— ¡Malphite! ¿Dónde estas?

Esta vez hubo algo de eco.

— ¡Malphite! N-no sé que ocurre, siento como si hubiera despertado después de dormir mucho, sólo recuerdo que corríamos juntos, luego te de-desvaneciste y esta extraña sensación apareció — hizo una pausa para tomar aire — ¡Malph...!

— ¡Ya te oí mujer! — se lo oyó malhumorado.

El grandote se acercaba frotándose la cabeza y con una cara de pocos amigos. A Jinx se le llenaron los ojos de lágrimas al verlo y le saltó encima.