Capítulo 20

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Lo prometido es deuda, subiré 3 capítulos hoy!! Será una gran maratón XD No vayan a saltarse ninguno :P

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El dorado brazalete relucía sobre la elegante mesa de la habitación en la que se hospedaba Kayn. Apoyado en la pared contraria a esta, él lo observaba como si viera una bestia salvaje acechándolo, dispuesta a saltarle al cuello en cualquier momento. Sus ojos reflejaban el brillo dorado del brazalete obtenido de aquella mujer en el callejón.

"Los has estado observando un buen rato. Ya ha anochecido".

—  Ajá — parecía receloso.

"Debiste absorberlo hace horas".

— ¿Cuánto tiempo más tendremos que quedarnos aquí? — desvió el tema.

"La templaria señala que hay algo o alguien más aquí que debemos ver, lo sabes".

— Estas no son unas malditas vacaciones. Cuándo el emperador Jarvan se entere que desvié el curso del "Corte de Fractal"...

"Eso no debería preocuparte. Cuándo todo esto termine no habrá emperador alguno que rija sobre nosotros".

El brillo del brazalete pareció aumentar a los ojos de Kayn, aquello lo intrigo.

— Perdimos una buena fuente de información al matar al viejo.

Rhaast no respondió.

Kayn se encontró a sí mismo caminando hacia la mesa lentamente. Sentía una gran fascinación hacia este, o mejor dicho, hacia el ora del que estaba hecho.

"Así, acercate. Poco a poco".

El Ordinal detuvo su andar frente a la mesa.

"Absorbelo, reclamalo para tí, la sangre de la vida, la esencia de la existencia misma", las palabras de Rhaast se escucharon tan lejanas que Kayn no pudo escucharlas. Estiró la mano hacia el brazalete.

¡Paf! El estruendo de la puerta abriéndose y azotándose contra la pared hizo reaccionar a Kayn, tomo rápidamente la hoz y apuntó en dirección de la puerta: Jinx bajo con un dedo la filosa hoja que ahora estaba frente a ella.

— ¡Vine por ti, bebé! No hace falta que te pongas de mal humor.

— ¿Cómo demonios lograron entrar tu y tu tripulación de...? — Kayn bajó la guardia y puso cara de pocos amigos.

— Vine sola... y digamos que agregaron a tu cuenta un cargo por una ventana rota — respondió ella tranquilamente mientras se paseaba por la habitación.

Todos los miembros de la Morning Star habían decidido quedarse cerca de Kayn para evitar cualquier intento de fuga con Sona, que se hallaba vigilada por una treintena de hombres en una celda especial. Como la "Corte de fractal" era una nave imperial, Kayn no había querido acercarla al planeta y había descendido a este en una nave mucho más pequeña y menos llamativa, pero nada cómoda para sus estándares.

"Kayn, te dije que debimos haberla degollado en aquel planetoide infernal", se podía notar el extremo enfado que este tenía hacia la desgarbada chica que ahora mismo se arreglaba el flequillo coquetamente frente a un espejo.

— ¿Qué es lo que quieres ahora? — hablo de mala gana pero resignado, apoyando a Rhaast suavemente contra la pared.

— Vamos a cenar juntos — le sonrió.

— ¿Qué dices?

En ese preciso momento alguien llamó a la puerta. Jinx se precipitó a esta y la abrió de par en par; un hombre entro llevando una mesa proyectada, la cual cargaba innumerables platos y botellas de todos los colores y tamaños.

— Su orden, señor.

Kayn giro la cabeza hacia Jinx, sus ojos despedían rayos. Ella fingió entretenerse con la variedad de los platos.

— No se preocupe, su encantadora esposa se encargó de pedir los platos de su elección — acto seguido, se marcho, dejando todo bien acomodado.

Jinx arrastró ruidosamente una silla, se sentó y se ató torpemente una servilleta al cuello. Ya acercaba una gran cucharada de un plato a su boca cuándo Kayn la sujetó de la muñeca y la hizo levantarse de un tirón.

— ¡Ya he tenido suficiente paciencia contigo! — halando su brazo hacia arriba la acerco a su furibundo rostro. — Creo que quizá eso te hizo malinterpretar las cosas: no somos cercanos, no eres bienvenida y sólo estas viva porque formas parte de mi trato con la templaria.

— Oye, ya relajate — Jinx soltó su brazo de un tirón y lo miro molesta. — Claro que sé que no te agradamos, ¿crees que no noté como quieres degollarnos a todos con la mirada? ¡Malphite tiene pesadillas contigo!

— Es bueno saber que no eres tan tonta como pareces, ahora retirate de mi vista — señaló la puerta.

— Amargado — Jinx hizo un puchero, tomo todas las botellas que pudo sujetar y un gran plato en la boca. — Esho me gano por andar de compashiva...

Kayn golpeo fuertemente la pared con su puño derecho, estirando todo su brazo y cortandole el paso a Jinx, que lo miro frente a frente extrañada con el plato aún en la boca.

— ¿Qué fue lo que dijiste? — Kayn murmuró. — ¿"Compasiva"?

— Ashi esh — respondió desafiante Jinx.

— No te atrevas a sentir lastima por...

— Te veiash tan confundido cuando shucedió lo del callejón, tan sholo en medio del caosh...

— Silencio.

— Hashta podría decir que eshtabas asustado de tí mishmo.

Kayn la sujeto por los hombros bruscamente, provocando que las botellas cayeran al suelo en medio de un gran estruendo, así como el plato.

— ¡Impertinente mentirosa! — la sacudió.

— ¡Sólo quería ayudarte! — libero su hombros y lo apartó de un empujón. Lo miró a los ojos mientra fruncía el ceño. — Todos me evitaban, nadie me quería cerca, mis explosivos y armas los asustaban y repelían; creían que estaba loca y era peligrosa. Sola, siempre sola y aislada sólo por ser yo misma.

La voz de Jinx era suave, se notaba que no le gustaba hablar de ello. Kayn cruzo los brazos y la miro inexpresivo.

— Hasta que conocí a Malphite, mi primer amigo que me acepta tal y como soy, luego aparecieron Yasuo y Sona. Cuándo estoy con ellos sé que todo estará bien y que ya no estoy sola... Creí que tu necesitabas algo así, pero en fin. — Recuperó su mirada despreocupada y su sonrisa juguetona. — Lo sentimental no es lo mío. Será mejor que me marche antes que Yasuo venga por mí, el da mucho más miedo que yo cuándo está enfadado.

Bordeó a Kayn y salió por la puerta.

"Creí que nunca te desharías de ella", hizo una pausa. "No hubiera sido una buena mascota", añadió de forma burlona.

Kayn caminó hacía la mesa que aún tenía el brazalete de ora encima, lo sujeto en una mano y observó su brillo.

"El ora te hará poderoso, ¿quién necesita compasión cuándo eres el amo del universo? Nadie nunca más se atreverá a tenerte lastima ni subestimarte".

Lentamente el brazalete empezó a perder su forma, cual hielo derritiéndose. Con la mirada decidida y una media sonrisa, Kayn observó como el ora era absorbido por la palma de su mano.

Blanco y negro (Kayn x Jinx) (Yasuo x Sona)Where stories live. Discover now