Capítulo 82

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"La templaria no está en Bazzar", estaba furioso. "¡La volviste a perder!"

— Sí, Rhaast, yo era el que la vigilaba a través de otros planos en primer lugar — le respondió enfadado.

"Debido a que se aisló del ora por completo, ya no es posible localizarla con facilidad".

Kayn estaba recostado en sus aposentos, pretendiendo dormir como el resto de la tripulación de la "Corte de Fractal".

— ¿Quién fue el que la perdió entonces?

"¡Oh, cállate!"

— Por cierto, dijiste que te encargarías de que nos designaran a un lugar más "apropiado".

"Todo el mundo, incluido tu amado Imperio, sabe que no importa de cual planeta se trate, siempre hay algo de comercio ilegal de ora".

— Como sea — se giró. — Si descubro que lo hiciste a propósito, para que la maniática y yo termináramos en el mismo planeta...

"Créeme Kayn, si pudiera controlar a los mortales así de fácil, hace mucho que ya seríamos los amos del universo".

Kayn soltó un suspiro.

"¡Es más! Si pudiera controlar a esa desequilibrada, la hubiera hecho saltar al espacio hace..."

— Ya entendí tu punto, Rhaast.

Hubo un breve silencio que Kayn agradeció desde el fondo de su alma, hasta que...

"La rata va muy retrasada en su progreso".

— Ya te lo dije, Ziggs tendrá listo ese rastreador pronto.

"Al menos se te ocurrió rastrear a la templaria de acuerdo a la energía específica de su ora".

— Ten un poco de paciencia y...

"Claro que puedo esperar", sonaba burlón. "Vi incontables universos nacer y desaparecer, yo tengo tiempo".

— Por más que desees que salgamos tras ella, asesinando todo a nuestro paso, no sabríamos por dónde empezar a buscarla. Es como buscar una aguja en todo el universo, literalmente.

"¿De qué te sirve tener dos brazos si no puedes matar cuando se te venga en gana?", decidió volver al tema principal. "Como sea, sabes tan bien como yo que esa loca aporta muy poco a nuestra búsqueda. Si esta noche no dice algo realmente útil, tendremos que matarla y seguir solos".

Kayn no contestó.

"Tienes sólo dos opciones: o haces que hable o nos deshacemos de ella. Recuerda que puedo ver tu mente como un libro abierto: tienes claro lo que quieres, y lo que debes hacer para conseguirlo, pero te das el lujo de jugar y ser blando con la chiflada; es decir, pierdes el tiempo".

Kayn sabía que aquello era cierto, no había excusa alguna para quien se interpusiera entre su destino de grandeza y él, ni siquiera aquella loca a la que mostraba demasiada paciencia. Era obvio que no cedería por nada ni nadie: la paciencia era diferente a la compasión.

"Veo que al fin decidiste escucharme. Ahora vamos a Bazzar y deja que me encargue de ella esta vez".

— ¿Acaso no dijiste que ella nos era inútil? — hablo calmado.

"Solo deja que ponga sus manos sobre mí esta vez".

Kayn soltó un suspiro y asintió. Estaba muy seguro de desear el poder más que cualquier otra cosa en la galaxia. Asesinar a Nakuri, deshacerse de Keelo y traicionar la confianza de Jarvan ya eran suficiente prueba de ello; ellos eran, o habían sido, las personas más cercanas a él ¿y ahora lo acusaban de ser "blando" con una insignificante mujer? Rhaast exageraba... pero lo dejaría en sus "manos" por ahora.

Blanco y negro (Kayn x Jinx) (Yasuo x Sona)Where stories live. Discover now