Capítulo 49

645 66 61
                                    

— ¿Malphite?

— ¿Qué?

— La noche y-ya ha caído.

— Oh, ¿en serio? No me digas.

Jinx se apegó al grandullón mientras este blanqueaba sus ojos.

— Ni e-el capitán Yasuo ni Sona parecen estar cerca.

— Pues debemos seguir buscándolos.

Dieron un par de pasos en completo silencio.

— ¿Malphite?

Él soltó un sonoro suspiro de hastío.

— ¿Ahora qué?

— C-creo que acabo de oír algo.

— Si alguien viene a por nosotros, es mejor estar preparados — le extendió sus armas.

— ¡Cielos, claro que no! ¿Disparar cosas que podrían herir a alguien en medio de pantanos? Paso.

— Tienes razón, es más divertido si los hieres con los puños.

— Una verdadera dama no hiere a los demás...

— Es bueno que no crea esas babosadas.

— Y un verdadero caballero evita confrontamientos en lugar de buscarlos.

— ¡No te atrevas a decir que no soy un caballero cuándo eres tu quien ama explotar cosas!

— ¡Te digo que los explosivos son peligrosos para una señorita!

Él se quedó mirandola con una expresión incrédula y la mandíbula descolocada.

— Realmente algo nos pasó.

— Me siento tan... refinada.

Entonces unos arbustos cercanos se movieron, lo que provocó que Jinx gritara tan agudamente que Malphite se tapo los oídos al tiempo que Kayn surgía de entre los arbustos, tapándose igualmente los oídos.

— ¡¿Pero qué...?! — exclamó Kayn. — Ah, son sólo ustedes.

— ¡K-Kayn! — Jinx se sonrojó inmediatamente mientras jugaba con sus largas trenzas. — Me... me agrada volver a v-verlo, Ordinal.

Él la miró de mala gana e inmediatamente ella se tapo el rostro con sus trenzas y rió nerviosamente.

— ¡Para atrás! — Malphite se interpuso entre ambos. — ¿Qué haces aquí? No dejaré que lastimes a nadie.

— ¿Qué? ¿No van a huir mientras disparan como locos esta vez? — dijo Kayn cruzándose de brazos.

— L-las armas son peligrosas — dijo suavemente Jinx que se somó un poco y al ver que Kayn la observaba volvió a esconderse en su cabello.

Kayn miró hacia Malphite, levantando una ceja de duda mientras señalaba a Jinx con el pulgar. Él grandote sólo se encogió de hombros con cara de estar tan perdido como él en todo esto.

— No puedo perder más tiempo con ustedes — dijo Kayn mientras se marchaba. — Ya los asesinaré otro día.

— ¡Espere! — Jinx hablaba con voz suave y pausada, hasta se podía decir que sonaba delicada. — Ya ha anochecido y podría ser arriesgado deambular sólo por terreno inexplorado, quédese con nosotros, Ordinal.

— ¡¿Qué dices?! — exclamaron los dos varones al mismo tiempo.

— ¿No les parece maravilloso?

— ¡Ni muerto! — Malphite miró con desconfianza al joven — Va a esperar que nos quedemos dormidos y regar nuestras entrañas por el planeta.

Blanco y negro (Kayn x Jinx) (Yasuo x Sona)Where stories live. Discover now