Soirée era un planeta completamente artificial, había nacido de la unión de chatarra, piezas de nave y basura galáctica abandonadas en uno de los sectores más oscuros del Imperio Demaxiano. Poco a poco, la masa de basura había crecido lo suficiente como para albergar una buena cantidad de alienígenas y, gracias a su estratégica posición en el Imperio y desagradable origen, se volvió el planeta perfecto para ser un refugio y parada de criminales, prófugos y gente del Sindicato criminal.
Sin soles o nebulosas cercanas, era un planeta – ciudad sumido en una permanente noche (*); los luminosos carteles de casinos, hoteles y demás "negocios", junto con alumbrado público y las naves que lo rondaban, eran todo lo que iluminaba al planeta. Todas sus construcciones eran metálicas o de materiales similares, al igual que todo el suelo y estructura que existiera en él.
La tripulación de la Morning Star se paseaba a sus anchas por una de las delgadas y atestadas calles, pasando completamente desapercibidos debido a la gran variedad de alienígenas y otras formas de vida que atestaban el planeta. Malphite caminaba deteniéndose a cada instante en diferentes puestos, mientras que Jinx estaba sobre sus hombros, observando emocionada que casi toda forma de vida allí presente portaba armas consigo, y Yasuo y Sona caminaban un par de pasos delante suyo.
Finalmente, llegaron a un pequeño establecimiento e ingresaron; dentro reinaba un caos de colores, objetos, partes biomecánicas, criaturas enjauladas y otras cosas irreconocibles. Yasuo guio al grupo por un par de metros y, al fin, se toparon con un espacio ligeramente libre de cosas.
— ¿Qué es lo que quieren?
Un ciempiés gigante asomo de entre todo el desorden, debía medir al menos tres metros, y eso que no estaba completamente "de pie". Su voz era cavernosa y no parecía ser hospitalario.
— Norz, viejo amigo — saludó Yasuo.
— Así que eres tú, algo me decía que hoy no sería mi día.
Norz bajó lo suficiente como para quedar a la altura del capitán y pareció observarlo detalladamente, luego se puso a rondar a los recién llegados; se detuvo frente a Sona, y ella pudo ver su propio reflejo impacible en aquellos múltiples y viscosos ojos insectoides.
— Esta parece de buena calidad — dijo el insecto. — ¿De dónde la sacaste? No creo haber visto una raza así antes.
— Tienes buen ojo, como siempre.
— ¿Cuánto por ella y el grandote?
Jinx rodó los ojos, molesta por ser ignorada.
— No vine aquí para eso, Norz.
— ¿Qué me impide no llamar al Imperio y pedir la recompensa por ti en este preciso instante? — parecía muy molesto.
— Esto.
Yasuo asintió hacia Malphite y este extrajo una pequeña esfera plateada y la puso sobre una destartalada especie de mesa disimuta, luego se abrió una pequeña abertura en su base y de esta salió algo de polvo dorado.
— Vaya, vaya — se encaminó con todas sus patas hacia el lugar. — ¿Qué quieres, Yasuo?
— Créditos y algo de información.
Yasuo sonrió conciliadoramente, sabía que el Sindicato criminal amaba el ora más que nada, y nadie en su sano juicio dejaría pasar ora de pureza 10, listo para ser moldeado o agregado a cualquier tipo de equipamiento biótico o arma... y Norz estaba en sus cabales y pertenecía al Sindicato.
— Bueno, pero creo que tendrás que aumentar algo más, si quieres que...
Esta vez fue Yasuo quien lanzó dos pequeñas esferas más sobre la mesa.
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Blanco y negro (Kayn x Jinx) (Yasuo x Sona)
FanfictionEn su búsqueda de poder infinito, Kayn inicia su persecución a la Morning Star para poder capturar a la Templaria Sona y obtener el Portal de Ora. Lo último que imagina es encontrar abordo a alguien como Jinx, la joven piloto alocada de la nave. Al...