Blanco y negro (Kayn x Jinx) (Yasuo x Sona)

Capítulo 44

— Así que tu y ese Ted...

— Zed — la corrigió Malphite.

— Sí, sí, eso dije: Zed — Jinx lo hizo callar rápidamente. — Tu y ese tal Zed son amigos.

Sona asintió tranquilamente.

— ¿Pese a que intentó matarte?

La templaria asintió enérgicamente y se preparó para dar una buena explicación en defensa de su amigo, pero Jinx la interrumpió.

— ¡Te entiendo, hermana! — la tomó de los hombros y la miró cara a cara.

— ¡¿Qué?! — gritaron Malphite y Yasuo al unísono, el último casi arranca de cuajo uno de los paneles que manipulaba.

El capitán de la Morning Star se había asegurado de estar "casualmente" cerca de ambas mientras conversaban en el puente de mando, al tiempo que  controlaba el curso y revisaba el funcionamiento de la nave. Cuándo Jinx había sacado el tema sobre ese tal Zed se había alegrado internamente y sonreído levemente: al fin alguien más vería que Sona hacía mal en insistir en su amistad y quizá podría averiguar un poco más acerca de la naturaleza de su relación. No obstante, como siempre, ¡Jinx no tenía el mismo sentido común que él resto de los seres vivientes del universo!

— A veces mi Kayn también me amenaza de muerte o intenta empalarme ¡pero así es el amor!

Sona la miraba con una sonrisa y alivio al ver que compartía sus pensamientos respecto a que Zed no era una amenaza... de alguna manera.

— ¡Jinx! — esta vez fue Malphite quien tomó sus hombros. — ¿Enloqueciste? No puedes andar por ahí diciendo que el amor trata de soportar abusos *.

— ¡No puedes decir que algo así es amor! — Yasuo la miraba reprobatoriamente con los brazos cruzados.

— Sólo Sona y yo sabemos la verdad — la piloto se llevó una mano a la frente teatralmente. — ¡Sólo nosotras entendemos nuestro amor!

— ¿Entender? — Malphite se rascó la cabeza.

— ¿Amor? — Yasuo las miraba con gesto de horror.

— ¡Así es, Yas! Yo y Sona estamos flechadas.

Malphite la miró con alarma mientras se volvía a ver a Yasuo, que se había petrificado.

— Q-quizá estas malinterpretando a Sona, Jinx — dijo deprisa el grandote.

— ¿En serio? — ella miró a Sona. — ¿Qué es ese Zed para tí?

Sona le devolvió la mirada y se puso seria mientras intentaba encontrar la mejor manera de explicar la relación de ella y Zed sin llegar a ocultarles nada o confundirlos. Yasuo la miraba con curiosidad y cierta ansiedad, al tiempo que Jinx y Malphite apostaban intercambiando créditos silenciosamente: él a que eran amigos y ella a que eran algo más que eso.

De pronto la templaria frunció los labios y se acercó a Yasuo, se señaló a si misma y luego al resto. Él asintió y ambos se sentaron en un sofá, seguidos de Malphite y Jinx.

— Sona quiere que les diga lo que ella explicará.

Él se aclaró la garganta, ella asintió y luego puso suavemente su mano en el brazo de Yasuo.

— Al parecer ella y Zed fueron criados juntos por la Orden de los Templarios. Los dos fueron muy cercanos desde pequeños y...

— ¡Sí! — Jinx es puso sobre el sofá de un saltó y señaló a Malphite. — ¡Paga!

— ¡Jinx! ¿Qué les había dicho sobre hacer apuestas sin mí en mi nav...? Espera, ¿que fue lo que apostaron? — preguntó Yasuo levantándose del sofá.