Capítulo 16

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—  Todo está listo señor, podemos partir cuando usted lo desee.

— ¿Y la nave de los prisioneros?

— Anclada a la nuestra, como usted ordenó, señor.

— Buen trabajo, comunícale a la capitana que podemos partir.

— A sus ordenes, señor.

El mecaluchador salió por la puerta, dejando a Kayn sólo en su habitación. Él se quedó viendo la puerta por unos instantes más y luego empezó a pasearse por la instancia con las manos cruzadas detrás de su espalda. Rhaast descansaba sobre su escritorio frente a los enormes vitrales que dejaban ver el espacio exterior.

"No hay tiempo que perder, dirígete a los calabozos y empieza la interrogación de la templaria".

Kayn no contestó, seguía perdido en sus pensamientos y reflexiones. Por primera vez, desde haber tomado a Rhaast, se sentía confuso respecto a la "relación" que existía entre ambos; no sabía cómo reaccionar a lo que había acontecido en aquel planetoide, quería pensar que fue su imaginación, pero sus mismos hombres habían visto eso, incluso Vassur...

"¿Crees que tenemos tiempo para cavilaciones? ¡Ve por ella y...!".

— ¿Qué fue lo que paso en el planetoide, Rhaast?

"¿Sigues insistiendo en ello?".

— Te repito: ¿qué fue lo que paso? ¿Qué me pasó, Rhaast?

"Ya te lo dije: el ora que llevas en tu interior reaccionó a la presencia de la templaria, siguió tu deseo de atraparla y, viendo que corrías el riesgo de no lograrlo, se movió ordenado por tu propio subconsciente".

— ¿Dices que todo eso fue gracias a mi subconsciente y el ora juntos?

"¿Acaso lo dudas? Anteriormente constataste tu mismo las asombrosas propiedades del ora", respondió Rhaast con un claro tono de molestia e impaciencia. "Ahora concentrate, obtén el secreto del Portal de Ora y cumple tu destino, luego tendrás todas las respuestas que buscas".

— De acuerdo — Kayn detuvo su andar y volteó en dirección de la hoz — pero haremos esto a mi modo, no quiero miembros y sangre sobre mi. Iremos a las celdas luego de que de una vuelta por el puente, debo supervisar el trazado de curso y recibir el último informe de Vassur.

Kayn salió de la habitación, dispuesto a ir al puente para comprobar con Vassur, una vez más, que eso no había sido su imaginación. Camino deprisa, intentando disimular su nerviosismo y decidido a recibir todas las respuestas que quería en ese preciso instante; siempre conseguía lo que quería cuando y donde se lo propusiera.


— Señor, es agradable verlo por aquí — Vassur se puso firme al verlo entrar y hablo amablemente, pero Kayn notaba la aversión que ella sentía hacia él ahora.

Él le devolvió el saludo y lentamente se colocó a su lado, simulando no notar su actitud y prestar atención a todas las maniobras y procedimientos que los otros oficiales realizaban delante de ellos. Ninguno dijo o hizo nada más. Kayn apretó los dientes, impaciente y molesto.

— Capitana, hay algo que me gustaría discutir con usted fuera del alcance de miradas y oídos indiscretos — dijo muy por lo bajo.

Ella asintió bruscamente y luego ambos se dirigieron hacia la inmensa puerta, que se deslizó a un costado para darles paso. Vassur era una mujer joven, de entre 28 a 35 años, tenía el cabello muy negro peinado en un moño, ojos azul oscuro y era casi de la estatura del propio Kayn.

— Vassur, ¿desde hace cuánto tiempo me conoces?

— 3 años, señor.

— Durante todo ese tiempo, ¿alguna vez me comporté de manera indigna, incluso con prisioneros?

— Para nada, señor.

— ¿Alguna vez le falle a nuestro glorioso imperio?

— N-nunca, señor.

Los dos estaban parados solos cara a cara en medio del ancho pasillo. Ella se mostraba algo rígida y evitaba mirarlo a los ojos.

— Bien, teniéndo en cuenta todo lo anterior y otros datos que considere relevantes sobre mi, le ordeno responda a mis siguientes preguntas con total sinceridad, capitana Vassur.

— S-sí, señor — ella parpadeo repetidas veces y se puso firme.

— Cuénteme con lujo de detalles lo que vio a las 20:18 horas en el planetoide identificado como Kuyor.

— 25 hombres y yo acabábamos de descender cerca de su ubicación, llegamos en el instante en el que usted recibió el golpe de la empuñadura del enemigo. Todos adoptamos nuestras posiciones defensivas, sabiendo que una vez desmayado usted sería un blanco seguro, pero en lugar de caer al suelo, usted...

Ella calló y lo miró por primera vez a los ojos, dudosa.

— Continúe capitana, de no hacerlo lo consideraré como insurrección y deberá responder a los cargos correspondientes — Kayn hablo tranquilamente, ocultando su ansiedad.

— Usted no cayó, permaneció de pie inmóvil por unos instantes y luego —inhalo profundamente, dándose ánimo a sí misma — flotó, se despegó del suelo cerca de 50 centímetros y sus ojos se tornaron rojizos. El resto fue demasiado rápido para mi visión, sólo pude distinguir que usted se enfrentaba cara a cara a sus agresores mientras no paraba de reír de una manera grotesca; cuándo hubo imposibilitado a todos, se acerco a la templaria y habló en un idioma que no pude entender. No habiendo respuesta de su parte, usted la levantó del cuello en vilo con solo un brazo y partículas doradas empezaron a envolverlos; luego de algunos segundos, las partículas empezaron a girar y se pudo divisar una especie de portar a espaldas de ella...

Kayn entrecerró los ojos y asintió, instando a Vassur a continuar.

— Pero esa especie de portal se cerró tan rápido como había aparecido y usted dejo escapar un sonido parecido a un grito, pero más parecido al de un animal que a otra cosa. Soltó a la templaria y la pateo con fuerza, se oyó el crujir de sus costillas y ella rodó por el suelo. Usted tomo la hoz y levantó los brazos, parecía que iba clavársela a sí mismo, pero en ese instante la templaria alzó la vista hacia esta, usted dejó caer la hoz y cayó de rodillas al suelo. Nadie reaccionó durante unos segundos, hasta que usted miró en nuestra dirección y vimos que sus ojos ya no eran rojizos, nos preguntaba que había pasado y la razón de nuestra demora. Estoy segura que usted recuerda el resto.

— Está en lo cierto, capitana. Puede retirarse — Kayn quería estar solo lo antes posible para reflexionar aún más todo lo que acababan de repetirle.

— ¿S-señor? — Vassur seguía algo rígida, pero parecía haber recuperado algo de la antigua confianza que tenía con él.

— Dime, Vassur — fue amable, pues no tenía nada contra reparar su camaradería.

— Deseo hacerle saber que confío en usted lo suficiente como para transmitirle que, a mi parecer, usted ha estado algo cambiado desde el incidente con el "Pequeño recordatorio"*.

—...

— Tenga en cuenta que puede contar con nosotros, señor — luego vaciló un poco pero finalmente le puso una mano en el hombro mientras se hallaban frente a frente — le seremos leales hasta el final, incluso si lo seguimos hasta el mismo infierno.

Kayn asintió y luego observo en silencio como Vassur se retiraba e ingresaba en el puente. "Leales". ¡Ja! Pronto lo comprobaría. Puede que Vassur no supiera mucho de lo que le había pasado, pero conocía a alguien que sí y se hallaba en las celdas en este preciso instante.

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* Para más información sobre a lo que Vassur se refería les recomendaría leer "La tentación", es una historia corta canon de LoL, además se cuenta como era Kayn antes de conocer a Rhaast y cómo lo hizo. Les dejó el link en el comentario por si les interesa :)

Blanco y negro (Kayn x Jinx) (Yasuo x Sona)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum