Blanco y negro (Kayn x Jinx) (Yasuo x Sona)

Capítulo 54

La neblina se había despejado con la llegada del amanecer, dejando ver un cielo purpura claro y un par de enormes "aves" surcándolo con extrema lentitud. El sonido de criaturas e insectos era constante, además del sonido de algún que otro grito de los tripulantes de la Morning Star: estaba claro que aún no se fiaban del todo de Kayn y Ziggs.

— Te dije que conectaras esa soldadura con la placa inferior.

— Pero el rango de búsqueda será más amplio si lo conecto con el moderador de...

— ¡Sólo haz lo que te digo, mujer! — gritó Ziggs, perdiendo la paciencia.

— No hay necesidad de levantar la voz, caballero... — Jinx sonaba algo molesta.

— ¡Te dije que sólo siguieras mis instrucciones!

— Pero...

Ziggs soltó un grito ensordecedor mientras tiraba de los tentáculos de su cabeza y maldecía en una lengua desconocida. Los demás los observaban desde una distancia prudente, Yasuo y Malphite estaban sentados en un costado del claro, mientra que Kayn estaba tendido sobre el suelo justo en el lado opuesto; usando como apoyo para su cabeza sus brazos cruzados y observando el cielo se preguntaba si todos, incluido él, habían enloquecido.

— Tengo hambre, capi — Malphite se quejó en voz baja.

— Digo lo mismo, pero dudo que encontremos algo bueno por los alrededores.

— Quiero salir de este miserable planeta.

Yasuo solo soltó un bufido a modo de respuesta y luego observó con más detalle los alrededores, dándose cuenta que realmente estaban en medio de la nada en los confines de la galaxia.

— ¡Eh, niño bonito!

Se acercó a Kayn de mala gana, mientras este ni se inmutaba.

— Ayúdanos a encontrar algo para el desayuno...

Kayn lo miro interrogante.

— ¿O ves un restaurante de cinco estrellas por acá?

El Ordinal se puso de pie, colocó la guadaña en su espalda y empezó a alejarse del claro.

— Bueno, tomaré eso como un "ayudare" — Yasuo suspiró. — Vamos nosotros también, Malph... ojalá el resto del planeta no sea tan desagradable como este claro.

Todos se marcharon, dejando a Jinx y Ziggs solos. Luego de algunos minutos en silencio, Jinx decidió romper el hielo:

— Yo... sé que estás molesto por "ese" incidente...

— ¿"Molesto"? Decir eso es poco — le gruño.

— Bueno, te entiendo y quiero que sepas que pienso que tienes razón en estarlo.

Ziggs no le respondió y continuó trabajando dándole la espalda.

— Lo que quería decirte es que lo lamento.

— ...

— En serio lo sien...

— ¡¿Sabes qué?! ¡Ya tuve suficiente, terminaré de armar este traste yo solo! Piérdete.

Jinx lo miró algo asustada por su repentina reacción, Ziggs volteó a verla con una expresión completamente furibunda.

— ¡¿Qué estas esperando?! ¡Largate!

— Ziggs...

— ¡¿Crees que con un "lo siento" todo quedará perdonado y seremos mejores amigos?! ¡Vete!