Capítulo 69

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Kayn estaba sentado justo en frente de una pantalla holográfica desplegada, redactando los últimos párrafos del último informe del día. Atento y bastante concentrado, decidió ignorar el sonido del característico andar despreocupado de Valdro, que se iba acercando poco a poco a su amplio escritorio.

— Toc, toc.

— Pasa, Valdro — bajó sus manos y habló amablemente.

— ¿Cómo va todo, Shieda? – el pleyadiano se sentó relajadamente en la silla frente al escritorio y subió sus pies a este.

— ¿Qué puedo decir? Esto del trabajo de oficina no es lo mío.

— Ahora sabes por qué me resisto a hacer informes hasta el final — le guiñó.

Kayn sonrió débilmente y volvió a centrarse en la pantalla holográfica. Valdro se puso de pie y se paseó lentamente por la especie de cubículo circular elegantemente decorado.

— Vaya, no sabía que habías ganado la Medalla Nebulosa. Felicidades.

— Gracias, fue hace un par de años — le contestó sin desviar su mirada del informe.

— ¿Qué hay de esta imagen plasmática tuya con la "Corte de Fractal"?

— Keelo la tomó cuándo me la designaron — dijo mientras traducía el informe a la lengua oficial del Imperio.

— ¿Y qué me dices de...?

Kayn volteó hacia Valdro, disimulando muy bien su impaciencia y molestia con algo de premura.

— Bien, bien, suficientes halagos — rio falsamente. — Dime qué puedo hacer por ti.

— Por favor, Shieda ¿Estás diciendo que no puedo visitar a un viejo amigo de la academia sin tener una...? — Valdro claramente fingía muy mal estar ofendido.

— Es viernes por la noche, y pese a eso estás aquí, en mi oficina; paseándote en lugar de escapar a alguno de los clubes nocturnos con reclutas jóvenes.

Valdro se encogió levemente, dando a entender que Kayn había dado en el blanco.

— Vamos, soy todo oídos — Kayn continuó en plan amable.

— Bueno, digamos que por azares del destino, que nada tienen que ver con dejar para último momento informes, pasaré la noche aquí y quería charlar con alguien un momento; ya que todos se han marchado, solo queda... — juntó sus manos y lo señaló con ambos dedos índices.

Kayn hubiera amado volver a lo suyo, pues le habían designado tanto trabajo desde que había llegado hace dos semanas, que sólo tenía tiempo de fingir que aún comía y dormía como un humano normal; pero sabía que debía mantener el perfil bajo lo mejor que pudiera ahora que alguien de alto mando sospechaba de él.

— Está bien, podemos ir a la cafetería si no te importa — soltó un suspiro.

— ¡Ese es el espíritu!

— Déjame guardar mi avance y... — quiso decir con voz monocorde.

Valdro no le dio tiempo de terminar, deslizo el pequeño aparato proyector que mostraba la pantalla, apagándola en el acto y salió arrastrando a Kayn consigo fácilmente gracias a su corpulento cuerpo de 2 metros y a su amor incondicional por la diversión. Luego de una caminata, llegaron a su destino.

— Vamos, Shieda, tienes que probar la sopa fucsia y el emparedado de plo — Valdró volvió a la mesa que compartían cargado de comida.

Blanco y negro (Kayn x Jinx) (Yasuo x Sona)Where stories live. Discover now