Blanco y negro (Kayn x Jinx) (Yasuo x Sona)

Capítulo 88

Sona observaba al pequeño grupo de aprendices que seguían las órdenes de su maestro para aprender el manejo de varas, la escena le trajo a la mente el día que conoció a Zed. Desvió su mirada y continuó caminando hasta alejarse lo suficiente como para estar sola, sin el bullicio habitual del Templo y el del campo de entrenamiento.

Se acercó al pequeño riachuelo cristalino, se sentó en sus orillas, inhaló profundamente y cerró sus ojos: si debía escuchar al impostor para lograr sus objetivos, así lo haría. Poco a poco su mente fue quedando en blanco, su respiración se aquietó y se concentró en el constante murmullo del riachuelo, buscando paz.

Habían pasado un par de días desde que vio al ser de ora corrupto y se sentía más y más presionada a encontrar respuestas. Él cobraba vidas que considerase indignas, no parecía seguir ningún patrón en particular y podía escuchar la voz del ora distorsionado, que se había creado cuando entró en contacto con su cuerpo. ¿Pero realmente había elegido libremente corromperse? ¿Por qué? Él de dijo que el ora quería algo de ella, ¿pero qué?

Además, parecía que este ser poseía algunos remanentes del Zed original, él mismo le había dicho que de vez en cuando recordaba algo de su vida pasada, por eso había ido a Demaxia cuando ella estuvo presa allí. ¿Qué tanto recordaba a estas alturas? Si aquello era verdad, ¿significaba que Zed aún estaba en algún lugar?

Sus ojos se abrieron de golpe.

Ella había estado creyendo que Zed ya no estaba solo porque este ser era todo lo contrario al original, ¡pero eso no quería decir que Zed estuviese muerto!

El impostor siempre se refería al destino como la "verdad", entonces: lo que realmente había querido decir, era que "su destino la alcanzaría". ¿Destino? El ora siempre la había guiado para que ella lo cumpliera; todo lo que había pasado era parte de este, le gustase o no, incluso lo que había acontecido con Yone, unirse a la Morning Star, lo de Soirée y... Yasuo.

No había pensado en "aquello" desde que partió de Soirée, es más ¡lo evitaba siempre que estaba a punto de rememorarlo! ¡Ni siquiera lo había hecho cuando se encontró con Yasuo en la Orden! Sentía una mezcla de ira y dolor al solo recordar lo estúpida e ingenua que había sido para dejarse utilizar de esa forma.

Su pecho le dolió ni bien recordo un poco de ello; era mejor evitar ese pensamiento, ahora mismo intentaba llegar al fondo de todo ¡No debía distraerse!... No obstante, este se negó a desvanecerse ¡No, no quería pensar en eso!

Intentó fijar su atención en el ora, en Zed, en su destino, en la amenaza de la hoz... pero aquellos pensamientos volvieron una y otra vez. ¿Por qué? Aquello la molestó. Bien, si no podía deshacerse de ellos, tendría que afrontarlos para poder continuar.

Inhaló profundamente varias veces y se preparó para abrir la herida y sacar todo el pus de una vez.

Yasuo había querido ocultarle la presencia de Zed en Soirée y la había distraído para que no pudiera oír al ora o sospechar algo, usándola en el proceso... Su pecho volvió a doler, pero ella lo ignoró, no se daría por vencida. ¡Ella había confiado en él!  Llegó a tenerle verdadero respeto y aprecio ¡Ni el ora, ni ella hubieran esperado algo así de Yasuo!

Llegada a ese punto, supo que no ganaba nada intentando ocultar cosas a sí misma, así que decidió admitirlo: ¡Tenía sentimientos por Yasuo! O, al menos, los había tenido hasta que se dio cuenta de la persona que él era realmente. ¡Y peor aún! Por unos felices y efímeros momentos, ella había pensado que él le correspondía genuinamente.

Bajó la cabeza y apretó los labios para sofocar un pequeño sollozo. Ya lo había admitido y el dolor que eso le estaba provocando estaba a punto de quebrarla; pero se mantuvo firme. ¿Y luego Yasuo se atrevía a decirle que la amaba? ¿Cómo iba a creerle luego de saberse engañada previamente? Pero aún así, aquellas palabras le habían hecho vibrar el corazón...