Capítulo 74

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Sus pasos retumbaban en el enorme pasillo de estilo siriano, con delicados ángulos y preferencia hacia lo estético sutil, más que a lo llamativo ostentoso. Los amplios ventanales circulares y de material biológico dejaban pasar los rayos de sol, distribuyéndose perfectamente por todo el largo ambiente, decorado con antiguas vestimentas y armas de las diferentes razas que habían fundado el Imperio Demaxiano, además las paredes sostenían innumerables representaciones de leyendas, personajes históricos y batallas atravesadas desde los inicios de los tiempos.

Kayn había caminado cientos de veces por aquellos pasillos, pero era la primera vez que lo hacía con cierta reticencia a ver a Jarvan. Sabía que esa misma mañana, el Consejo Real había estado en reunión, y era obvio que debían de haber tocado el tema de Jonan y los análisis hechos a Rhaast; pese a que este le había dicho que no habían llegado a ninguna parte, presentía que los resultados no influirían en los que sea que Jarvan pensara de todo a esas alturas, incluído él mismo.

Las enormes puertas del Salon se abrieron deslizándose hacia arriba y los guardias dieron paso a Kayn, que pudo observar a Jarvan sentado en el trono, mirándolo con su habitual expresión tranquila. Algo en su postura le hizo notar que el Emperador también parecía... diferente.

— Es un honor volverlo a ver, Emperador Jarvan.

— Saludos, Shieda — no se movió de su trono. — Sé que has de estar ocupado, así que intentaré ser breve.

— No tiene porque, su Alteza.

— Te he dicho que dejes los formalismos — Jarvan sonrió. — El Consejo sigue molesto por la destrucción del "Pequeño Recordatorio", y nuestro nulo avance en la investigación del material desconocido; así que ha de haberte llovido una tonelada de trabajo, incluso para un Ordinal.

— Sólo cumplo con mi deber. Si el Concejo así lo vio necesario, ha de ser por algo — dijo, con tranquilidad.

— En fin, te alegrará saber que ya terminamos el análisis a todo lo que te requisamos en la última asamblea del Consejo.

— Por lo que acabas de decir, supongo que no encontraron nada. Lamento no haber sido de más ayuda al Imperio en este caso.

— Descuida, ahora vamos a cambiar de tema rápidamente: supe que, antes de que la prisionera escapara, te habías interesado en el ora. En su extracción, concretamente — Jarvan lo miró fijamente.

— Eso es correcto.

— Es natural que el ora terminara interesándote luego de haber tratado tan de cerca con los templarios — se puso de pie y caminó lentamente hacia él. — Dime, ¿qué tal te fue en tu búsqueda?

Así que era eso lo que Jarvan ocultaba: su interés en saber qué tanto sabía él sobre la verdad tras la extracción de ora. Bueno, era un Ordinal Imperial, su trabajo era saber todo cuanto se podía sobre el Imperio, y proporcionarle opciones al Emperador, además de dar "consejos"; el papel de los Ordinales era muy similar al del Consejo, tanto que podría considerarse que ellos estaban por sobre este, pues los concejales eran más como una cámara que representaba al pueblo y los Ordinales a la esencia del Imperio, siendo más cercanos al Emperador en algun punto.

— Bien, tuve suerte en encontrar fuentes que han trabajado con el Imperio en la extracción de ora, además de que me pasé personalmente, por algun que otro planeta minero. He de decir, que ya era conocido que el Imperio utiliza el inmenso poder del ora para casi todo, pero se tiene muy poca información del su modo de extracción; no puedes saber mucho de eso a menos que estés directamente involucrado en esa área.

— Es un buen reflejo de la inmensidad de nuestro Imperio.

— Es cierto, no puedo pedir a un simple panadero que sepa como se lucha contra un yze o arranca una nave de fusión templada modelo 4-R.

— Veo que eres tan razonable como siempre, Shieda.

— Gracias. Supe que el ora se extrae de minas que básicamente son acumulaciones de fósiles, y que la mayor parte de ora se obtiene, en realidad, de una fauna variada que habitan algunos planetas, a las cuales se les apoda Vigilantes de las Estrellas.

Se hizo un breve silencio, en el que ninguno hablo. Kayn dudaba que más decir y Jarvan simplemente escuchaba su relato y la información que le daba, sin hacer ningun gesto.

— Es todo cuánto sé por ahora, mi Emperador — Kayn hizo una venia.

— Veo que pudiste averiguar mucho, Shieda. Acertaste en todo — se paseó alrededor de su trono. — El ora proviene de esa mega fauna que deambula a lo largo del espacio. Sabes que me desagrada el uso de semejantes métodos contra todo ser, pero lamentablemente, el ora ha sido la sangre del Imperio Demaxiano desde antes que ascendiera al trono.

— Concuerdo. El ora es indispensable para que el Imperio continúe tal y como lo conocemos — Kayn lo decía sinceramente.

— Me alegra mucho saber que compartes mi visión y, además, entiendes mi posición respecto a lo poco que se puede hacer a estas alturas para cambiar algo sobre la extracción de ora.

Jarvan estaba genuinamente apesumbrado, no le gustaba tener que ejercer la violencia o someter a nada ni nadie, creía firmemente que si se quería progresar, no debía forzarse a nadie a nada, pero había tenido que comprender que, en la inmensidad de un Imperio, no todos podían ser felices.

— Por supuesto, sé que tu, de entre todos los emperadores, solo quiere paz y progreso para todo el Imperio. — Kayn volvía a ser sincero, pese a que la idea pacifista no fuera muy de su agrado. — Es lamentable que el proceso de degradación del planeta se acelere debido a las operaciones con ora que se realizan en él.

— ¿Cómo dices? — Jarvan reaccionó inmediatamente. Estaba atónito. — ¿Qué la degradación planetaria se acelera?

Kayn maldijo internamente. La vieja amistad que le unía con Jarvan y su antigua lealtad, habían hecho que bajara la guardia; pero ya que había tocado ese tema en específico, más valdría que averiguara todo cuanto pudiera.

— Tierra removida, especies desplazadas, campamentos provisionales, ya sabes, lo típico como minería — Kayn disimuló.

— Ah, por supuesto — parecía algo más aliviado. — Claro que , como en toda actividad minera, el planeta sufre algunos desperfectos; pero se hace lo posible para que sean lo menos perjudiciales para las formas de vida que habiten el planeta. El impacto negativo que suele darse después de la extracción se debe a la degradación natural del planeta, es decir, solo es la naturaleza.

¿Así que el Imperio se contentaba con explicaciones científicas sin comprobar? Bueno, no podía juzgarlos, después de todo si empezaban a investigar o creer que el ora era "la vida", y por eso impactaba de esa manera en los planetas, terminarían siendo iguales a los infames templarios y el Imperio no se rebajaría a creer semejantes cosas; él mismo era parte del Imperio, así que...

— Bueno, los orígenes del ora no son un secreto, solo algo que no se comenta mucho debido a la naturaleza del asunto — Jarvan hablaba relajado. — Como sea, se te devolverá toda tu indumentaria y el Imperio olvidará todas las ofensas contra el reglamento, pero sabes que no puedes marchar así por así, así que...

— Lo entiendo, Jarvan — asintió conciliador. — Se ha de llamarme la atención de alguna forma, ya presentía que no les iba a bastar con ahogarme en papeleo — dijo en son de broma.

— Tienes que reconocer que pudo haberte ido peor — rio Jarvan.

— Es cierto, viejo amigo. Bueno, me marcharé si hemos terminado.

Ambos se despidieron como buenos amigos y Kayn se encaminó de vuelta a los cuarteles, teniendo en mente que Jarvan sabía sobre la extracción en general, pero al parecer todo el Imperio desconocía la verdad detras del ora, a diferencia de los templarios... interesante.

Blanco y negro (Kayn x Jinx) (Yasuo x Sona)Where stories live. Discover now