— Ahora mira esto.
Apuntó a la hoja de un árbol a 100 metros y disparó, separándola de la rama principal, y mientras caía mecida por el viento, volvió a disparar y la partió limpiamente por la mitad antes de que tocara el suelo.
— Nada mal, muchachito — Jinx dio un par de palmadas pausadas. — Creí que el Imperio solo se dedicaba a entrenar a sus Ordinales para que sus orgullosos traseros luzcan bien en los desfiles.
Kayn dibujó una media sonrisa que irradiaba presunción y jugó con su pequeña arma de laser entre sus dedos, haciéndola girar de un lado al otro, mientras daba un par de pasos volviéndo hacia Jinx.
— ¿Por quién me tomas? Soy uno de los mejores tiradores de todo el Imperio, quizá el mejor — todo él irradiaba orgullo.
— ¿De veraaas? — Jinx arrastró cada palabra, incrédula y burlona. — ¿Entonces porque llevas de un lado a otro un arma de cuerpo a cuerpo como esa guadaña tuya, oh gran tirador?
Kayn dejó de jugar con el arma y pareció recobrar su típica actitud distante y fría cuándo escuchó la mención de Rhaast. Cuadró los hombros y se aclaró la garganta.
— Eso no te incumbe; como sea, creo que esto deja en claro quien es el ganador, niña — su voz era sobrante.
— ¿A quién le dices niña, niño? Además, yo podría hacer lo mismo con los ojos cerrados mientras le cocino pastel a Malphite ¡Mi turno!
— Pruébalo entonces — Kayn le alcanzó el arma.
— Bueno, admito que no sé cocinar — con un gesto, negó el ofrecimiento de él. — Tengo mi propio juguete, gracias queridito. Ahora observa.
De un rápido movimiento, preparó a Carapescado ante los interrogantes ojos de Kayn y disparó en medio de un gran estruendo sin siquiera apuntar. El proyectil salió a toda velocidad e impactó sonoramente con el árbol cuya hoja Kayn había usado como blanco antes, derribándolo al suelo en medio de una gloriosa explosión que hizo que su flequillo se agitara velozmente.
— ¡Ta chaaaaan! ¿¿Y?? ¡¿Qué dices?! — Jinx se apretó los cachetes, llena de emoción.
— ¡Pudiste habernos matado, mujer! — Kayn intentaba mantener sus cabales. — Vi como esa cosa a la que llamas arma, pasó apuntándome milésimas de segundos antes de que lo dispararas.
— ¡Oye! Carapescado puede oírte, ¿sabes? — acercó el arma a su rostro. — Descuida, bebé, papá no hablaba en serio.
— Para emplear esa clase de arma decentemente se debe medir el viento, calcular la distancia, el tamaño del pro...
— Disculpa — Jinx lo interrumpió y se cruzó de brazos. —Si quisiera consejos aguafiestas hubiera traído a Yasuo conmigo.
Kayn intentó replicar algo, pero cerro la boca y también cruzó sus brazos.
— ¡Oh, vamos! — Jinx se le acercó radiante y lo sacudió, o al menos lo intentó. — Admite que eso fue divertido.
— Sí, claro — la ironía en su voz era palpable. — Tan divertido como montar un noxlar.
— ¡Sí, lo sabía! — los ojos se Jinx ahora estaban enloquecidos. — ¿Tu también montaste un noxlar? ¡En serio eres cool!
— Por supuesto que yo... espera, ¿montaste uno? — se llevó una mano a la cara. — Estás peor de lo que pensé.
— ¡Bien! — Jinx se arregló el flequillo, inhaló profundamente e hincho su pecho. — Ahora sí queda demostrado quién es la ganadora.
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Blanco y negro (Kayn x Jinx) (Yasuo x Sona)
FanfictionEn su búsqueda de poder infinito, Kayn inicia su persecución a la Morning Star para poder capturar a la Templaria Sona y obtener el Portal de Ora. Lo último que imagina es encontrar abordo a alguien como Jinx, la joven piloto alocada de la nave. Al...