Capítulo 32

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"Quizá olvidaron registrarlo".

— No lo creo posible, Rhaast. ¿Cómo no registrar semenjante impacto en el planeta al extraer ora?

"Los humanos comunes y corrientes siempre cometen errores, Kayn".

— ¿El mismo "error" una y otra vez?

"Eso sólo prueba que lo que viste en Ruqa fue orquestado por los templarios, ¿prefieres confiar en un solo caso aislado o en lo que todos los informes del Imperio dicen?"

Kayn no respondió. Sabía que Rhaast tenía un punto al decir aquello, pero aún así había algo que le incomodaba. Había pasado toda la tarde buscando algo relevante en los informes de distinto personal del Imperio, y ninguno reflejaba o siquiera mencionaba el estado posterior del terreno a la estracción de ora en diferentes planetas. Todos eran similares: el nombre del planeta y su descripción detallada, el equipo usado, la cantidad extraída, el personal que trabajó allí, algunos pormenores con el equipo, personal, fauna silvestre o nativos, la fecha de finalización y el lugar destino del ora extraído.

— De todas maneras, me falta revisar otras fuentes y consultar en el Ministerio de Extracción de Materiales Espaciales, seguramente encontraré más información allí.

— Está hablando solo otra vez — susurró Valdro.

— Eso sólo lo hace más cool — le respondió Jinx.

Ambos se miraron y rompieron a reír estruendosamente. Kayn soltó un suspiro y pudo oír como Rhaast se les unía con sus carcajadas sonoras y tétricas, realmente estaba disfrutando su tormento. Pasar toda la tarde con aquel par mientras buscaba información que pudiera importarle había sido una locura: primero los había convencido de acompañarlo en su recorrido hacia Archivos, luego en pleno camino, Valdro se había detenido a coquetear con un par de reclutas nuevas, después Jinx había insistido en volver a la cafetería por más comida y, finalmente, había llegado a Archivos.

Por otra parte, había tanto material en el que buscar que tuvo que ser muy minucioso, pues no todo era de su interés y la poca organización en los informes más viejos lo obligó a buscar manualmente cada uno; todo eso escuchando las constantes carcajadas de sus acompañantes y viendo como jugaban con papeles viejos y todo cuánto cayera en sus manos, como niños pequeños.

Ahora los tres caminaban en un área exterior de los cuarteles, iluminados por los últimos rayos de sol. Valdro había pasado sus brazos los por hombros de cada uno aprovechando su estatura y reían alegremente, comentando anecdotas y pasatiempos. Jinx hablaba sin parar sobre sus antiguos trabajos, los asteroides que hacía explotar y otras cosas sin importancia. Kayn solo se dejaba guiar en silencio, pensando que al día siguiente todo iría mejor en su busqueda y deseando que Valdro no tuviera el cargo de Ordinal, pues no podía deshacerse de él facilmente y estaba obligado a respetar su autoridad.

— Por cierto, Kayn — dijo Valdro entre risas, volteando a verlo — ¿se puede saber el porque de tu repentino interés en eso de la extracción de ora?

— Bueno, ya me conoces, al tratar este último caso de templarios decidí anticiparme a sus posibles movimientos averiguando más en general sobre el ora — le respondió de mala gana, intentando soltar su agarre.

— Realmente eres alguien dedicado, Shieda.

— Eso supongo.

— ¿Qué hay de tu nueva arma tan llamativa? Creí que no te gustaba destacar, y una hoz del tamaño de un niño no es precisamente algo sutil.

— Prefiero cosas que sean prácticas y resulta que, pese a su tamaño, esta hoz lo es.

— Bueno, pasemos a algo más interesante ¿cómo conociste a Rofra?

Blanco y negro (Kayn x Jinx) (Yasuo x Sona)Where stories live. Discover now