Quisiera Amarte: Nuestra Historia De Amor (Milo x Camus)

~ Capítulo 143: Cuenta regresiva ~

Hola (n.n)/ ayer no actualice por trabajo que tuve mucho y salí de viaje en la noche por carretera. El reloj está por estallar y se viene la primera tragedia de tres. La segunda les va doler poco, pero la tercera va dolor Justo en su corazón 😈😈😈😈🔥🔥🔥🔥

Todos los créditos a los autores de las imágenes del capítulo en la portada.

Muchas gracias por sus comentarios, leídos y votos.

Sayorana (n.n)/ Hasta mañana. 😘💤😴🌙

Una nueva mañana da inicio. El pelirrojo estuvo en la noche con su papá y trató de relajarse por lo comentado. No puede creer que esa mujer que le hizo daño a su bichito este en Grecia para querer recuperarlo. Ella no supo valorarlo y por su culpa casi perdió la vida dos veces. Una donde se cortó las muñecas y la otra cuando el coche lo iba atropellar y fue cuando se conocieron y ahora están felices. Aunque por una parte sí lo encuentra por ahí o se la topa le diría en su cara gracias porque si ella no se hubiera ido de la vida de su Milo nunca lo conocería y sobre todo no estarían en esos momentos felices casados y esperando mellizos. Quizás sí no estuviera Milo en su vida se hubiera casado con Saga o hasta con Rigel quienes eran mayores candidatos sino se hubiera enamorado de Milo. Su padre tuvo que salir hacia una junta, pero prometió recogerlo y llevárselo al departamento. Suspira pesadamente porque está aburrido y quiere levantarse para hacer algo, pero tiene prohibido hacer esfuerzos o algo que ponga en riesgo la vida de sus niños. Toca su vientre y tararea una canción para relajarse. Milo quedó en venir más tarde ya que ayudará a su hermano en los arreglos. Esta noche Aiacos le pedida matrimonio a Surt. Todo parece tranquilo en ese día hasta que ve entrar por la puerta a alguien. Sonríe porque se trata de sí doctor favorito.

— Buenos días, doctor Odysseus. —Saluda el pelirrojo.

— ¿Cómo te sientes? —Pregunta.

— Bien, gracias.

— Me enteré de que estuviste por perder a tus bebés.

— Sí. —Afirma— Ahora tengo que estar en reposo absoluto porque sino pierdo a mis bebés. —Comenta.

— Te deseo los mejores deseos para ti y tus bebés. —Dice en doctor.

— Gracias. —Sonríe el pelirrojo.

— Por cierto alguien le comenté lo ocurrido ayer y vino de visita. —Dijo el doctor.

Por la puerta entra una mujer con un gran ramo de rosas blancas. Esa mujer no es otra que Shaina quien sonríe por ver al pelirrojo de nuevo. No ha pasado tanto tiempo y se vuelven a reencontrar.

— Hola, Camus. —Saluda la chica con una sonrisa en su rostro.

— Hola, Shaina. —Dice el chico feliz de verla de nuevo.

— Me enteré por mi hermano y me preocupé por pensar que algo malo le pasaría a tus bebés. Por ello estoy aquí para desearte una pronta recuperación. — Se acerca hasta el pelirrojo y pone las flores en la mesita.

— Muchas gracias, Shaina. —Agradece— La verdad me alegra que estés aquí.

— Bueno... yo me tengo que ir. —Se levanta Odysseus— Tengo pacientes que atender, pero te dejo en buenas manos.

Se va retirando el doctor ya que tiene muchas cosas que realizar ese día. La chica se quedó con el pelirrojo platicando de algunas cosas triviales. Camus se siente feliz con la compañía de Shaina. Casi nunca tuvo amigos de género femenino siempre masculino y la verdad le cae bien ya que es una persona dulce y excepcional.