~ Capítulo 31: Un cumpleaños inolvidable ~

421 35 12
                                    

Hola (n.n)/ Un nuevo capítulo y por fin lo que muchos esperaban desde hace treinta capítulos atrás. Aclaro que el cumpleaños de Camus se festejó en la cárcel mucho tiempo antes porque iban a regresar a Grecia y no sabían cuándo volverían a ir a Francia. Los siguientes capítulos es importante para un personaje recién salido y se sabe en qué vida estará de los protagonistas o secundarios.

Gracias por sus leídos, comentarios y votos.

Todos los créditos a los autores de las imágenes de la portada del capítulo.

Sayorana (n.n)/ Hasta el miércoles.

Posdata: Europa es de Saint Seiya Omega. No toma papel importante, sólo de vez en cuando va salir.





Los jóvenes estudiantes están en su receso en la universidad. Esa ocasión Camus se siente triste ya que Milo no llegó a clases y le preocupa que le haya pasado algo. Estuvo marcando el número de su celular y no obtenía respuesta. Habló con la familia de Milo para saber su paradero, pero ellos también desconocían su ubicación lo cual lo tiene pensando mil ideas por su cabeza y a pesar de estar con Shaka siente un vacío enorme. Da un suspiro por novena ocasión para sacar la tristeza interior. Regresa a la realidad cuando recibe un pequeño golpe de su mejor amigo.

— Deja de estar triste Camus. —Dijo preocupado por su amigo.

— Shaka es que...me siento triste porque no sé nada de Milo. —Otro suspiro— Siento que algo malo le ha ocurrido.

— No te había visto tan triste como te ves hoy. —Dijo sorprendido por ese humor de su amigo— Ni si quiera has notado las miradas que te siguen enviando algunos hombre de por aquí. —Esboza una sonrisa.

— Ya estoy cansado de siempre recibir regalos. —Suspira pesadamente— Siempre tienen que ser collares de oro, anillos, tulipanes, rosas, invitaciones al cine o un café. —Gruñe— Estoy comenzando a detestar a todos por regalarme algo que no me gusta y no necesito.

— Todas las mujeres y donceles quisieran ser tú. —Ríe— Desde que llegaste de tu viaje has tenido a todos a tus pies. —Lo mira fijamente— Saga o Rigel siempre pasan por ti a casa, Aiacos o Hyperion llegan a la hora de la salida para llevarte a casa, Sigmund te trae flores y es atento contigo y mi hermano Miller te paga la cuenta de lo que consumas en la cafetería. Todas murmullan de como tienes locos a todos.

— Shaka tiene razón. —Se sienta Surt junto con su desayuno que consta de fruta— Aprovecha que eres la atención del toda la universidad.

— ¿No te molesta que Sigmund tu novio sea más atento conmigo? —Pregunta Camus.

— Ya no somos novios desde hace más de un mes. —Da una probada a su desayuno— Yo estoy con alguien más.

— Ahora entiendo su cambio hacia mí. —Vuelve a suspirar— Mejor vamos al salón antes que venga alguien a darme otro reloj o anillo.

— Por cierto. —Saca un papel el rubio y se lo muestra a Camus— Ya está pagada la cuenta de tu desayuno de tres semanas.

— ¿Fue Miller de nuevo? —Cuestionó.

— No. —Ríe— Fue Frodi esta semana, la siguiente semana le toca a Balder y Urgard la tercera semana. —Carcajea— Ya tienes más ganado amigo mío.

— Genial. —Dice molesto— Ahora tengo que aguantar a más pretendientes. —Se levanta— Espero que no vayan con mi tío a pedir mi mano.

El acuariano camina a la salida de la cafetería seguido por Shaka y Surt que ríen por cómo todas las miradas cayeron en Camus cuando se levantó y salió de ahí. Ellos dos creen que el primero en ir a pedir la mano al tío Dégel va ser Rigel o Aiacos ya que estos son los más atrevidos en besar a Camus sin importar la presencia de alguien o de los demás pretendientes. Las clases fueron normales como siempre y salieron a la misma hora, aunque Shaka y Camus salieron volando para evitar a sus pretendientes en la salida, además de sus regalos de siempre. Pero en la salida ya ve a cuatro de ellos con cajas de regalos. Hoy tampoco será su día. Están reunidos Saga con una caja de color azul y moño plateado; Rigel con una caja mediana; Hyperion con una caja grande y por último Aiacos con un oso de peluche del tamaño de una persona. Shaka y Surt comenzaron a reír porque ni saliendo corriendo se puede salvar de sus rivales. Estos se acercaron a Camus y le dieron sus regalos y este tuvo que pedirle ayuda al rubio y primo con los obsequios que abrirá más tarde.

Quisiera Amarte: Nuestra Historia De Amor (Milo x Camus)Where stories live. Discover now