~ Capítulo 70: El perdedor... ~

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Hola (n.n)/ Aquí traigo un capítulo que habla de otros personajes. Donde hago un... triángulo?... cuadrado? O rombo? 🤔 la verdad no sé. Mañana es el capítulo interesante porque saldrán dos personajes que ya se conocieron en el anterior. 😈 Tengo una sorpresa 😇

Todos los créditos a los autores de las imágenes del capítulo de la portada.

Muchas gracias por sus comentarios, leídos y votos. 😊

Sayorana hasta mañana (n.n)/












Un mes ha pasado desde el descubrimiento del embarazo de Camus. Por órdenes de la familia Acuario y Escorpio tanto Camus y Milo viven juntos en un departamento que les compró el señor Kardia como regalo de bodas. Hasta el momento los síntomas de Camus han sido vómitos constantes, mareos y desmayos, su humor sigue siendo el mismo.

Cierto día, Surt salió a temprana hora a correr al parque. Después de tanto tiempo en estar analizando decidió quedarse en Grecia. Al final de cuentas en Francia estaría solo ya que Aiacos se quedaría en Grecia porque próximamente va ser nombrado vicepresidente de la empresa Escorpio. Además ahí está la familia y con más razón no se querrá ir. Y sobre todo sus hijos sufrirían ya que aman mucho a Aiacos. Quizás no debió de permitir que se encariñaran con él. No son sus hijos y no debe cargar una responsabilidad que no le pertenece. Da unos estiramientos y sigue su corrida. Sin embargo, en su mitad de camino chocó con una persona y cayeron al mismo tiempo. Se iba disculpar con el hombre, pero se quedó mudo en ver aquella persona frente de él. Se levantó lo más rápido que pudo y estuvo por salir corriendo, pero el otro fue más rápido que él y lo sostuvo por la espalda. Sentir su cercanía le hizo que su corazón latiera y sintiera esa calidez. Después de tanto tiempo lo vuelve a encontrar justamente cuando su vida es tranquilo.

— ¡Suéltame! —Exigió el pelirrojo.

El hombre que lo sostuvo lo voltea quedándose frente a frente. Ve aquellos ojos azules que lo hipnotizaron la primera vez y que a un en las noches recuerda con frecuencia.

— Mi pequeño... —Murmulla Aspros.

— ¡Le exijo señor Géminis que me suelte! —Comenzó a forcejar.

— Tranquilo sólo quiero hablar contigo de...

— ¡Yo no quiero hablar con usted! —Exclamó molesto— ¡Me dejó en claro aquel día todo! —Frunce el ceño.

— ¿Por qué te fuiste del departamento? —Le Preguntó.

— Era tuyo y debiste quererte.

— ¡No iba aceptar algo que viniera de ti! —Sigue forcejeando, pero dejó de pelear y se quedó quieto. Comenzó a sollozar— T-Tú me pegaste y me engañaste... te importó mi... suerte... después de tantos... años vuelves a mi vida... yo quiero vivir en paz...

Solloza recargándose en su pecho y siente ese rico perfume invadiendo sus fosas nasales. Ni si quiera el tiempo lo hace olvidar. Pasan aquellos momentos donde lo conoció y hicieron química, de ahí los momentos donde se entregaron a la pasión. Ni si quiera los años hacen olvidar. Aspros está destrozado por ver llorar a su niño. Tiene razón en odiarlo aún así durante ese mes se dio a la tarea de buscarlo y no lo encontró hasta ese momento. Quizás el destino los quiere unidos de nuevo. Lo separa de su pecho y lo mira, limpia sus lágrimas que resbalan por ese angelical rostro. Se va acercando hasta sellar sus labios. Vuelven a sentir esa sensación pura. El pelirrojo ya no resistió más y profundizó el beso. Géminis posó sus manos en las caderas del joven atrayéndolo a él. Ni los años pueden hacer que el amor se olvide por completo.

Quisiera Amarte: Nuestra Historia De Amor (Milo x Camus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora