Capítulo 1

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¿Acaso esos bastardos fenómenos se habían atrevido a escapar con lo que por derecho era suyo? No, no era posible que existiese alguien tan tremendamente estúpido como para robarle a él, no al gran Ordinal Shieda Kayn, servidor del Emperador Jarvan IV. Era una locura, después de todo ya había vencido a incontables naves mucho mejor equipadas y con tripulaciones (por así decir) aceptables... y sin embargo ellos se habían llevado a la Templaria y con ella el secreto del Portal de Ora.

Sabía que tenía ordenes de regresar al Imperio a presentar informes sobre sus últimos vuelos y vigilancias, no obstante estaba seguro que la persecución y posterior captura de la Templaria renegada sería una excusa más que suficiente para incumplir aquellas ordenes; Sona guardaba un secreto que merecía la pena ser desentrañado, así costara esta ridícula persecución y la ejecución de toda esa banda de fracasados. Normalmente el mandaría a sus hombres para encargarse del asunto, pero la voz le decía que se encargara él mismo debido a la importancia del Portal... ademas había tomado la iniciativa por sí mismo también, pues no podía permitir que esa ridícula "tripulación" viviera luego de haberle desafiado de esa manera.

"Debemos capturarla con vida" le recordó la voz, al mismo tiempo sacándolo de sus ensoñaciones.

— Lo sé.

"Con vida". Claro que Sona tenía que estar con vida, después de todo ella era la clave de lo que presentía que era el descubrimiento del poder más grande jamás visto en el universo conocido... y sería ÉL quien desentrañaría dicho poder.

Recordaba cuando conoció a Sona, en aquellas cuevas de ese perdido planeta. No hubo ni una oportunidad, ni una sola vez lo había observado con temor, incluso cuando le apunto con su arma a centímetros de su cara y jaló el gatillo para luego errar gracias a la oportuna interferencia de esas naves de pelea. Era "oportuna" porque de no haber intervenido, le habría volado los sesos a su única clave y, muy posiblemente, jamás podría haberse perdonado semejante estupidez.

Y luego estaba la guadaña. Esa arma antigua que encontró en el mismo planeta desolado y que le había parecido hermosa y horrible al mismo tiempo; ella había cambiado todo y aún sopesaba si estar agradecido o sentirse maldito el resto de sus días.

"Estas dudando" la voz pronunció la afirmación, no era una pregunta. "Creí que eras mejor que eso, que eras digno de lo que te ofrezco..."

 — ¡Cierra la boca!

Le demostraría. Le demostraría a todo el mundo que el si era digno, el único ser digno de todo ello. Sonrió altaneramente y sujeto con mas fuerza la guadaña: los atraparía y haría que paguen por su ofensa con sus vidas, mataría a todos y cada uno de esos bastardos fracasados y luego de que la templaria no le fuera útil también tomaría su cabeza.

Antes que esos pensamientos derivaran en enojo y frustración desvió estos a repasar los acontecimientos recientes. Desearía no haberse manchado las manos con la sangre de aquel hombre que ayudó a Sona a escapar, era alguien insignificante pero la ira le había ganado cuando descubrió semejante ofensa en su contra. Su nombre era Yone o algo así pero la única razón de que recordara su nombre era que su hermano menor, el "capitán" Yasuo, tenía en estos precisos momentos en su nave a la templaria fugitiva.

"Termina de perder el tiempo con esos pensamientos y date prisa"

Esa voz era demandante, petulante y orgullosa; la única razón por la que no la lanzaba al espacio con guadaña y todo como un montón de klag era porque le ayudaría a obtener el poder absoluto, incluso le había reconocido como digno de ella: la voz del ora.

— Señor, hemos localizado un rastro de la templaria. — La voz de la Capitana Vassur a través del comunicador lo interrumpió esta vez.

— ¿Y bien?

— Se encuentra a bordo de una precaria nave, probablemente la que usted mencionó, la Morning Star y se dirigen hacia el borde del sector 8-N.

— Traza nuestro rumbo hacia 8-N.

Pareció que ella titubeaba del otro lado del comunicador, pero finalmente no dijo nada y cortó la comunicación. Así que ella sabía de la pésima reputación de dicho sector... No importaba, todo acabaría tan pronto como les diera alcance. Sonrió ligeramente para sí mismo. Vassur era realmente buena capitana y además se podía decir que era una de las pilotos más habilidosas del Imperio, el piloto y la tripulación de la Morning Star nunca sabrían que los golpeó.


Blanco y negro (Kayn x Jinx) (Yasuo x Sona)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu